El resultado de un estudio científico realizado en el campo de la historia de la ciencia, que Pesquisa FAPESP acerca a sus lectores en el reportaje de tapa de este mes, merece, entre otros posibles adjetivos, la calificación de excitante. Porque el relato sobre las peripecias que condujeron al hallazgo de un polvo capaz de sugerir un vínculo material entre la alquimia y la química, en la honorable Royal Society inglesa, excita, de inmediato, la imaginación y la propensión tan humana por develar o al menos seguir los relatos en que se dilucidan misterios.
Y el interés por una historia así se acentúa cuando se sabe que dicha sustancia, luego de dormitar unos 350 años en un sobre cerrado entre otros documentos, en los archivos de la institución, fue hallada por dos investigadoras brasileñas: nada más comprensible entonces que la hinchada entusiasta por nuestro “cuadro”. Puede decirse que se trata de un dúo empeñado desde hace varios años en examinar determinados períodos de la historia de la ciencia a los efectos de entender de qué modo la construcción del conocimiento científico se alimenta con afluentes de múltiple naturaleza, incluso de aquéllos que, desde nuestra mirada contemporánea, se plantean como radicalmente anticientíficos. Y, en esta ocasión, ellas seguramente dieron otros importantes pasos en ese nuevo montaje de la historia de la ciencia contemporánea. Vale la pena verificarlo, a partir de la página 18, en el hermoso reportaje de nuestro editor de humanidades, Carlos Haag, que incluyó en el estudio del tema una inmersión in loco en los documentos guardados en Londres.
La realización de esta edición involucró otro viaje, no tan glamoroso por cierto, y algo doloroso, aunque igualmente importante para la composición de la revista: el editor especial Carlos Fioravanti y el fotógrafo Eduardo Cesar partieron con rumbo a Araras, un poblado en el interior de Goiás, para seguir de cerca el trabajo de un equipo de investigadores paulistas, cariocas y goianos en un esfuerzo por identificar una mutación genética responsable por los casos de xerodermia en la población local. Irónicamente, para un sitio muy cálido en esta etapa del año y abrasador en enero, comenta Fioravanti, la xeroderma pigmentosum o XP es una enfermedad que puede agravarse enormemente con la exposición al sol. Y aún no hay medicamentos específicos para tratarla. El resultado de la incursión del dúo de profesionales de Pesquisa FAPESP en Araras puede leerse a partir de la página 44.
Entre otros posibles textos por destacar en esta carta –por ejemplo, el reportaje sobre la ecología de las hermosas panteras brasileñas denominadas suçuaranas [pumas], firmada por Maria Guimarães (página 52), el reportaje sobre las baterías a base de litio desarrolladas en São Paulo para impulsar automóviles eléctricos, firmada por Marcos de Oliveira (página 72), y una tercera relativa a un nuevo estudio sobre los criterios seguidos por la dictadura brasileña para censurar libros entre 1970 y 1979 (página 82), cuyo autor es Gustavo Fioratti–, voy a detenerme en la entrevista ping-pong de la presente edición.
A diferencia de lo usual, la entrevista de este mes no ofrece al lector la charla con algún personaje relevante de la ciencia producida en Brasil. En lugar de ello, le ofrece las reflexiones del bioquímico estadounidense Bruce Alberts, cuyos destacados cargos en instituciones académicas de Estados Unidos, durante los últimos 20 años, terminaron alejándolo un tanto de la rutina de investigador abocado al estudio de proteínas y genes, impeliéndolo al trabajo en otro campo que lo apasiona: la enseñanza y divulgación de ciencias. Alberts, de 74 años de edad, editor en jefe de la revista Science, ex presidente de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y profesor emérito de la Universidad de California, visitó Brasil entre finales de julio y comienzos de agosto y, en São Paulo, el 3 de agosto, hizo rebasar la capacidad del auditorio de la FAPESP, abarrotado fundamentalmente de jóvenes investigadores, para hablar sobre “Scientific excellence: ways and means of diffusion”. En el contexto de la entrevista que concediera ese mismo día a los editores Marcos Pivetta y Fabrício Marques (a partir de la página 28), brinda detalles de sus ideas, y todas ellas proponen reflexiones fundamentales para un país que brega por el avance de su ciencia y su cultura científica.
¡Buena lectura!
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