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Artes Plásticas

La obra de Tomie Ohtake

Un proyecto financiado por la FAPESP contabiliza 1.200 trabajos de la artista dispersos por todo el país y en el exterior

DIVULGACIÓNPintura de 1952: el proyecto ayuda a organizar informaciones sobre el arte brasileñoDIVULGACIÓN

La reciente inauguración del Instituto Tomie Ohtake, en el barrio de Pinheiros, en São Paulo, reavivó el brillo en la mirada de aquellos que se resentían porque nunca más habían visto surgir en la ciudad nuevas instalaciones culturales de gran porte desde la apertura del Centro Cultural São Paulo, hace 20 años. Este espacio, vinculado a un centro comercial de oficinas, parece haber nacido bajo los nuevos lineamientos que orientan los emprendimientos culturales: la asociación con la iniciativa privada.

Proyectado por Ruy Ohtake, uno de los hijos de Tomie, el instituto cuenta con 12 salas para exposiciones, cuatro salas de espectáculos, restaurante, librería, local comercial de diseño y una cafetería. La construcción del edificio completo demandó cuatro años y fue financiada por el Laboratório Aché, con un costo total de 100 millones de reales.

El apoyo que la FAPESP brindó al Proyecto Tomie Ohtake (de catalogación y análisis de la obra de la artista) también contribuyó para el éxito del instituto, que ya es visto con buenos ojos en los medios culturales, principalmente a causa de los eventos que lo inauguraron – una retrospectiva de la carrera de Tomie Ohtake, una muestra de la artista de Minas Gerais Rosângela Rennó y dos exposiciones colectivas de arquitectura y diseño. La investigación fue encabezada por Ricardo Ohtake, otro hijo de la artista y director del instituto, y por el profesor Miguel Wady Chaia, coordinador del Núcleo de Estudios de Arte, Medios de Comunicación y Política (Neamp) de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP).

La idea surgió hace cuatro años, cuando Ricardo percibió la necesidad de realizar una catalogación más amplia de la obra de la artista, distribuida entre decenas de galerías, coleccionadores y acervos de distintos estados de Brasil – sin contar los trabajos localizados en el exterior. Un primer estudio se había realizado por ocasión de una retrospectiva de la obra de Tomie realizada en 1983 en el Museo de Arte Moderno de São Paulo (Masp). En aquella época, cerca de 480 obras habían sido contabilizadas en los estados de Río de Janeiro y São Paulo, y también en Brasilia.

La nueva búsqueda por obras de Tomie, que también contó con el apoyo financiero del Banco Santos, derivó en un salto de 480 a 1.200 trabajos conocidos – más de una decena de éstos fuera del país. Este crecimiento cuantitativo fue acompañado por una mejora cualitativa, proporcionada por la metodología de investigación empleada por Miguel Chaia. “Consideramos importante que no se hiciera tan solo una catalogación, sino que también se finalizara a la investigación con un análisis de la obra y de la trayectoria de Tomie”, dice el profesor, que contó con la colaboración de un investigador en Río y otros dos en São Paulo.

Chaia contó también con una ayuda de 61.597,00 reales de la FAPESP, valor empleado fundamentalmente en la provisión de equipos, tales como computadoras y cámaras fotográficas. El Banco Santos entró con 77.600,00 reales, utilizados, entre otras cosas, para el pago de los salarios de los investigadores. “Fue una feliz asociación entre la FAPESP y el Banco Santos”, evalúa Ricardo Ohtake. El resultado puede verse en el hermoso libro Tomie Ohtake, lanzado en simultáneo con la apertura del instituto. La publicación, realizada con el apoyo del Instituto Takano, tiene textos de Paulo Herkenhoff, Frederico Morais, Agnaldo Farias (curador para artes visuales del Instituto) y del propio Chaia.

El próximo fruto de la investigación estará en un sitio que reunirá reproducciones de cada una de las obras (200 de éstas solamente fueron localizadas en reproducciones, es decir, no se encontraron los originales), fichas descriptivas del historial de cada trabajo – a qué coleccionadores perteneció, de que exposiciones formó parte, cuál fue la técnica utilizada -, textos escritos por especialistas (Miguel Chaia, Frederico Morais, Cecília Almeida Salles, Dorothea Passetti, Agnaldo Farias y Fernando Cocchiaralli) y grabaciones en video de testimonios sobre la artista. La página estará disponible en Internet dentro de dos meses, y los textos de los especialistas serán publicados con el apoyo de la FAPESP.

Los investigadores del Proyecto Tomie Ohtake también encontraron varios documentales sobre la artista, uno de ellos realizado por el cineasta Walter Salles Jr: Retrato de Tomie, de 1988. Chaia realizó un análisis bibliográfico de todo aquello que ya ha sido publicado en libros y en la prensa sobre Tomie, y delineó su trayectoria artística, para que la investigación también contribuya al entendimiento del significado de su obra en el contexto en el que ésta fue producida.

“Tomie es una artista que surgió de repente (pintó su primer cuadro a los 39 años) y enseguida mostró una gran consistencia artística”, evalúa Chaia. “Ella une arte geométrica con informalismo y gestualidad de una manera única. Su obra tiene una dimensión cósmica, que nos hace reflexionar sobre las relaciones entre arte y ciencia”, dice el profesor. “La investigación también nos ayudó a ver la dimensión de sus obras públicas”, continua.

Para Ricardo Ohtake, el proyecto financiado por la FAPESP es de una importancia fundamental también para ayudar a organizar las informaciones sobre el arte brasileño. “Ayudará mucho en el trabajo de curadores, historiadores, críticos de arte y estudiantes”, afirma el investigador. “Si se hiciera un trabajo de esta naturaleza para cada uno de los artistas brasileños, sería mucho más fácil hacer la historia del arte brasileño”, finaliza.

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