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Planificación

La conferencia nacional reúne recomendaciones para la elaboración de un nuevo plan brasileño de CT+I

El encuentro realizado en Brasilia y los eventos preparatorios movilizaron a la comunidad científica

La ceremonia de apertura de la conferencia, el 30 de julio, reunió a 1.200 personas y contó con la presencia del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ministros y funcionarios públicos

Léo Ramos Chaves / Revista Pesquisa FAPESP

A lo largo de tres días, algo más de 2.500 personas participaron en forma presencial o en línea, vía internet, de una maratón que incluyó 54 mesas redondas y 7 sesiones plenarias, en las que se recogieron orientaciones con miras a la formulación de un plan nacional de ciencia, tecnología e innovación para los próximos 10 años en Brasil. En la 5ª Conferencia Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (CNCTI), que se llevó a cabo en Brasilia entre el 30 de julio y el 1º de agosto, se abordaron temas tales como la importancia de las políticas científicas orientadas a superar los grandes retos de la sociedad, el futuro de la inteligencia artificial en el país y el combate contra la desindustrialización. También se recopilaron sugerencias concretas para ampliar la financiación de la ciencia, invertir en la formación científica, fortalecer las instituciones de investigación y las startups y hacer frente a la desinformación, entre otras.

Los resultados de este esfuerzo colectivo se conocerán dentro de algunas semanas, cuando una comisión encargada de organizar las recomendaciones formuladas en la conferencia de Brasilia y en otros 221 eventos preparatorios le entregue al gobierno nacional un resumen ejecutivo y un libro que recopila lo más sustancial entre miles de reflexiones y demandas presentadas por científicos, gestores, empresarios y estudiantes. “Entre las propuestas presentadas por los participantes, sobresalen algunos temas, como la necesidad de promover la divulgación y popularización de la ciencia y la llamada ciencia abierta, que busca compartir el conocimiento y fomentar la participación de la sociedad en todas las etapas de la investigación científica”, dijo la científica de la computación Francilene Procópio Garcia, vicepresidenta de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC) y coordinadora de la subcomisión de sistematización y documentación encargada de compilar las ideas. “La conferencia fue convocada por la Presidencia de la República y es de carácter consultivo. La comunidad respondió a la convocatoria y ahora le cabe al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación evaluar estas contribuciones y tenerlas en cuenta para la elaboración del plan decenal que formulará”. Hace 14 años que el país no promovía una conferencia de esta naturaleza. El tema oficial del evento fue Ciencia, Tecnología e Innovación para un Brasil Justo, Sostenible y Desarrollado.

Varios de los debates estuvieron atravesados por la búsqueda de nuevas formas de financiación. En la sesión de apertura de la conferencia, el físico Sergio Machado Rezende, exministro de Ciencia y Tecnología y secretario general de la 5ª CNCTI, propuso crear nuevos Fondos Sectoriales de Ciencia y Tecnología o ampliar el alcance de los fondos existentes para aumentar la contribución de sectores tales como el agronegocio, los bancos y las grandes empresas tecnológicas en la promoción de la ciencia. “Estos segmentos utilizan los recursos humanos cualificados que forma el país y podrían contribuir en mayor medida a la financiación”, dijo. Los Fondos Sectoriales, creados a finales de la década de 1990, abastecen al Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FNDCT), la principal herramienta federal de inversión en investigación e innovación, con la recaudación tributaria procedente de empresas de 14 distintos segmentos de la economía.

Una presentación de la Orquesta Alada Trovão da Mata, un grupo musical local, precedió a la apertura del eventoLéo Ramos Chaves / Revista Pesquisa FAPESP

En una mesa redonda en la que se debatió el futuro del FNDCT, Carlos Américo Pacheco, profesor del Instituto de Economía de la Universidad de Campinas (Unicamp) y director presidente del Consejo Técnico Administrativo de la FAPESP, propuso crear los medios para la utilización del saldo financiero del fondo, que a finales de 2023 ascendía a un monto de unos 18.900 millones de reales. Este dinero proviene de los recursos de los Fondos Sectoriales, pero la ley presupuestaria no autorizó su aplicación. Como la Ley Federal nº 177 de 2021 prohibió la retención de los fondos del FNDCT, el dinero sigue estando disponible, aunque no se haya autorizado su uso.

