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Tecnociencia

La cultura machista vuelve más difícil la lucha contra el SIDA

Una serie de estudios, publicados en agosto en el suplemento sobre prevención contra el VIH de la Revista de Saúde Pública, muestra que prevalece entre los hombres la creencia de que no existe riesgo de infectarse –principalmente en las relaciones sexuales dentro del propio casamiento o con compañera fija– y de que solamente el hombre traiciona a la compañera –una actitud vista en la mayoría de los casos como aceptable. Esa visión es fuerte entre los 279 conductores de camiones que trabajan en el Puerto de Santos, entrevistados por investigadores de Santos y de las universidades de São Paulo (USP) y de California.

Pese a que el 93% de los camioneros manifestó tener compañeras fijas (esposas o novias), la mayor parte (66%) mantenía relaciones sexuales fuera de la relación, con amantes frecuentes o prostitutas. La mayoría (el 69%) creía que no corría riesgo de infectarse con el VIH, pese a que el uso de preservativo osciló mucho: de un 6% (en casos de penetración vaginal con amante fija) a un 66% (en casos de sexo vaginal con profesionales del sexo). Entre los choferes, era común la idea de que solamente el hombre busca relaciones extraconyugales, aunque parte de éstos mantuviera relaciones con mujeres casadas –algunas de éstas, mujeres de otros camioneros.

También llamó la atención el hecho de que el riesgo fuese depositado en el compañero sexual y no en propio comportamiento. Cristiane Meireles da Silva, del Instituto de Psicología de la USP, observó un punto de vista similar al entrevistar a diez hombres casados de la periferia de São Paulo: el uso de preservativos se restringía prácticamente a las relaciones extraconyugales, pero no en el sexo con la propia mujer. Esos hombres cultivan un concepto de fidelidade masculina diferente, que no significa tener una única compañera, sino respetar a la esposa  al usar condón en las relaciones fuera del casamiento.

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