Un programa pionero de apoyo a empresas de base tecnológica cumplió en Brasil 20 años en 2017. El Programa de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (Pipe) de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo (FAPESP, por sus siglas en portugués) ha contemplado hasta la fecha más de 1.700 proyectos, y ha invertido más de 360 millones de reales en 1.100 pequeñas y medianas empresas que pretenden transformar conocimiento en nuevos productos o servicios. En el reportaje estampado en la portada de esta edición internacional que reúne artículos publicados entre mayo y agosto de 2017 se narra la historia del Pipe, que se inspira en el programa estadounidense SBIR (Small Business Innovation Research).
Como líder mundial en el cultivo de caña de azúcar, resulta natural que Brasil le preste atención a la investigación científica y tecnológica referente al mismo. En 2017, la empresa CTC (Centro de Tecnologia Canavieira), con sede en el interior del estado de São Paulo, desarrolló una caña dulce transgénica resistente al barrenador de la caña de azúcar, la principal plaga de los cañamelares. Esta variedad fue aprobada para su uso por la CTNBio, el ente nacional brasileño encargado de efectuar la evaluación de bioseguridad de los organismos genéticamente modificados en el país.
El acercamiento de investigadores de las áreas de las ciencias humanas y sociales a los científicos de la computación ha dado como resultado el surgimiento de un nuevo campo interdisciplinario que lleva el nombre de humanidades digitales. Se trata de una vía de doble mano: para los científicos sociales, la existencia de grandes bancos de datos económicos y sociales y la digitalización de colecciones artísticas e históricas han expandido los frentes de investigación; en tanto, los científicos de la computación afrontan el reto de crear herramientas con miras a atender las demandas de las humanidades. Otra vertiente de este nuevo campo consiste en el estudio del rol de la tecnología digital en el seno de la sociedad. Una de sus características interesantes que se retratan en el artículo referente al tema, que comienza en la página 60, apunta que los investigadores han incorporado herramientas y conceptos de otras áreas a sus actividades.
Dos artículos que se publicaron en la revista Nature muestran los resultados a los que arribaron dos grupos de investigación distintos, que trabajaron simultáneamente con diferentes recursos para monitorear la evolución del genoma del virus del Zika. Con el objetivo común de entender qué sucedió durante la reciente epidemia de esta enfermedad, como así también el de prever nuevos brotes y mantener actualizados los métodos diagnósticos, y mediante una combinación de datos epidemiológicos y genéticos, estos estudios mostraron que el virus del Zika circuló silenciosamente por el continente americano durante al menos un año antes de que se lo considerase como un peligro para la salud pública. Uno de estos proyectos contó con el aporte de un laboratorio móvil y una tecnología portátil de secuenciación genética, herramientas con las cuales se buscaron pistas referentes al derrotero del virus desde que llegó a Brasil, probablemente en febrero de 2014.
Latinoamérica es el tema de la entrevista con la historiadora Maria Ligia Prado, quien estudia desde hace casi cinco décadas la historia de la región y las interpretaciones concernientes a su desarrollo. Para la investigadora brasileña, la identidad de América Latina, una cuestión inherente a la región desde su independencia, es un tema delicado. La construcción de una identidad, sea la que sea, deja fácilmente de lado las diferencias y los conflictos, y hace posible que el otro pase a verse como un enemigo. Para Prado, el antídoto contra esto reside en el espíritu crítico.
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