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Estrategias

La disputa por las becas de estudio

Apareció en el New York Times: la tradición de los millonarios estadounidenses de legar parte de su fortuna a universidades generó un efecto colateral, aunque raro. Algunas becas de estudio financiadas por beneméritos están vacantes porque es difícil encontrar a quienes se encajen en las exigencias registradas en testamento.

En el Hamilton College hay una beca destinada solamente a los descendientes del patrono Elias Leavenworth, banquero que murió en el siglo XIX atormentado con la mediocridad intelectual de sus hijos y nietos. Pero, desde 1994, no hay candidatos a esa vacante. El Vassar College también tiene una beca ociosa legada por el millonario Calvin Huntington a estudiantes con su apellido.

La Universidad de California en San Diego obtuvo en la Justicia el derecho de renegar el deseo de un empresario que instituyó una beca en ingeniería aeronáutica exclusivamente para huérfanos de judíos. Como la beca se quedó inactiva por más de una década, hoy puede ser disputada por judíos con padres vivos y se extiende a otras carreras.

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