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POLÍTICAS PÚBLICAS

Investigadores pretenden disminuir la mortandad de murciélagos en los parques eólicos

Miles de animales mueren anualmente debido a colisiones o a las alteraciones en la presión generada por las aspas de las turbinas

Investigadores de la Universidad Federal de Pernambuco (en Brasil) estiman que 160 murciélagos mueren anualmente en tan solo un parque eólico del estado de Rio Grande do Norte

Marília Barros

La producción de energía eólica es responsable de un fenómeno que puede causar un desequilibrio a la biodiversidad: la muerte de miles de murciélagos en todo el mundo. Los datos globales apuntan que éstos son los vertebrados con más muertes documentadas en los parques eólicos. Cada año, se estima que en Estados Unidos, Alemania, Canadá y el Reino Unido mueren un total de 780.000 murciélagos. Por cada megavatio (MW) de capacidad instalada en América del Norte y en Europa Central, mueren anualmente 6 y 7 de estos animales respectivamente; en Latinoamérica, las cifras varían entre 2 y 57 murciélagos por MW al año.

Estos datos, que surgen de investigaciones internacionales, fueron recopilados en un artículo en la revista BioScience, firmado por investigadores de Brasil y otros ocho países. El documento, publicado en abril en la sección Foro, que recoge resúmenes del conocimiento sobre determinados temas con énfasis en la conservación y la gestión, plantea un debate sobre la interacción de los referidos animales con las turbinas y sugiere medidas tendientes a lograr una disminución de esa mortalidad, como la reducción de la velocidad de las aspas en los momentos en que los ejemplares de estas especies son más activos. También propone unificar las leyes al respecto en los países.

“En Brasil, donde los datos con los que contamos aún son escasos, las estimaciones se circunscriben a un parque eólico situado en Rio Grande do Norte, e indican que mueren 2 murciélagos por MW al año”, dice el biólogo Enrico Bernard, de la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE), uno de los autores del estudio. Sin embargo, este dato no puede extrapolarse al resto del país, porque las condiciones locales inciden en la cantidad de muertes en cada parque. El estudio fue el resultado de la investigación de doctorado de la bióloga Marília de Barros, defendida en 2019 en la UFPE bajo la dirección del biólogo. Las estimaciones apuntan que tan solo en ese parque eólico mueren 160 murciélagos por año.

Estos animales mueren al colisionar con los aerogeneradores o por barotraumatismo, una hemorragia interna en los pulmones causada por los bruscos cambios de presión alrededor de las turbinas. En el artículo, los investigadores informan sobre el declive poblacional en Europa Central de las especies con alto riesgo de colisión, como el murciélago arborícola grande, también conocido como nóctulo común (Nyctalus noctula). “Como un parque eólico tiene una vida útil de 20 a 25 años, su impacto acumulativo puede conducir a la extinción de las poblaciones locales”, dice Bernard.

Este tipo de energía está creciendo en todo el mundo: en 2023 se sumaron 117 gigavatios (GW) más de capacidad instalada, un 50 % más que en 2022, según el informe “Global wind report 2024”, del Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC). Según la Asociación Brasileña de Energía Eólica (ABEEólica), Brasil posee 11.000 aerogeneradores instalados en más de 1.000 parques eólicos y 31 GW de capacidad.

“Esto es lo que se conoce como dilema verde, en el que la generación y la expansión de una energía renovable puede traer impactos sobre la biodiversidad”, dice Bernard. También hay problemas con aves e insectos que chocan con las aspas e impactos en la gente, como las molestias causadas por el ruido de los aerogeneradores.

El biólogo explica que no hay consenso sobre por qué las aspas atraen a ciertas especies de murciélagos. Las evidencias, principalmente en los países con clima templado, indican que los insectívoros son los más afectados por las colisiones y los barotraumatismos porque vuelan a mayor altura. En Brasil, también se ven afectados los frugívoros, que se alimentan de frutas y dispersan sus semillas. Estos animales también sufren la pérdida de su hábitat debido a la deforestación para la creación de nuevos parques eólicos, o dejan de frecuentar una zona debido al funcionamiento de las turbinas.

