Imprimir Republish

Demografía

La expansión de las ciudades

Según los físicos, los centros urbanos medios crecen en forma más acelerada

Avenida São João, en São Paulo, 1955: una metrópolis en expansión

Ilustraciones: Jan Eckschmidt / Reproducciones del libro “São Paulo en el umbral de su quinto siglo Avenida São João, en São Paulo, 1955: una metrópolis en expansiónIlustraciones: Jan Eckschmidt / Reproducciones del libro “São Paulo en el umbral de su quinto siglo

Un estudio internacional encabezado por físicos de Estados Unidos, reveló nuevos conceptos y fórmulas matemáticas que explican cómo es que las ciudades crecen. Ese trabajo, realizado por un grupo del que participa un físico brasileño, José Soares de Andrade Jr., de la Universidad Federal de Ceará, indicó que en promedio, las ciudades pequeñas y medianas crecen proporcionalmente en forma más rápida que las grandes y también presentan mayores variaciones de crecimiento entre sí: dos ciudades medianas similares, con la misma cantidad de población, pueden presentar destinos muy diferentes décadas más tarde, una habiendo crecido en población y espacio y otra sin haber salido del estancamiento. Las ciudades grandes crecen de manera más uniforme, con menores fluctuaciones en torno al promedio de crecimiento.

Estos resultados contrarían una ley referente a la expansión demográfica humana, conocida como ley de Gibrat, según la cual todas las ciudades crecerían en forma similar, sin importar su tamaño. Hasta podría tener implicaciones sociopolíticas, considera Andrade, uno de los autores del estudio que detalla esos hallazgos en la edición del 2 de diciembre de la revista PNAS. Debido a esas variaciones acerca del crecimiento de la población, mucho mayores en ciudades menores, sostiene, el estudio sugiere que un plan de inversión en ciudades pequeñas se encontraría sujeto a mayores riesgos que en una gran ciudad.

El equipo coordinado por Hernán Makse, de la Universidad de Nueva York, creó un método propio para estudiar el crecimiento de las ciudades. Inicialmente los físicos aplicaron mallas cuadradas con unidades o células- de tamaños variables, sobre tres áreas bastante diferentes entre sí. La primera zona fue Gran Bretaña, con casi 200 mil kilómetros cuadrados (Km2) y 60 millones de personas, cubierta por una red con 5,7 millones de células de 200 metros cuadrados (m2). La segunda área escogida fue el territorio continental de Estados Unidos, de 7,4 millones de km2, donde residen 303 millones de personas, dividido en 59,4 millones de células de 2 km2. La tercera era todavía más amplia: 53 países de África, con 30 millones de km2 y 933 millones de personas, cortados por 500 mil células de 7,4 km2. Los físicos aplicaron la malla sobre dos momentos temporales ?el comienzo de la década de 1980 y de la de 1990, en el caso de Gran Bretaña, por ejemplo- y dejaron a la computadora calcular las variaciones de población en cada célula por medio de una técnica numérica denominada algoritmo de agrupamiento de ciudades (CCA, su sigla en inglés). Ese algoritmo, que ellos mismos crearon, provee el índice de crecimiento poblacional y los movimientos de expansión, agregado o división de las ciudades.

El promedio del crecimiento de las ciudades decrece a medida que las ciudades crecen, dice Andrade, quien regresó a Fortaleza durante el mes pasado, luego de trabajar siete meses en la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zurich, Suiza. El hecho de que no exista un valor típico para el crecimiento de las ciudades caracteriza lo que los físicos denominan ley de potencia, sin regularidades y variaciones claras tales como la altura de las personas, que presentan en promedio 1,65 metros, con 20 centímetros más o menos. Una de las consecuencias de las leyes de potencia reveladas en el estudio son las correlaciones de largo alcance: el crecimiento de las ciudades de cualquier tamaño puede influenciar el crecimiento de ciudades muy distantes.

La ciudad y la expansión urbana, ¿pueden analizarse mediante ese tipo de abordaje típicamente positivista?, cuestiona el demógrafo Roberto Luiz do Carmo, investigador  del Núcleo de Estudios de la Población (Nepo) de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp). Tengo la impresión de que no necesariamente. ¿Será que las ciudades de África pueden ser tratadas de la misma manera que las ciudades de Estados Unidos? Las ciudades, recuerda él, reflejan historias y procesos sociales de ocupación de espacio propios. ?El crecimiento de las ciudades medianas acompañó el proceso de constitución de las grandes metrópolis brasileñas, aunque presentando aspectos típicos de la urbanización brasileña, tales como la ocupación de espacios discontinuos en relación con el casco urbano, con la finalidad específica de valorar esos espacios vacíos.

El estudio de los físicos aparece en un momento en que el fenómeno de urbanización en Brasil y en otros países asume nuevos patrones demográficos y morfológicos, otorgando espacio para aglomeraciones urbanas más diversas, observa la geógrafa Maria Encarnação Sposito, profesora de la Universidad Estadual Paulista (Unesp) de Presidente Prudente. La urbanización difusa puede ser una explicación para las ciudades menores con mayor crecimiento, dice Maria Encarnação, coordinadora de la Red de Investigadores sobre Ciudades Medianas (ReCiMe), con representantes de 14 universidades en Brasil, dos en Argentina y una en Chile. Lo que caracteriza a la urbanización actualmente, desde el punto de vista morfológico, es mucho más el conjunto de flujos que las continuidades territoriales, dice ella, recordando que en la ciudad de São Paulo, por ejemplo, existen más ómnibus hacia Campinas, a 100 kilómetros de la capital, que hacia barrios periféricos como Jardim Ângela

Republicar