La línea de producción de la empresa Helixxa, instalada en Campinas, interior de São Paulo, parte de una idea sencilla e inédita en Brasil: la de brindar servicios genómicos. Es un reflejo de la era de la genómica, en que el conocimiento de los genes pasa a tener un uso más amplio; tan es así que, en 10 años, el costo de análisis de un genoma es en promedio un millón de veces más barato. El plan de negocios de la compañía se basa, en su punta de entrada, en una única, pero diversificada materia prima: se acepta cualquier tipo de material genético. En la puerta de salida se encuentran los resultados genómicos y sus interpretaciones, que podrán contemplar las demandas de proyectos públicos y privados en diversas áreas del conocimiento. Lo más complicado, dentro de un cronograma que comenzó hace casi tres años, según admiten los socios, fue reunir 4 millones de reales de inversión en la idea hasta ahora. “Contamos con la familia y los amigos”, dice João Bosco Pesquero, docente del Departamento de Biofísica de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) y uno de los socios de Helixxa. “No contamos todavía con ningún recurso de inversores o de fondos de capital de riesgo. Ésa puede ser la próxima etapa”, afirma el empresario investigador.
Aun con el dinero de la inversión en manos y una idea más o menos definida en la cabeza por desarrollar, era necesario comprar equipamientos adecuados. Las herramientas destinadas a unir ambas puntas del negocio serían decisivas. Como en la práctica los socios pretendían hacer que la empresa se convirtiese en una sofisticada proveedora de servicios en el área de genómica, también resolvieron elegir máquinas de secuenciar genes de punta. El secuenciador 454 de Roche fue una de las plataformas elegidas. El aparato es considerado uno de los más rápidos y modernos del mundo a la hora de leer genes. Pero, como las máquinas no funcionan solas, la empresa también contrató a profesionales del área para trabajar con las muestras que llegaban. “Precisamos realmente contar con un buen plazo de entrega de los análisis, además de un precio competitivo”, dice Pesquero. Él mismo, como investigador, es un conocedor de la burocracia involucrada en la importación de los reactivos utilizados en las investigaciones. “Pero también nos estructuramos para entregar un paquete completo a partir del material que envían los investigadores o las empresas. Otra ventaja nuestra es que también brindamos servicios de consultoría, y así podemos sentarnos junto con los investigadores y discutir las soluciones más adecuadas para los proyectos.”
El 454 en operación en Helixxa es uno de los cinco actualmente en uso en Brasil. Es el único aparato instalado en un laboratorio privado. Las otras cuatro instituciones que operan una máquina de ese tipo son el Instituto Evandro Chagas, de Pará, el Laboratorio Nacional de Computación Científica (LNCC), de Río de Janeiro, la Universidad Católica de Brasilia y el Instituto de Química de la Universidad de São Paulo. “Tanto la instalación como la entrada en operaciones de la máquina ocurrieron en mayo de este año”, dice el administrador de empresas Mario de Oliveira Júnior, otro socio de la empresa. “Hasta el día 12 de noviembre, se realizaron con éxito 17 secuenciamientos en el aparato. Cada uno cuesta 50 mil reales en promedio”, dice Oliveira Júnior.
Genoma vacuno
En estos seis meses de vida, Helixxa atendió a clientes privados internacionales, como la propia Roche, que validó los resultados generados por la máquina que la empresa vendió en Brasil. También realizó varios servicios para la industria farmacéutica Pfizer, una empresa que, según Pesquero, eligió a Helixxa para ser su laboratorio de genómica animal de Sudamérica. Para la estatal Embrapa, otro de los clientes, Helixxa realizó el análisis de miles de marcadores de ganado vacuno. También en Campinas, un proyecto en desarrollo en la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) abrió otra posibilidad de negocios: la de vender sus servicios directamente a los investigadores de una institución científica, modelo ya existente en países como Estados Unidos y en varias regiones de Europa. Investigadores de la universidad interesados en estudiar la genómica de microorganismos de la flora intestinal recolectaron muestras de materia fecal humana y las mandaron al laboratorio de Helixxa. Uno de los objetivos de la investigación consiste en entender de qué manera se comporta la constitución de la flora luego de la aplicación de determinadas drogas. Por eso el contar con resultados rápidos del genoma de virus, bacterias y hongos del sistema digestivo, antes y después de la aplicación de medicamentos al paciente, es interesante para responder a las preguntas científicas realizadas por el laboratorio productor del fármaco. Pesquero dice que, en ese caso, la empresa les entregó todos los resultados a los investigadores en una semana, a un costo de 54 mil reales. “Ese precio puede variar de acuerdo con el objetivo y el tamaño del proyecto. En caso de que el investigador cuente con fondos para la importación de reactivos y desee hacer uso de esa posibilidad, el costo puede caer a 30 mil reales”, dice Oliveira Júnior. “Esta opción existe para que los investigadores de las universidades y centros de investigación del país puedan abaratar y facilitar la utilización de nuestros servicios.”
Proceso competitivo
Pesquero dice que la idea de Helixxa surgió para “revolucionar” la investigación en Brasil. “Existen muchos problemas que hacen que la investigación científica no avance”. Los investigadores, dice el ahora empresario, no fueron formados ni capacitados para ser “jockeys de aparatos”. Esto significa que no deberían emplear su tempo para aprender a operar máquinas, sino para hacer preguntas científicas importantes en el marco del trabajo. Según Pesquero, la intención de la empresa, más allá de las utilidades, que son bienvenidas en cualquier tipo de iniciativa privada, es “acelerar los procesos de investigación dentro del área de genómica en el país, para que nuestra ciencia se vuelva más competitiva a nivel internacional, además de ofrecer oportunidades de progreso a alumnos recién recibidos, demostrándoles así que existe vida fuera de la universidad en el área”. Si actualmente Helixxa secuencia y cuantifica genomas, en el futuro, técnicas aún más sofisticadas, como el análisis de proteínas, también podrán estar disponibles en la empresa. Las próximas etapas, como los propios dueños lo saben, dependerán de la consolidación de la etapa actual.