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patrimonio

La tecnología entra a la casa de los Penteado

El palacete centenario de esa tradicional familia está siendo restaurado y será sede de la biblioteca informatizada de la FAU-USP

eduardo cesar La sala de la biblioteca en el palacete de los Álvares Penteadoeduardo cesar

Borges – y Umberto Eco, el autor de El Nombre de la Rosa, también, con seguridad -, ya decía que una biblioteca, más que un depósito de libros, puede ser la puerta de entrada a nuevos mundos. Al iniciar la refacción de una de las salas de la antigua residencia de la familia Álvares Penteado, ubicada en la calle Maranhão, número 88, en São Paulo, para convertirla en sede de la biblioteca de la carrera de posgrado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo (FAU-USP), el profesor José Katinsky, de esa misma unidad, y sus colegas, vieron cómo ese eventual depósito de documentos se transformaba en un granero de investigaciones.

“Como la casa, que llegará a su centenario este año, es un patrimonio bajo custodia del Condephaat y el Conprest, tomamos recaudos especiales con su restauración y acabamos reuniendo a un grupo de especialistas. Cada cual en su área específica descubrió un gran material de estudio en el trabajo de recuperación”, cuenta Katinsky. Fueron arquitectos, ingenieros, historiadores, químicos, especialistas en madera, pintura, etc., que encontraron en la casa informaciones preciosas sobre formas de construcción del pasado y de qué manera el tiempo puede moldear esas formas.

“Investigadores de la Escuela Politécnica (Poli) de la USP, por ejemplo, estaban delante de un revestimiento centenario y pudieron evaluar cómo estos cien años actuaron sobre estas estructuras”, dice el profesor. Y la situación de conservación de la casa podía proveer trabajo para todos. “Desconocíamos el estado precario en el que la casa se encontraba, con termitas y cosas por el estilo”. Las obras se ejecutaron a través del Programa Apoyo a la Investigación y Modernización de la Infraestructura de Investigación de la FAPESP. Un aporte fundamental para la investigación en la recuperación del palacete en estilo art nouveau, cuya construcción se inició en 1898, con proyecto del arquitecto sueco Carlos Ekman.

“Fue la primera obra de arquitectura brasileña hecha en consonancia con ese estilo europeo. Más que una residencia, ese edificio es un símbolo del poder y del amor por la cultura de una de las familias más poderosas del país en el comienzo del siglo”, cuenta el investigador. Los Penteado, vinculados a la industria del café (productores de sacas y, más tarde, distribuidores de granos), también fueron fundadores de la Escuela de Comercio de São Paulo, y estaban comprometidos con el desarrollo capitalista de dicho estado brasileño. De tal manera, en 1945, tiempo después de la muerte del patriarca, la familia le donó el caserón a la USP, con la condición de que el mismo fuese utilizado para la enseñanza y la investigación en arquitectura.

“Los Penteado tuvieron la percepción extraordinaria para esa época y para el país de que la cultura no era tan solo la sonrisa de la sociedad, sino también un elemento dinamizador de la misma, y la arquitectura especialmente”, elogia Katinsky. Y así se hizo. El edificio de 1.500 m² es sede actualmente de las carreras de posgrado de la FAU-USP, y a partir de octubre, con la inauguración de la nueva biblioteca, el palacete de los Álvares Penteado será el refugio del conjunto de las tesis defendidas en la institución, además de los acervos de la Asesoría en Planeamiento (Asplan S.A.) y de la Sociedad de Análisis Gráficos y Mecanográficos Aplicados a los Complejos Sociales (Sagmacs), una especie de centro de documentación en planificación urbana.

El palacete
El acervo de Asplan es de singular importancia, pues la organización fue responsable por el Plan Urbanístico Básico de São Paulo (PUB), y fue adquirido con auxilio de la FAPESP. La nueva biblioteca complementará los recursos disponibles en la otra unidad, ubicada en la Ciudad Universitaria (hecha con recursos de la FAPESP). Ahora, los usuarios -investigadores- podrán tener acceso al material de referencia en medio al lujo art nouveau del palacete de los Penteado, en una biblioteca de 223 m² dividida en siete ambientes que, para el deleite extra de los investigadores, albergan en sus paredes pinturas decorativas del delicado estilo europeo, actualmente restauradas para la inauguración de la biblioteca del posgrado.

“Lo ideal ahora sería continuar el trabajo y recuperar el resto del edificio, dejándolo listo para que se puedan hacer visitas guiadas en breve”, promete Katinsky. Una biblioteca puede ser más que una biblioteca. “Queremos compartir la experiencia adquirida con otros investigadores, e instaurar una discusión en los ambientes académicos con relación a la necesidad de implementar estudios interdisciplinarios sobre restauración”, dice el investigador. “Es que durante la restauración nos vimos obligados a buscar las soluciones más adecuadas que no agredieran las decoraciones internas del caserón, la pinturas art nouveau y las paredes”, dice el profesor. “Y así aprendimos mucho sobre cómo se efectúan esas delicadas operaciones”, completa. Fue necesario efectivamente ir en busca de testimonios personales, pues las lagunas en los proyectos y los trazados de época tuvieron que rellenarse con recuerdos personales acerca de cómo era en su apogeo el caserón de la calle Maranhão.

Según Katinsky, todo ese cuidado es también un homenaje al pionerismo intelectual de la familia Penteado, que construyó el palacete y lo donó a la universidad. “Ellos se percataron del poder de la arquitectura en el desarrollo artístico e industrial de Brasil. Fueron casos raros, ya que acá casi no se entendía en aquellos tiempos que la industria podría florecer como un proceso creativo”, observa.

El investigador cree que este trabajo significará, además de la biblioteca, un libro referente a los esfuerzos de restauración de la residencia de los Álvares Penteado. “Será una forma de mostrar que la restauración, al contrario de lo muchos piensan, no es cosa de especialistas, sino la obra conjunta de un grupo de profesionales de las más variadas áreas del conocimiento científico”, asegura. “Si queremos romper con la terrible tradición brasileña de la falta de memoria y reconstruir con precisión nuestra cultura material, esa discusión debe darse en el seno del ambiente universitario”, dice.¿Un lugar para guardar libros? Eso que algunos llaman biblioteca, Borges lo llama universo.

El proyecto
Biblioteca del Posgrado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) – Calle Maranhão, número 88; Modalidad Infraestructura 4 – Bilblitecas; Coordinador Julio Katinsky -FAU-USP; Inversión R$ 200.000, 00

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