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Tecnociencia

Inmigración fortalece los lazos de familia

Los hijos de inmigrantes sufren tanto como sus padres los problemas de adaptación a las costumbres y al nuevo estilo de vida del país adonde se mudaron. De acuerdo con un estudio reciente de la Universidad Estadual de Saratov, Rusia, es difícil para esos niños y adolescentes lidiar con los nuevos espacios y vecinos, pero sus relaciones con los padres se vuelven mejores que las establecidas en las familias que permanecen en sus países nativos.

Más allá del stress psicológico generado por la pérdida del antiguo modo de vida y de los amigos de la tierra natal, los hijos de los inmigrantes se adaptan más fácilmente a las nuevas reglas. Pueden, sin embargo, desarrollar un complejo de inferioridad que se expresa en la forma de agresividad y conflictos con los nuevos amigos.

En ese estudio, un grupo de psicólogos entrevistó a 300 niños y adolescentes con edades entre 10 y 17 años de Saratov. La mitad correspondía a hijos de inmigrantes rusos y la otra mitad a habitantes nativos. Los hijos de los inmigrantes se muestran menos felices con sus vidas que los nativos de la misma edad. Estaban también menos satisfechos con su situación en la escuela y con sus casas, pero tenían relaciones más tranquilas y cercanas con los padres – un resultado que puede explicarse por la necesidad de compartir problemas comunes relacionados con la adaptación social.

Indagados sobre el futuro, los dos grupos se mostraron bastante semejantes. De los hijos de los inmigrantes, el 63% ve el futuro como prometedor y favorable, mientras que el 37% espera problemas previsibles, pero superables. En otro grupo, el 70,9% nutre sentimientos positivos sobre el futuro, y el 36,7% espera problemas.

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