La Universidad de Oxford, en el Reino Unido, prohibió a sus docentes y empleados involucrarse en relaciones sexuales –o cualquier otro tipo de relaciones personales “que transgreda los límites de la conducta profesional”– con sus alumnos de pregrado y posgrado. La disposición rige desde el 17 de abril e incluye a la totalidad del personal responsable de la admisión, enseñanza, tutela o supervisión de los estudiantes: además del personal no docente y los docentes, abarca a todas las personas que prestan servicios a la institución, incluyendo investigadores visitantes, colaboradores eventuales y alumnos de posgrado que se desempeñan como ayudantes de cátedra.
Hasta ahora, este tipo de relaciones eran desaconsejadas, pero no prohibidas; empero, se exigía que fueran informadas a los superiores jerárquicos de los profesionales implicados. Los empleados que incumplan la disposición serán pasibles de sanciones disciplinarias. En los casos de relaciones preexistentes, la universidad informó que apuntará a “evitar conflictos de interés”, cerciorándose de que el miembro del personal no tenga ningún tipo de responsabilidad o ascendencia sobre el alumno con el cual está involucrado. A principios de este año, la dirección de la universidad fue objeto de ataques y críticas de los estudiantes cuando se reveló que personal denunciado por acoso sexual continuaba trabajando en la institución. Datos recabados por el periódico The Oxford Student revelan que, entre 2017 y 2021, doce empleados fueron denunciados por conducta sexual inapropiada y, de ese total, cinco de las denuncias fueron consideradas procedentes, pero solamente tres empleados recibieron advertencias y uno solo de los acusados fue apartado y posteriormente despedido.
Oxford se suma así a otras diversas instituciones del Reino Unido que han prohibido los noviazgos entre su personal y los alumnos, como es el caso de las universidades de York, Nottingham y el College London. La medida es más estricta que la propuesta sometida a consulta pública en el mes de mayo por el Office for Students (OfS), el organismo independiente que regula la educación superior en el Reino Unido. El texto de la misma sugería que las universidades de Inglaterra crearan y mantuvieran un registro de los docentes y empleados que se involucraban con alumnos, con el propósito de desalentar estos vínculos. Ya hace tiempo que las instituciones de educación superior de todo el mundo vienen restringiendo este tipo de comportamiento. En 2018, Australia puso en marcha una política nacional que establece que las relaciones sexuales o románticas entre supervisores académicos y estudiantes “nunca son apropiadas”. A partir de 2020, las universidades canadienses, incluida la de Columbia Británica, en Vancouver, también prohíben las relaciones íntimas entre docentes y no docentes.
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