La FDA, la agencia de alimentos y medicamentos de los Estados Unidos, interrumpió los estudios clínicos que evalúan el trasplante de microbiota fecal (TMF), hasta que esta técnica se muestre efectivamente segura. El órgano tomó esta decisión después de registrar infecciones graves en dos pacientes que habían recibido microbiota fecal de otras personas para combatir las bacterias resistentes a los antibióticos; uno de ellos murió (The New York Times,13 de junio). Según la FDA, los dos pacientes ya estaban con el sistema de defensa comprometido cuando se sometieron al trasplante. Recibieron microbiota fecal del mismo donante, cuyas heces contenían bacterias Escherichia coli resistentes a los antibióticos, según consta en los exámenes realizados después de que los pacientes se enfermaron. Las heces no habían sido testeadas para esa variedad más agresiva de microorganismo antes de ser transferidas a los pacientes. El episodio llevó a la FDA a recomendar que se examinen las heces de los donantes en busca de microorganismos resistentes a los medicamentos antes de que se realice ese tipo de tratamiento y también que no sean usadas en caso de que se encuentren bacterias resistentes. Aún no aprobado para uso clínico por la FDA, el TMF ha sido adoptado experimentalmente para tratar infecciones intestinales graves, especialmente las causadas por la bacteria clostridium difficile. “Aunque apoyamos esta área de descubrimientos científicos, es importante tener en cuenta que el trasplante de microbiota fecal no se produce sin riesgos”, dijo Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la FDA.
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