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Ciencia

La base del SinBiota entra en operación

Ya puede visualizarse vía Internet toda la diversidad paulista, con innumerables datos y centenas de mapas

La biodiversidad paulista hace su debut en el mundo virtual desde este mes en la dirección: www.biota.org.br/sai, el Sistema de Información Ambiental del Programa Biota-FAPESP (SinBiota), con datos de más de 4 mil especies de plantas, animales y microorganismos registrados en el estado. Los datos están organizados o bien en formato de ficha, previamente completada por el propio investigador que recogió la muestra de la especie, o bien representados gráficamente sobre una versión digital -e interactiva- del mapa.

Más que un banco de datos de los 28 proyectos temáticos del Biota -programa de representación gráfica de la biodiversidad y de los recursos naturales paulistas iniciado hace dos años-, el SinBiota es una herramienta virtual para la definición de estrategias de preservación. Con este nuevo instrumento, será más fácil establecer regiones y especies prioritarias para su preservación, proporcionar subsidios para delimitar zonas de expansión agrícola o predecir hacia dónde se puede expandir una ciudad sin perjudicar la biodiversidad. “En 2004, cuando el SinBiota cuente con los datos de la mayoría de estos proyectos temáticos, podremos iniciar los análisis que nos darán una idea de la eficiencia del sistema de conservación in situ en el estado de São Paulo y de cómo y dónde se puede perfeccionar”, afirma Carlos Alfredo Joly, coordinador del SinBiota y del Biota.

El SinBiota, una iniciativa regional de impacto global, introduce la biodiversidad de São Paulo -y, por extensión, de Brasil – en la era digital, tal y como se han realizado otras iniciativas similares en Europa y en Australia. Antes de que acabe el año, además de contar con los primeros registros del Biota, el SinBiota almacenará datos sobre colecciones de especies catalogadas por instituciones nacionales y extranjeras, a través de acuerdos y convenios que se están ultimando, y proporcionará informaciones para otros bancos de datos, de Brasil y del exterior.

Estado actual
Una muestra de la versión inicial del banco de datos: si el internauta está interesado, por ejemplo, en las acacias, el sistema muestra las 50 recolecciones ya realizadas de cinco especies de ese árbol, en especial de la Acacia polyphylla. Se puede saber cuándo, dónde y quién realizó cada recolección, o localizar en un mapa del estado, o de una subregión, las áreas en las que se ha registrado la existencia de cada especie. El sistema permite investigar de varias formas a partir del mecanismo de búsqueda. Entre otras posibilidades, se puede digitar el nombre de la especie buscada, del autor de una recolección, de un municipio o de una cuenca hidrográfica.

Para localizar con precisión la presencia de especies en el territorio paulista, el equipo tuvo que elaborar un atlas virtual. Compuesto de 430 mapas yuxtapuestos en la escala 1:50.000, el atlas es una atracción añadida y sirve de base para estudios ambientales y trabajos de campo. Investigadores y profesores pueden realizar un zoom para ver los puntos en los que aparecen una o más especies, imprimir el mapa y salir al campo para constatar, en el propio terreno la diversidad que la computadora mostró. “Por sí sola, la creación de una base cartográfica digital del estado ya es un paso gigantesco para la investigación”, evalúa Joly.

Tierra y mar
Todavía no están acabados todos los mapas, pero ya hay mucho para ver. Con algunos clics, se ve en la pantalla una carta geográfica del estado que se puede rellenar con una o varias categorías de datos básicos: áreas urbanas, divisiones de municipios, carreteras, unidades de conservación, represas y las 22 cuencas hidrográficas. En un área de 19 cuencas, figuran datos más específicos, sobre el tipo de vegetación: Cerrado (Sabana) y Bosque Atlántico, entre otras. En las tres cuencas restantes, todas del litoral, esas informaciones estarán disponibles antes de que finalice el año.

De las 19 cuencas registradas, la del río Mogi Guaçu, en el noreste paulista, cuenta con la mayor riqueza de datos. Y no podía ser de otra manera: el SinBiota tomó cuerpo a partir de la ciudad de Mogi Guaçu y sus alrededores. Se escogió está región como piloto porque disponía de una buena base cartográfica -44 mapas detallados- y ya existían estadísticas preliminares de flora y fauna en puntos de recolección de especies bien definidos. Por esto, para esta cuenca existen, además de los datos comunes a las otras, informaciones extras como patrón de uso del suelo: están demarcadas las áreas ocupadas por ríos, ciudades, cultivos agrícolas -caña de azúcar, café, cítricos y otros – y de suelo expuesto.

Un punto para destacar del trabajo son las informaciones detalladas sobre drenaje. “Cualquier riachuelo, cualquier manatial, está ahí. Para las otras cuencas, inicialmente, solo señalaremos los principales ríos”, añade Joly. Los mapas se realizan bajo la coordinación de Francisco José do Nascimento Kronka, del Instituto Forestal, ligado a la Secretaría Estatal de Medio Ambiente, y cuentan con la asesoría del Instituto de Geociencias y el Centro de Investigación Agrícola de la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp).

