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ensayos clínicos

Las demandas del sistema de salud

Se amplían las redes de investigación en los hospitales de enseñanza

art4050img11eduardo cesarLos ministerios de Salud y de Ciencia y Tecnología anunciaron a finales de 2009 la ampliación de la Red Nacional de Investigación Clínica en Hospitales de Enseñanza (RNPC), cuya estructura pasó de 19 a 32 centros dispersos por todo el país. Dicha red, creada en 2005, tiene un doble objetivo. Por un lado, apunta a institucionalizar la investigación clínica en hospitales de enseñanza de diversos lugares del país, para que adquieran aptitud en la realización en ensayos clínicos, una pericia que, hasta hace poco tiempo, estaba restringida a las instituciones hospitalarias de las grandes metrópolis. Por otro, pone el énfasis en las demandas de la salud pública, probando medicamentos, procedimientos y dispositivos para el diagnóstico de enfermedades de interés del Sistema Único de Salud (SUS). “La idea de la red es brindarle una posibilidad al SUS de contar con estudios clínicos que contemplen sus necesidades”, dice el secretario de Ciencia, Tecnología e Insumos Estratégicos del Ministerio de Salud, Reinaldo Guimarães. “Hasta hace pocos años, la contratación de protocolos de estudios clínicos por parte de las empresas farmacéuticas solía realizarse de acuerdo con estándares privados, directamente con un investigador, sin ninguna intervención institucional, sin importar si las investigaciones usaban infraestructura y personal de las instituciones públicas. Con la colaboración de universidades y hospitales, esta práctica tiende a ser residual hoy en día”, afirma.

Según Guimarães, la red no pretende entorpecer la relación directa entre los laboratorios farmacéuticos y los investigadores, sino ofrecer una alternativa institucional que tenga como meta el interés público. “La apropiación de las tecnologías implicadas en los ensayos clínicos no está habitualmente prevista en los protocolos bajo contrato de las empresas farmacéuticas”, dice. “En esos casos, el equipo recibe un protocolo listo y cerrado, adquiere los datos de los pacientes y los envía a una central fuera del país. El aprendizaje es pobre”. De acuerdo con un estudio del Departamento de Ciencia y Tecnología de Ministerio de Salud, entre 2006 y 2007 se iniciaron 942 proyectos de investigación clínica en 16 centros de los 19 participantes de la red a la sazón. Fueron financiados por el SUS 113 de ellos, 380 por agencias federales y estaduales de fomento y 337 por empresas privadas. Durante los tres primeros años de operación, la red contó con inversiones por valor de 35 millones de reales. No están previstos recursos adicionales para su expansión.

Historia
La RNPC reúne instituciones con historia en la realización de ensayos clínicos, tales como el Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FMUSP), cuyo comité de ética en investigación recibe alrededor de mil protocolos de investigación por año para su evaluación y cuya adhesión a la red resultó en el perfeccionamiento de la  estructura ya existente, y unidades hospitalarias que empezaron recientemente a participar en los ensayos. Un ejemplo de ello es el Hospital Universitario João de Barros Barreto, de la Universidad Federal de Pará, que con los recursos económicos percibidos a través de la red, desarrolló una unidad de investigación clínica integrada a otros centros de investigación de la universidad. “Esta integración es sana. Con el trabajo en red, las instituciones más tradicionales transfieren su experiencia a las demás”, dice Reinaldo Guimarães.

Uno de los ejemplos de investigación de interés del SUS realizada por la red es un estudio que apunta a detectar pacientes con hipertensión resistente, entre las diversidades regionales de la población brasileña, y determinar el mejor abordaje terapéutico para este subgrupo. Este trabajo involucra a 25 instituciones brasileñas y es coordinado por Eduardo Moacyr Krieger, del Instituto del Corazón de la  FMUSP. Consiste en el estudio de dos mil pacientes durante un período de 12 meses en el que las directrices de tratamiento se siguen utilizando medicamentos e infraestructura de la red SUS para identificar a los pacientes resistentes al tratamiento convencional con hasta tres drogas contra la hipertensión. Otro proyecto de relevancia es el Prever – Prevención de eventos cardiovasculares en pacientes con prehipertensión e hipertensión arterial. El objetivo de este estudio, coordinado por el profesor Flavio Fuchs, de la Universidad Federal de Río Grande do Sul, es comparar, mediante ensayos clínicos, la eficacia de la  asociación de dos drogas, la clortalidona y la amilorida, en bajas dosis, en la prevención de la enfermedad cardiovascular y la hipertensión arterial sistémica en pacientes con prehipertensão arterial. También apunta comparar la eficacia de la droga losartana con la asociación de clortalidona y amilorida en la prevención de eventos cardiovasculares en pacientes con hipertensión arterial severa. “Estos dos proyectos muestran el interés en el desarrollo de una experiencia multicéntrica en la red de investigación clínica, capacitando a profesionales para la elaboración de proyectos y relevamientos de datos con miras a responder cuestiones de pertinencia social, de interés de los gestores de salud y en el ámbito de las corporaciones farmacéuticas”, dice Guimarães.

Uno de de los nuevos centros que adhirió a la red es el Hospital Nossa Senhora da  Conceição (HNSC), de Tubarão (Santa Catarina). Según Daisson José Trevisol, que es integrante del Departamento de Enseñanza e Investigación del HNSC y coordina la unidad hospitalaria de enseñanza de la Universidad del Sur de Santa Catarina (Unisul), institución comunitaria y sin fines de lucro, la idea es ampliar las posibilidades de investigaciones clínicas tanto de la universidad como del hospital, capacitando y  equipando a los núcleos de investigación. “Esperamos que la investigación se vuelva autosostenible y permita que nuestros alumnos aprendan a investigar y que nuestros docentes tengan la posibilidad de publicar artículos en revistas internacionales de impacto en la comunidad científica”, afirmó.

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