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FAPs

Gestión compartida

Un grupo de trabajo estudiará la descentralización de políticas en CyT

El Centro de Gestión y Estudios Estratégicos (CGEE) albergará a un grupo de trabajo cuya tarea será analizar estrategias de inducción de políticas regionales de Ciencia y Tecnología y, bajo esa perspectiva, estudiar medidas de descentralización de las políticas de planeamiento del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT). El grupo estará integrado por representantes de las Fundaciones de Apoyo a la Investigación (FAPs, sigla en portugués), de las Secretarías Estaduales de Ciencia y Tecnología, del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq) y de la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep).

Las FAPs defienden la descentralización de las políticas y los recursos de CeT para estrechar las asociaciones con los gobiernos locales. Proponen asumir la distribución de los recursos de fomento a la investigación y a la formación de recursos humanos, por ejemplo, que actualmente son de responsabilidad del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq) y de la Capes, según explica Francisco Romeu Landi, director presidente del Consejo Técnico Administrativo de la FAPESP y presidente del Fórum de las FAPs.

La descentralización, o mejor dicho, la gestión compartida, permitirá el uso de la capilaridad estratégica que tienen las FAPs y su conocimiento de los investigadores, laboratorios, empresas y problemas regionales y locales. Sérgio Bampi, director presidente de la Fundación de Apoyo a la Investigación de Río Grande do Sul (Fapergs), estima que las FAPs registraron en 2001 ingresos por 600 millones de reales, cifra “mucho menor que lo que debería ser”, observa.

Con fondos del gobierno federal será posible consolidar asociaciones con los estados, añadió Naftale Katz, director científico de la Fundación de Apoyo a la Investigación de Minas Gerais (Fapemig). “Esperamos que esta asociación con el MCT permita definir una agenda de operación común con una efectiva contrapartida por parte del gobierno federal”, completó Jocelino Francisco de Menezes, presidente de la FAP de Sergipe.

Arreglos productivos
El MCT observa con preocupación la idea de la descentralización. Pero durante el Fórum Nacional de Fundaciones y Entidades de Apoyo a la Investigación de los Estados y el Distrito Federal, realizada en la FAPESP el pasado día 7 de diciembre, el secretario ejecutivo del MCT, Carlos Américo Pacheco, aceptó analizar el tema y propuso la formación del grupo de trabajo en el CGEE.

También participaron del Fórum el secretario adjunto de Ciencia, Tecnología y Desarrollo Económico del Estado de São Paulo, Oswaldo Massambani; Evandro Mirra, presidente del CGEE; Esper Abrão Cavalheiro, presidente del CNPq; Mauro Marcondes, presidente de la Finep; José Galisia Tundisi, ex presidente del CNPq y actual integrante del Instituto Internacional de Ecología; José Seixas Lourenço, del MCT; Beatriz Tess, del Ministerio de Salud; Cláudio Marinho, presidente del Fórum de Secretarías estaduales, y presidentes de las FAPs.

Pacheco cree que la descentralización solo tendrá relevancia si las FAPs se vinculan a los proyectos de desarrollo local, como los clusters y arreglos productivos, que están siendo desarrollados por el MCT junto con el CNPq, la Finep, las agencias de desarrollo y otros socios locales. Estas acciones, reunidas bajo el nombre de Programa de Cooperación Científica y Tecnológica para el Desarrollo Regional, tienen como objetivo identificar prioridades y aptitudes locales, organizar arreglos productivos y fomentar inversiones. Las acciones centralizadas del gobierno federal deben traducirse en acciones selectivas en los estados.

Recordó también que la agenda de política científica y tecnológica nacional va mucho más allá de la estructura de fomento. “Existe una cierta dificultad para entender esta agenda, que tiende a ser menoscabada, como si se resumiera al fomento, que es una actividad central, pero que representa una parcela pequeña de los gastos”. Agregó que, pese a haber ampliado su presupuesto con recursos de los Fondos Sectoriales, el MCT administra solamente un 50% de los gastos federales en CeT.

Y concluyó: “No es un dato trivial hablar de descentralización”. Según su evaluación, cualquier cambio en la forma de distribución de los recursos para el fomento exigirá alteraciones en los valores básicos para el pago de becas. El valor de las becas, en el ámbito federal, está vinculado a los salarios básicos de los profesores de las universidades federales. “En los estados no existe este compromiso, y esto puede acarrear problemas.”