Las informaciones sobre la cuenca de Ribeira de Iguape -probablemente la última en entrar en el SinBiota por contener los mayores remanentes de Bosque Atlántico en las reservas de Juréia-Itatins, Cardoso e Intervales- se analizan en conjunto con la ONG ecológica paulista Instituto Socioambiental. “Si lo tuviésemos que hacer nosotros solos, tardaríamos más y saldría mucho más caro”, dice Vanderlei Perez Canhos, de la Facultad de Ingeniería de Alimentos de la Unicamp, subcoordinador del Biota.

De momento, el atlas abarca solo tierra firme. “Como el equipo de Kronka digitaliza también la plataforma continental del Estado – y hay proyectos de biología marina en el Biota -, al final, tendremos cerca de 450 mapas yuxtapuestos, incluyendo la parte marítima”, revela Joly.

Vale do Paraíba
El sistema se alimenta, sobre todo, por estadísticas con listas de especies registradas en investigaciones anteriores al Programa Biota, además de los resultados iniciales de este programa. En los estudios de campo, los casi 400 investigadores implicados rellenan una ficha – modelo de recolección de datos georeferenciados -con latitud y longitud medidas con un aparato de GPS (Sistema de Posición Global).

La visualización del mapa con todas las recolecciones realizadas antes de junio revela áreas poco exploradas, como el Vale do Paraíba, donde se registraron relativamente pocas especies. La constatación convierte al valle en un campo fértil para la investigación de campo, sobre todo porque abriga los fragmentos del Cerrado (sabana) más próximos del litoral. “Y ninguna área de Cerrado del Vale do Paraíba está dentro de una de las 23 unidades de conservación”, afirma Joly. “Una de las más preservadas pertenece a Aeronáutica y está al otro lado de la Carretera de los Tamoios.”

El SinBiota es paulista, pero pueden contriubuir investigadores de otros estados, con una condición: los datos tienen que ser registrados a través de la ficha modelo del sistema. “Todos los datos serán bienvenidos”, dice el coordinador. Por norma, el sistema respeta la información original registrada. “El autor de la ficha es el único que puede alterar sus datos”, aclara Joly. Cualquier persona, novato o profesional, puede acceder a las fichas, pero no totalmente: algunos datos, como el punto exacto de la recolección, son de acceso restringido y la lista de especies recolectadas solo se libera después de estudios más profundos o de la publicación de artículos.

Además de enriquecerse con el registro directo de datos, el acervo virtual contará con informaciones de las antiguas colecciones de flora y fauna guardadas por museos y herbarios paulistas. Estas colecciones contarán con una versión digital para integrarse al sistema. “Algunas ya tienen un cierto nivel de informatización. Por tanto, solo completaremos la digitalización y conectaremos las colecciones entre sí”, dice Joly.

Datos internacionales
Para aumentar la extensión e incorporar cuanto antes los avances más recientes en informática para biodiversidad, el SinBiota suscribe alianzas estratégicas con museos, herbarios y, en especial, con grandes bancos de datos del exterior. Cuando todo esté conectado, las informaciones sobre el estado serán accesibles a través de estos bancos, que en contrapartida estarán disponibles para los usuarios del sistema paulista. Joly cree que en pocos años será posible ver en la computadora mapas con ríos, cubierta vegetal y distribución geográfica de cualquier especie animal o vegetal ya catalogada, en cualquier lugar del planeta.

Así, será más fácil y más barato buscar los datos que se necesitan. “Imagine el ahorro de tiempo y dinero que causará esta integración: los investigadores brasileños no necesitarán desplazarse hasta Estados Unidos para obtener informaciones”, destaca Joly. Y además, Internet 2 permitirá velocidades de conexión muy superiores a las actuales, garantizando así una consulta ágil.Inicialmente, en un proyecto desarrollado en conjunto con la Universidad de Kansas, Estados Unidos, el SinBiota se integrará al Species Analyst, sistema mundial que ya reúne 20 colecciones biológicas con cerca de 50 millones de registros de la existencia de animales, vegetales y microorganismos en América del Norte y Europa. Es el primer gran paso para la internacionalización del sistema.

En agosto, cumplido ya el período de pasantía de un añoen la Universidad de Kansas para entender la tecnología de la conexión de estas colecciones en un mismo banco de datos, el ingeniero en computación Ricardo Scachetti Pereira irá al flamante Centro de Referencia e Información Ambiental (Cria), sociedad civil sin fines de lucro (www.criabr.org.br) localizada en las proximidades de la Unicamp y que administrará el acervo y los proyectos del Biota. “Una de mis responsabilidades consistirá en desarrollar un sistema similar que, en la primera etapa, integrará 12 colecciones biológicas del estado de São Paulo”, informa Pereira.

“Queremos crear herramientas propias para la realidad brasileña, como ya lo están haciendo otros países”, dice el subcoordinador Canhos. El Cria, además, es referencia para otro gran banco de datos, el Species 2000, coordinado por la Universidad de Reading, Inglaterra. El objetivo de este proyecto, con el cual el Biota mantiene lazos, es elaborar un catálogo con 1.8 millón de organismos ya descritos en el mundo.

EL PROYECTO
Sistema de Información Ambientaldel Programa Biota-FAPESP (SinBiota)
MODALIDAD
Proyecto temático
Coordinador
Carlos Alfredo Joly – Unicamp
Inversión
R$ 1.074.782,00 más US$ 48.800,00

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