Archivo Personal JCPDEn 1940, una paciente que tenía un síntoma característico de la enfermedad de Chagas – la hinchazón en uno de los ojos, conocida con el nombre de signo de Romaña – llevó a Amílcar Martins, investigador del Instituto Ezequiel Dias, de Belo Horizonte, hasta Bambuí, una localidad ubicada en el oeste de Minas Gerais. Allí se percató de que se encontraba ante un foco altamente endémico de la afección, y solicitó a Emmanuel Dias y Cecílio Romaña, del Instituto Oswaldo Cruz (IOC) de Río de Janeiro, que visitaran la localidad. Fue en aquella ciudad, ubicada cerca de la cabecera del río São Francisco, que se concretaron las principales experiencias que permitieron combatir con gran éxito el mal en Brasil. Emmanuel Dias (1908-1962) fue el principal personaje de esa segunda fase de descubrimientos sobre la transmisión de la enfermedad.
Carlos Chagas causó asombró en abril de 1909, al comunicar a la comunidad científica que había descubierto una nueva dolencia humana, y también su agente (el protozoo Trypanosoma cruzi) y el vector (la chinche hematófaga conocido como vinchuca). Es un caso único en la historia de la medicina brasileña que un mismo científico haya logrado identificar los tres factores. Esta enfermedad ocasiona a menudo la muerte en razón de los serios trastornos cardíacos provocados por el T. cruzi.
Archivo Personal JCPDDesde 1908, cuando Chagas empezó sus estudios, hasta 1940, habían sido detectados tan sólo 29 casos agudos, todos en el norte de Minas Gerais. Con la epidemia de Bambuí, Emmanuel Dias fue destacado para hacerse cargo de las investigaciones en la ciudad, donde identificó el 80% de las casas con infestación de vinchucas – en la periferia, la mitad de la población estaba infectada. En 1943 Dias instaló en la ciudad el Centro de Estudios y Profilaxis de la Afección de Chagas, un puesto avanzado del IOC (actual Fiocruz). Mapeó la localidad y empezó una lucha sin tregua para eliminar al insecto. En la época, ni tampoco hoy en día, no existía una vacuna o un tratamiento eficaz para la enfermedad. En total se describieron 368 casos agudos y alrededor de 10 mil casos crónicos de la dolencia.
Archivo Personal JCPDLa vinchuca llegó a Bambuí con el ferrocarril y la inmigración. Una vez instalada, encontró las condiciones ideales para procrearse: las casas eran miserables, de tapia o madera. Dias sabía que la única posibilidad de detener la transmisión sería eliminando al vector. Por eso probó con todos los métodos – del lanzallamas al gas cianídrico, desde compuestos de soda cáustica a querosén. “Llegó incluso a intentar comprar vinchucas, pero eran tantas que le faltó dinero”, comenta João Carlos Pinto Dias, uno de los cinco hijos de Emmanuel, investigador del Centro de Investigaciones René Rachou, de Belo Horizonte, y actualmente director del centro que su padre creó. Los mejores resultados se obtuvieron con el hexaclorocilo-hexano, el BHC, un insecticida posteriormente prohibido.
Archivo Personal JCPDDias fue a las escuelas, escribió artículos, llevó autoridades nacionales a conocer la ciudad infestada y logró mejorar el nivel de algunas casas, como las de los ferroviarios de la antigua empresa Rede Mineira de Viação, con cemento y el blanqueado con cal. Esas fueron las primeras campañas contra la enfermedad, después llevadas adelante por el propio investigador en todo Brasil y en Chile, Uruguay, Venezuela, Costa Rica y Argentina, hasta su muerte en 1962, en un accidente automovilístico. “En la actualidad, la infestación en Bambuí es nula”, informa João Carlos. Y en 2006, la Organización Panamericana de la Salud (Opas) certificó al país por la interrupción de la transmisión de la enfermedad de Chagas en su territorio nacional. En agosto de 2008, el presidente de la Fiocruz, Paulo Buss, proclamó a Emmanuel Dias, con motivo de un homenaje público, como el científico que produjo el mayor impacto en el enfrentamiento de la enfermedad.
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