Sistema heterogéneo
La descentralización pauta actualmente las relaciones del CNPq con las FAPs, recordó Cavalheiro. “Tenemos actualmente 12 acciones con las fundaciones”, contabiliza Cavalheiro. El problema son las discrepancias que existen entre ellas. “Existen las FAPs activas, las inactivas y aquellas que no existen”, afirmó. En un sistema heterogéneo, analizó, la descentralización del financiamiento puede ser un problema. “Debe existir una articulación con la política nacional y entre las FAPs, y no un trabajo de competencia, sino de respeto a las particularidades locales”.

Y recordó el ejemplo del Instituto del Milenio para Políticas del Mar, que reunió a grupos de investigación de Río de Janeiro, Río Grande do Sul y Pernambuco, que antes trabajaban aislados. “Es necesario que las discusiones sean centralizadas, y el CGEE es el lugar preciso para que éstas se lleven a cabo.”

Mirra, que ya presidió el CNPq, garantizó que el CGEE acogerá a esta “fuerza tarea” formada por representantes de las FAPs y de las Secretarías estaduales. “Necesitamos diagnosticar las posibilidades y la red de obstáculos”, afirmó. El primer obstáculo apuntado por Mirra reside en la lógica presupuestaria del sector público. “No es posible efectuar previsiones, ni siquiera de corto plazo. El CNPq no sabe todavía cuál es su presupuesto para este año”. Esto es producto del atraso en la votación del presupuesto en el Congreso y de la posterior aprobación de la ejecución presupuestaria que establece límites de empeño. A pesar de estas dificultades, según Mirra, el CNPq asume riesgos y apoya estrategias regionales.

No obstante, Mirra dejó claro que la inducción no es condición indispensable para el desarrollo de investigaciones sintonizadas con las necesidades regionales o del país. Reveló que por lo menos un 85% del presupuesto del CNPq financia investigaciones espontáneas, “sin ninguna inducción política”. De las 1.600 líneas de investigación sobre Ciencias de la Vida, por ejemplo, se constató que el 70% están alineadas con las ocho prioridades nacionales de Salud. “El examen de las líneas de investigación revela gratas sorpresas, y denotan que nuestros investigadores están maduros”, dijo.

Sin embargo, este análisis deja claro que el país carece de investigación básica. “Tenemos que trabajar de modo tal de construir estrategias cooperativas y diseñar acciones conjuntas.” Mauro Marcondes, de la Finep, también apuntó la articulación entre las FAPs como el camino cierto para el desarrollo de una agenda común de acciones en los estados. “Tenemos una asociación con los estados en los arreglos productivos locales. Estamos articulando nuevas agencias y bancos de desarrollo con ese objetivo”, afirmó.

Proyecto Piloto
La idea de descentralización propuesta por las FAPs ya se está consustanciando en un proyecto piloto estructurado por el Ministerio de Salud, en asociaciones, a través de convenios, con las Fundaciones de Apoyo a la Investigación y las Secretarías estaduales de Salud en siete estados: Alagoas, Goiás, Paraíba, Pernambuco, Piauí, Sergipe y Mato Grosso do Sul. El convenio con las FAPs del nordeste fue suscrito el día 13 de diciembre.

El objetivo es promover la articulación y la integración entre los sistemas estaduales de salud y los de ciencia y tecnología. Le cupo al ministerio identificar las acciones de desarrollo científico y tecnológico en el sector. La propuesta fue sellada en el marco del 1º Fórum Intersectorial de Desarrollo Institucional en Ciencia y Tecnología en Salud, que reunió técnicos del ministerio y diez FAPs.

El ministerio girará 2,68 millones de reales, que serán destinados al financiamiento de investigaciones en áreas consideradas prioritarias para el desarrollo regional e institucional de las secretarías estaduales y de las FAPs. “Por lo menos el 70% de los recursos se destinan a la investigación, y el 30% restante a infraestructura y recursos humanos”, afirmó Beatriz Tess. Mato Grosso do Sul, por ejemplo, contará con 63 millones de reales. Los investigadores también contarán con recursos de administración directa.

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