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Tecnociencia

La contaminación en la génesis de los rayos

Metrópoles de todo el mundo son fustigadas por una cantidad cada vez mayor de rayos, no solamente a causa del fenómeno conocido como islas de calor – el aumento de la temperatura en las regiones urbanas ocasionado por la impermeabilización del suelo y las construcciones de concreto. “La contaminación atmosférica también desempeña un importante papel en la incidencia creciente de los rayos”, sostiene Osmar Pinto Júnior, con base en un estudio realizado con Kleber Naccarato y Iara de Almeida Pinto, otros dos investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe, sigla en portugués), y publicado en la revista Geophysical Research Letters.

Los estudiosos realizaron un seguimiento de las tempestades entre los veranos de 2000 y 2002 en tres regiones metropolitanas del estado de São Paulo – la de la capital, en Campinas y en São José dos Campos – y comprobaron el aumento de la incidencia de rayos: juntas, estas tres regiones fueron blanco de 310 mil rayos durante el período analizado y sufrieron una densidad de descargas eléctricas entre un 60% y un 100% mayor que en regiones próximas menos urbanizadas. Tales datos combinaban con la teoría de las islas de calor.

Pero el estudio específico de la Región Metropolitana de São Paulo reveló que los rayos se intensificaban siempre que las partículas en suspensión existentes en el aire aumentaban de volumen, de acuerdo con mediciones realizadas por la Compañía de Tecnología de Saneamiento Ambiental (Cetesb). Se cree que la contaminación ejerce un doble efecto sobre las tormentas. Por una parte, colabora para la elevación de la temperatura, potencializando las islas de calor. Por otra, las partículas en suspensión forman núcleos de condensación en la atmósfera, que hacen que se junten en las nubes más moléculas de vapor de agua y que se formen más partículas de hielo. La fricción entre estas partículas produce cargas eléctricas que se acumulan –y que luego se convierten en rayos.

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