Pero, ¿qué se puede hacer para desbloquearlo? Pacheco sugirió negociar con los ministerios del área económica para permitir su utilización en operaciones crediticias destinadas a empresas innovadoras, que hoy en día representan la mitad de las inversiones del FNDCT. “Si estos fondos se utilizaran para operaciones de crédito, no se contabilizarían en el déficit primario, porque retornarán cuando se devuelvan los préstamos al agente financiero”, dice. De esta manera, los recursos presupuestarios actualmente utilizados para préstamos podrían liberarse para otro tipo de inversiones. Una segunda fuente de recursos podría ser el Fondo Social del Presal, que se nutre de las regalías procedentes de la explotación petrolera. Una auditoría del Tribunal Federal de Cuentas reveló que los recursos de este fondo se utilizaron para aplicaciones no previstas por la ley. “Existe una propuesta de un dispositivo legal para la asignación de recursos al área de ciencia, tecnología e innovación que ascenderían al 10 % del total recaudado, conforme a un proyecto de ley que se está tratando en la Cámara de Diputados”, dijo Pacheco. “En la práctica, este 10 % equivale al monto actual invertido por el FNDCT”.

Los obstáculos que enfrentó el país durante la pandemia fueron otra referencia recurrente. La economista italiana Mariana Mazzucato, quien participó en forma virtual, habló del rol del Estado y de la importancia de su capacidad organizativa para estimular la innovación. Investigadora de la University College London (Reino Unido), y autora del libro O Estado empreendedor [El Estado emprendedor] (Companhia das Letras, 2014), ella hizo hincapié en que las denominadas asociaciones público-privadas deben evitar las relaciones asimétricas, garantizando que el sector empresarial haga su parte e invierta en investigación y desarrollo en sectores tales como el agronegocio, el aeroespacial, el automovilístico y el metalúrgico. Mencionó como un ejemplo positivo de asociación a la vacuna de AstraZeneca contra el covid-19, desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, que garantizó precios accesibles. “Este es un modelo de negociación que debe estar definido en nuestro ecosistema, sobre todo en el área de la salud, donde muchos de los recursos provienen de la inversión pública”, subrayó.

La investigadora bahiana Gabryele Moreira, doctoranda en un programa del Instituto de Investigaciones Energéticas y Nucleares (Ipen), y la fila de participantes arribando a la apertura de la conferenciaLéo Ramos Chaves / Revista Pesquisa FAPESP

La ministra de Salud de Brasil, Nísia Trindade, es partidaria de una mayor inversión en el complejo industrial de la salud. “La dependencia de la importación de productos deja en una situación vulnerable al Sistema Único de Salud [SUS, la red nacional de salud pública], algo que quedó en evidencia en la pandemia”, dijo. Según ella, más del 90 % de los principios activos farmacéuticos que se utilizan en Brasil para la producción de medicamentos se importa y solo la mitad del instrumental médico se produce en el país. Trindade dijo que el gobierno ha buscado reanudar las inversiones en el complejo industrial de la salud y anunció la apertura de nueve concursos públicos para incentivar las investigaciones en el área, que contemplan inversiones por 234 millones de reales.

La conferencia sirvió como marco para el anuncio de nuevas políticas públicas. La de mayor impacto fue el lanzamiento del Plan Brasileño de Inteligencia Artificial (PBIA) para los próximos cuatro años (2024-2028). El plan propone, por ejemplo, la ampliación de la supercomputadora Santos Dumont, del Laboratorio Nacional de Computación Científica de Petrópolis (Río de Janeiro), y la creación de una infraestructura nacional de almacenamiento de datos en la nube que funcionará como alternativa a los repositorios de las grandes empresas tecnológicas. “Partimos de la constatación de que la excesiva concentración de poder, datos y recursos en pocas empresas y pocos países puede traer aparejada la exclusión de gran parte de la humanidad de los beneficios que aporta esta tecnología”, dijo el secretario ejecutivo del MCTI, Luis Fernandes, quien coordinó la elaboración del plan.

El documento detalla de qué manera serán invertidos en los próximos cuatro años los alrededor de 23.000 millones de reales procedentes del FNDCT, de la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) y del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), del sector privado y de las empresas estatales, con base en cinco ejes principales: infraestructura, formación y capacitación personal, mejora de los servicios públicos, innovación empresarial y apoyo a la regulación y la gobernanza de la inteligencia artificial.

