Desde el año pasado, los jets de combate JF-17 Thunder, de fabricación sino-paquistaní, y los franceses Dassault Mirage III y IV de la Fuerza Aérea de Paquistán vuelan equipados con un armamento inteligente, el misil antirradiación MAR-1. Lanzado desde aeronaves, este misil se utiliza contra defensas antiaéreas, y su blanco lo constituyen radares ubicados en el suelo, esenciales para la detección de la posición de aviones hostiles. Considerado un arma sofisticada, el MAR-1 fue proyectado y desarrollado por la compañía brasileña Mectron, una de las cuatro empresas del mundo que dominan la tecnología de fabricación de este tipo de armamentos. Las otras tres son las estadounidenses Raytheon y Alliant Techsystems y la rusa Zvesdat.
“Somos la única empresa brasileña con capacidad para proyectar misiles. El desarrollo del MAR-1 revistió un gran desafío para la industria bélica nacional, que se venció con el capital intelectual multidisciplinario con que contamos en Mectron”, afirma el ingeniero aeronáutico Wagner Campos do Amaral Silva, de 57 años, director y uno de los fundadores de la empresa. “El misil también se instalará en un futuro en cazas AMX de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), recientemente modernizados por Embraer”. El proyecto MAR-1 se remonta a 1998, cuando Mectron empezó a desarrollar este armamento por solicitud de la FAB. Diez años después se suscribió el contrato de exportación a Paquistán.
La empresa tiene su sede en São José dos Campos, un polo de la industria aeroespacial brasileña, y opera en los mercados de defensa, aeronáutico y espacial, desarrollando y fabricando productos de alta tecnología tanto para aplicaciones militares como civiles. Fundada a comienzos de los años 1990 por cinco ingenieros egresados del Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA), la empresa fue adquirida en 2011 por Odebrecht Defesa e Tecnologia (ODT), brazo de la organización Odebrecht orientado hacia el desarrollo de soluciones tecnológicas para las Fuerzas Armadas de Brasil.
Empresa |
Mectrom |
Centro de I&D |
São José dos Campos, São Paulo |
Persona |
405 empleados |
Principales productos |
Armamentos inteligentes, radares, sistemas de comunicación y equipos para satélites |
Un equipo calificado
Con una facturación de 124,7 millones de reales en 2014, Mectron posee una estructurada área de investigación y desarrollo (I&D). El año pasado, el 52% de los ingresos de la empresa, el equivalente a 65,5 millones de reales, se destinó a actividades de I&D e innovación. En esa cuenta no entran las subvenciones de proyectos de la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep), por valor de 6,2 millones de reales. Para proyectar y construir equipos tales como armamentos inteligentes, radares, sistemas de comunicación y aviónicos, la empresa cuenta con un especializado cuerpo de colaboradores. De su planta de personal de 405 empleados, alrededor de 300 integran los sectores de I&D, de los cuales 178 son ingenieros. Aproximadamente 70% de dicho personal tiene diploma de educación superior, y el 22% posee posgrado. El ingeniero en computación Henrique Mohallen Paiva, de 36 años, forma parte de ese grupo. Tras obtener los títulos de licenciado, magíster y doctor en el ITA, realizó un posdoctorado en la Universidad Concordia, en Montreal, Canadá.
“En mis estudios de posgrado me dediqué a las áreas de procesamiento de señales y de sistemas de control automático. Sigo estudiando y publicando artículos científicos como becario de productividad en investigación del CNPq [el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico] y como investigador del ITA. El conocimiento académico que adquirí tiene aplicación directa en mis actividades como ingeniero, pues trabajo en un área en que se necesita contar con sólidos conocimientos teóricos”, dice Mohallem, quien trabaja en Mectron desde 2010, y actúa en el proyecto MAR-1 como responsable de la simulación computacional del misil y de sus subsistemas, y del proyecto de sistemas de control automático.
La ingeniera Marta Cristina Suarez Garcia, de 28 años, también se dedica al programa MAR-1. Es la coordinadora de la etapa de certificación del actuador, el subsistema responsable de la deflexión independiente de las superficies aerodinámicas utilizadas para controlar las maniobras del misil en vuelo. Graduada en ingeniería eléctrica por la Facultad de Ingeniería de São Paulo (Fesp), con maestría por la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo (Poli-USP), ingresó a Mectron como practicante en 2012. “Inicialmente me desempeñé en el área de ingeniería industrial implementando mejoras en las áreas productivas y en los procesos de manufactura. Luego me invitaron a integrar el equipo del MAR-1”, dice Suarez Garcia.
Armas inteligentes
Presupuestado en 500 millones, el MAR-1 es el mayor proyecto en desarrollo en los laboratorios de Mectron, pero no es el único. En el área de armamentos inteligentes, el sector principal de la empresa, también se encuentran en construcción dos misiles tipo aire-aire (lanzados desde una aeronave contra otra): los modelos MAA-1B y A-Darter. El primero de ellos es una versión actualizada del misil Piranha, fabricado por Mectron en la década de 1990. “El proyecto Piranha se inició en los años 1970 en la FAB, pero sufrió interrupciones debido a la falta de recursos, los embargos de componentes importados y el fracaso de empresas privadas que no resistieron ante la crisis del sector de la década de 1980. Nosotros entonces concluimos el desarrollo, lo modernizamos y concretamos la certificación y la homologación en los cazas F-5 y F-5M, y fabricamos los lotes que solicitó la FAB”, recuerda Wagner Silva.
