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Tecnociencia

La polémica limpieza del David

Al final venció la modernidad. La estatua de David, una de las obras maestras de Michelangelo Buonarotti, que no pasaba por una limpieza severa desde 1843, será lavada en septiembre con un preparado a base de agua destiladada –y no mediante el antiguo método de restauración en seco, tal como pretendían algunos restauradores. La decisión tomada por las autoridades italianas pone fin –de no mediar alguna alteración de último momento– a un acalorado debate que llevaba ya once años.

No se lograba llegar a un consenso al respecto de cuál era la mejor manera de borrar los efectos del paso del tiempo en el gigante desnudo de 4 metros y medio de altura y casi 500 años de vida, esculpido en mármol de Carrara. La opción por el método más tecnológico era defendida por Franca Falletti, directora de la Galleria dell’Accademia, de Florencia, el museo en el cual se encuentra la estatua.

La decisión final desagradó a algunos restauradores, entre los cuales se destacaba la italiana Agnese Parronchi, quien había sido nombrada por el museo para realizar la limpieza del David, y era defensora de una antigua técnica de limpieza en seco, con la ayuda de pinceles blandos y trozos de un tipo de cuero o gamuza muy suave (chamois). Agnese, que en abril renunció a su cargo en el museo, cree que la elección del método mojado puede dañar al David, que cumplirá 500 años en 2004.

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