Aquéllos que buscan comprender y prever el comportamiento del clima deben tener mucha cautela con las certezas, especialmente cuando el tema es el calentamiento global. Este consejo se dirige en particular al Panel Intergubernamental sobre Cambios Climáticos (IPCC) y lo realizó un grupo de investigadores del Instituto George C.Marshall, una organización de la ONU que se dedica a hacer análisis de temas científicos con impacto directo sobre las políticas públicas. De acuerdo con los investigadores, las proyecciones de aumento de la temperatura para este siglo, realizadas por el IPCC, son afectadas por la política, y las emisiones de gases pueden no ser el principal factor del calentamiento global.
Para este grupo, el IPCC le ha dado poca importancia a las nubes, al vapor de agua, a los aerosoles, a las corrientes oceánicas y a los efectos solares en sus proyecciones de calentamiento del planeta. El informe del Instituto Marshall fue publicado en Estados Unidos y, después, discutido en el Reino Unido. El investigador Philip Stott, de la Universidad de Londres, fue una de las primeras voces de apoyo a las conclusiones de los colegas estadounidenses. Según Stott, los autores apuntan la principal contradicción del Protocolo de Kyoto, el acuerdo sobre el clima global, en el sentido de que el clima es uno de los más complejos sistemas conocidos, pero, incluso así, sería posible administrarlo mediante el control de un pequeño grupo de factores, tales como las emisiones de gases del efecto invernadero.
“Científicamente, esto no es una mera duda: es una mentira”, acusa el científico. “Kyoto no interrumpirá el cambio climático”. Eileen Claussen, presidente del Pew Center on Global Climate Change, se pronunció en defensa del IPCC. Según Claussen, las conclusiones del instituto son aceptadas como representativas del actual conocimiento científico sobre el clima, y la propia Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos coincide con la tesis de que el calentamiento es, al menos en parte, causado por el hombre.
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