El A-Darter es un desarrollo conjunto con la empresa sudafricana Denel Dynamics y las brasileñas Opto y Avibras. Este misil está dotado de múltiples sensores de infrarrojo para la generación de imágenes térmicas del escenario aéreo, lo cual eleva su capacidad de detección y rastreo de blancos. En su fase de industrialización, el A-Darter equipará a los jets multifuncionales de última generación Gripen NG que la FAB le adquirió en 2013 a la empresa sueca Saab.
Al igual que la FAB, la Marina de Brasil es un cliente importante de Mectron. Para la fuerza naval, la empresa desarrolla los proyectos de un misil antibuque, bautizado MAN-SUP, y de un torpedo pesado, conocido en el segmento de defensa por la sigla TPNer. Elaborado en colaboración con la alemana Atlas Elektronik, el TPNer se utiliza en submarinos contra escuadras. “Nuestro fuerte es la ingeniería de sistemas. Desarrollamos y producimos la electrónica embarcada de los armamentos, lo que incluye a los sistemas de computación a bordo, los sensores y los actuadores de comando”, explica Wagner Silva. El plazo para fabricación del TPNer es de ocho años. Los presupuestos de todos esos proyectos no se dan a conocer.
El objetivo del MAN-SUP es el desarrollo de un misil antibuque nacional para su lanzamiento desde una embarcación contra otra en combates en mar abierto, explica el ingeniero aeronáutico Cesar Augusto Buonomo, de 40 años, coordinador técnico del programa en Mectron. Buonomo, quien tiene un máster en aerodinámica, explica que a su equipo le compete el desarrollo del subsistema de guiado, navegación y control del misil. Varias de las tecnologías utilizadas, tales como el radar altímetro para medir la distancia desde el mísil hasta la superficie del mar, el sistema de actuación de las superficies aerodinámicas de control para la realización de maniobras, y las computadoras para la realización de los cálculos de trayectoria, son soluciones desarrolladas por los investigadores de Mectron. Los restantes subsistemas se encuentran bajo la responsabilidad de otras compañías brasileñas del sector de defensa, entre ellas Avibras y Omnisys.
Misiles revitalizados
El ingeniero electrónico Aristóteles de Sousa Carvalho, de 56 años, lidera el área de radiofrecuencia del programa MAN-SUP, coordinando cuatro personas. “Los conocimientos que adquirí en el posgrado en la Universidad de Sheffield, en Inglaterra, resultaron fundamentales para afrontar los desafíos del desarrollo de los subsistemas de radiofrecuencia del MAN-SUP”, dice. El programa, cuya conclusión está prevista para 2017, generará la independencia de la Marina brasileña en lo atinente a esta arma. En ese ínterin, la Marina ha revitalizado sus antiguos mísiles Exocet, de fabricación francesa, en tanto que la Aeronáutica ha optado por comprarle misiles Harpoon a Boeing.
Aparte de misiles y torpedos de última generación, los ingenieros y técnicos de Mectron también participan en el proyecto de un sistema de comunicación por enlace de datos (data-link) de utilización militar denominado Link BR-2. Proyectado para la FAB, este sistema integrará y procesará en tiempo real informaciones intercambiadas entre aeronaves y centros de mando y control con criptografía de datos, voz e imágenes. El proyecto, presupuestado en 250 millones de reales, se encuentra en su fase final de desarrollo.
Otro campo de actuación de Mectron es el sector espacial. La empresa formó parte del consorcio responsable de la construcción del Cbers-4, el Satélite Sino-Brasileño de Recursos Terrestres, lanzado con éxito desde el Centro de Lanzamientos de Taiwán, en China, en diciembre del año pasado. Los investigadores de la compañía estuvieron a cargo del proyecto y la fabricación del Grabador Digital de Datos (DDR), un equipo que efectúa el almacenamiento de las imágenes terrestres captadas por las cámaras del satélite. El Cbers-4 está dotado de cuatro cámaras de alta definición, proyectadas para recabar imágenes del territorio brasileño, especialmente de la Amazonia, para ayudar en el combate contra el desmonte ilegal y los incendios.
Los investigadores de Mectron toman parte en el desarrollo de una Plataforma Multimisión (PMM) para satélites de baja altura del Programa Espacial Brasileño. La PMM es un andamiaje básico para su uso en la construcción de diferentes tipos de satélites. La empresa está fabricando dos subsistemas de la PMM: el de suministro de energía, que contempla paneles solares y sus servoposicionadores, baterías y unidades de condicionamiento y distribución, y el de rastreo, telemetría y telemando, que incluye transpondedores y antenas.
Las instalaciones de Mectron, emplazadas en un predio de 37 mil metros cuadrados ubicado al lado de Embraer y del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), incluye una sala limpia para el montaje de componentes críticos, laboratorios electrónicos, de sistemas aviónicos, de radiofrecuencia y de comunicación, aparte de áreas de montaje mecánico, de integración mecatrónica y de ensayos ambientales. En 2007, la empresa depositó su única patente, relacionada con el desarrollo de una antena de banda ancha del misil MAR-1. “En el mercado de defensa, no constituye una práctica trabajar con registros de patentes”, explica Wagner.
Una dificultad recurrente que enfrentan otras empresas del sector de defensa también llegó a Mectron. “Teníamos la idea de comprarle la antena a un proveedor, pero el Departamento de Defensa de Estados Unidos impidió la concreción del negocio por tratarse de un componente crítico y no autorizó a que Brasil tenga acceso a esa tecnología”, recuerda Wagner. “La salida que encontramos fue hacer el desarrollo de ese componente con nuestro personal. Éste es tan solo un ejemplo de muchas otras situaciones que afrontamos en nuestro día a día.”
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