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Estrategias

La batalla de los gorilas

Sudáfrica y la República de Camerún entablan una guerra diplomática por la posesión de cuatro gorilas capturados en las selvas camerunesas en 2001. Los primates, de la subespecie de gorilas que habita las llanuras africanas, fueron llevados cuando aún eran bebés al país vecino Nigeria, y después vendidos a Malasia. Ese tipo de comercio es prohibido por la Convención sobre Comercio Internacional de Especies de Flora y Fauna Silvestre (Cites), pero los contrabandistas fraguaron documentos para dotar de asidero a la transacción.

Cuando se descubrió esto, Malasia acordó mandar a los gorilas hacia donde la Cites estipulara. Se decidió que irían al zoológico de Pretoria, Sudáfrica, que los reclamaba. La justificación para ello es que los animales no estarían seguros en su hábitat natural, donde son víctimas de la deforestación, el comercio de carne de gorila y los brotes del virus ébola. El gobierno camerunés afirma que estarían a salvo, en un santuario de primates. Y acusa a Sudáfrica de usufructuar la situación para obtener animales codiciadísimos por los zoológicos. En abril, cuarenta primatólogos, liderados por la célebre investigadora Jane Goodall, dieron a conocer un documento afirmando que el santuario en Camerún es su destino ideal. Mientras tanto, las autoridades sudafricanas ganan tiempo. Sostienen que la devolución sería coordinada por una comisión de expertos, que jamás se formó.

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