Gaitan Carlos | Thibaud AronsonMurciélagos de las especies Molossus molossus (a la der.) y Artibeus planirostris fueron hallados muertos en un complejo eólico de la ciudad de João Câmara, en Rio Grande do NorteGaitan Carlos | Thibaud Aronson

Para mitigar el problema
El grupo sugiere que los países adopten medidas para mitigar los daños a tres niveles: local, operativo y normativo. El primer paso sería evitar la construcción de usinas en áreas ecológicamente importantes para los murciélagos y en puntos críticos de biodiversidad, que incluyen parte de sus rutas migratorias o los sitios cercanos a cavernas que se sabe que son refugios de estos animales, como así también los lindes de los bosques y cuerpos de agua. La recomendación es que las turbinas se instalen a no menos de 500 metros de distancia de estas zonas.

A nivel operativo, los investigadores recomiendan que los parques eólicos restrinjan su funcionamiento en las horas de mayor actividad de los murciélagos, adoptando lo que se conoce como curtailment, la reducción de la velocidad de las aspas en horarios y épocas en que los animales son más activos. Según datos citados en el artículo sobre las usinas del hemisferio norte, una disminución de un 10 % en la velocidad de rotación en esos momentos evitaría hasta un 80 % de las muertes, con una pérdida de producción de un 3 %.

A nivel regulatorio, el grupo propone la implementación mundial de directrices que apunten a la protección de estos mamíferos en los parques eólicos y una concesión de licencias más estrictas exigiendo un seguimiento y el informe público de datos sobre la mortalidad que ocasionan.

“Esta ha sido una de las mayores dificultades en Brasil. Nuestra deficiencia principal es la falta de información sobre la mortandad”, dice Bernard. Vía correo electrónico, ABEEólica le comunicó a Pesquisa FAPESP que estos datos se encuentran en poder de los organismos responsables de la concesión de licencias ambientales: “No son confidenciales y se publican de acuerdo con la política informativa de cada institución”, informó la asociación. “Cabe destacar, incluso, que muchos organismos de concesión de licencias ya disponen de información y estudios en sus portales de internet. Cualquiera que necesite información sobre un expediente ambiental puede acceder a ella”.

No obstante, Bernard informa que el acceso no es sencillo. “Los datos de los estudios e informes de impacto ambiental deberían ser públicos. Pero las empresas a menudo no los divulgan y conseguirlos a través de las agencias ambientales es toda una odisea”, dice el investigador, quien en 2019 elaboró con Barros un documento técnico que analizó la calidad de la concesión de licencias en 13 estados teniendo en cuenta el impacto sobre los murciélagos.

Para el ingeniero electricista Luíz Carlos Pereira da Silva, de la Universidad de Campinas (Unicamp), quien no participó en los trabajos, la advertencia del grupo internacional refuerza la importancia del establecimiento de programas de monitoreo con datos a los que pueda accederse tras el otorgamiento de las licencias. “De esta forma, pueden desarrollarse estrategias de mitigación y operativas que minimicen la mortandad de estos animales”, dice el ingeniero, coordinador del Centro Paulista de Estudios para la Transición Energética (CPTEn), uno de los Centros de Ciencia para el Desarrollo financiados por la FAPESP.

La ecóloga Ludmilla Aguiar, de la Universidad de Brasilia (UnB), quien tampoco participó en el estudio, hace hincapié en la necesidad de avanzar en las investigaciones sobre la mortalidad y la propia fauna nacional de murciélagos para que las medidas sugeridas se adapten a la realidad del país. “En el hemisferio norte, ellos son más activos en el verano. Aquí se mantienen activos todo el año”, señala. También subraya que el problema va más allá de la cuestión ambiental. “Si miles de animales mueren en las usinas, estamos poniendo en peligro a nuestro mayor producto, que es la agricultura, porque son depredadores naturales de plagas agrícolas”. Aguiar dirigió un estudio publicado en la revista PLOS ONE en octubre de 2022, que estimó que las especies insectívoras pueden evitar pérdidas por 391 millones de dólares por cosecha de maíz en el país.

Artículos científicos
VOIGT, C. C. et. alTowards solving the global green-green dilemma between wind energy production and bat conservationBioScience. abr. 2024.
BARROS, M. A. S y BERNARD, E. “Licenciamento ambiental de parques eólicos no Brasil: Qualidade das diretrizes estaduais para avaliação de impacto sobre morcegos.” En: Artículos de trabajos técnicos. São Paulo: GWEC/Grupo Canalenergia/ABEEólica, Brazil Windpower. p. 504-23. 2019.
AGUIAR, M. S. et alGoing out for dinner ‒ The consumption of agriculture pests by bats in urban areasPLOS ONE. oct. 2021.

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