La Finep propuso directrices para ampliar la financiación a las llamadas deep techs, startups basadas en investigaciones científicas e ingeniería que buscan soluciones avanzadas a problemas complejos, como el tratamiento de enfermedades o aquellos asociados al cambio climático. Uno de los mayores obstáculos que enfrentan estas empresas, dijo Fernando Peregrino, jefe de gabinete de la presidencia de la Finep, reside en que necesitan grandes inversiones de alto riesgo y requieren mayores aportaciones en sus fases iniciales. El documento intitulado “La estrategia nacional de apoyo a las startups deep techs y sus ecosistemas en Brasil” propone una simplificación de los trámites regulatorios y jurídicos. También hace hincapié en la necesidad de crear modelos de financiación mixtos ‒que incluyan fondos públicos, privados y filantrópicos‒ y en la utilización de contrataciones gubernamentales para la adquisición de los productos que ofrecen las deep techs.

Francilene Procópio Garcia, vicepresidenta de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC), y el cacique Payayá, de Chapada Diamantina, participantes de la conferenciaLéo Ramos Chaves / Revista Pesquisa FAPESP

El público participante en la conferencia presentó al menos 400 sugerencias a través de una plataforma interactiva: Strateegia. Un participante que no se identificó sugirió ampliar las atribuciones de la política industrial brasileña para incluir áreas tales como nanotecnología, nuevos materiales, fotónica y metrología e instrumentación. “Estas son áreas en las que Brasil cuenta con investigación de excelencia y alto potencial de creación de una base industrial tecnológica”, argumentó. Otro participante propuso que el Programa Espacial Brasileño incorpore proyectos de interés de otros ministerios, además del MCTI, en áreas tales como cambios climáticos, agricultura y planificación urbana, para ampliar su presupuesto, actualmente escaso, con fondos procedentes de esas carteras. Una acción coordinada de los interesados en la divulgación científica usó la plataforma para reivindicar, en prácticamente todas las mesas redondas y sesiones plenarias, una mayor inversión en iniciativas de popularización de la ciencia.

Las propuestas de los conferencistas y del público fueron recopiladas por los relatores de las plenarias y mesas redondas y enviadas a la subcomisión de sistematización. Se añadirán a las recomendaciones formuladas en los 221 eventos preparatorios celebrados entre noviembre del año pasado y mayo de este año: 18 conferencias temáticas, 27 estaduales, 14 municipales y 5 regionales, además de 157 conferencias libres. “Estos encuentros contaron con la participación significativa y sorprendente de casi 100.000 personas”, destacó Rezende, secretario general de la conferencia.

Las sugerencias de los eventos preparatorios habían sido recopiladas en dos libros electrónicos, con la ayuda de un software de inteligencia artificial que transcribió y organizó por temas los miles de formularios completados y las más de 4.000 horas de grabación de debates y disertaciones. El resultado fue un conjunto de resúmenes y síntesis ordenados siguiendo los ejes y temas de la conferencia. Estos dos libros han ayudado a orientar los debates en Brasilia. En opinión de la biomédica Helena Nader, presidenta de la Academia Brasileña de Ciencias, quien participó en cuatro de las sesiones plenarias y mesas redondas del evento, la 5ª CNCTI cumplió su objetivo, pero ahora vendrá la tarea más importante, que consiste en llevar a la práctica las recomendaciones. “El encuentro fue hermoso. Fue muy interesante ver a estudiantes, investigadores y empresarios debatiendo sobre el futuro. Ahora tenemos que bregar para que las medidas puedan implementarse”, dijo. “En los debates al respecto de la llamada Amazonia Azul, noté que las propuestas fueron similares a las de la conferencia realizada en 2010, que no llegaron a implementarse”, dijo, refiriéndose a la región costera y oceánica de 4,5 millones de kilómetros cuadrados de la plataforma continental brasileña. “No nos engañemos: necesitaremos nuevas fuentes de financiación para transformar estas sugerencias en acciones”.

Este artículo salió publicado con el título “Pensamiento colectivo” en la edición impresa n° 343 de septiembre de 2024.

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