En una escuela pública de la región central de São Paulo, del primero al cuarto año aprenden matemática con la ayuda de las computadoras. La novedad fue introducida este año, por medio de un proyecto que unió a investigadores del Centro de Ciencias Exactas y Tecnología de la PUC-SP y a profesores de la Escuela Primaria Estadual Mariza. Los resultados ya han superado las expectativas.
“Las computadoras no solamente mejoraron el aprendizaje de los conceptos matemáticos, sino que también suscitaron el interés de los alumnos por otros contenidos”, dice la coordinadora del proyecto, Sandra Maria Pinto Magina. “Ellos notaron, por ejemplo, que para usar la computadora es necesario saber leer y escribir”. En lugar de las innumerables dificultades esperadas, los profesores encontraron mucha motivación, cuidado con los equipos y una gran facilidad para lidiar con la informática.
El proyecto empezó con la formación de cuatro profesoras, además de la directora y de la coordinadora pedagógica de la escuela, que están encargándose de transmitirles los conocimientos adquiridos a otros 36 profesores, con el seguimiento de las investigadoras de la universidad. La implicación es tan grande que el trabajo no se interrumpe ni siquiera durante los períodos de vacaciones. El laboratorio de informática de la escuela, equipado con fondos de la FAPESP y de la APM, también ha sido usado por muchos profesores fuera del horario de clases para planificar sus actividades. El apoyo de la FAPESP también propició la adquisición de dos programas especiales para la enseñanza de las matemáticas: el Tabletop, un programa inglés ideal para trabajar con banco de datos, elaborar gráficos y calcular medias y porcentajes (que ya está siendo aplicado), y el Cabri Geomètré, unsoftware francés utilizado para enseñar conceptos de geometría.
En la opinión de la investigadora Sandra Magina, el éxito de las actividades propuestas obedece en parte al hecho de que éstas se vinculan a la experiencia concreta del alumno. Además, el uso de las computadoras fomentó una participación más activa en la clase, tanto en la construcción de los bancos de datos como en la lectura e interpretación de los gráficos (el armado de un banco de datos con los alimentos de la merienda escolar fue por cierto uno de los temas más apreciados por los alumnos del 2do año; éstos clasificaron los alimentos en tres categorías -dulces, salados y frutas- y crearon una tabla que muestra las preferencias de chicos y chicas).
Las clases en el laboratorio de informática suscitaron también un sentimiento de cooperación entre los alumnos, que en la mayoría de los casos trabajan a dúo. “Esto también fue una gran conquista, porque la mayoría de los profesores tenía dudas acerca de si lograría alcanzar sus objetivos en divisiones con serios problemas de disciplina”, dice Sandra.
El próximo paso de la investigación esinterconectar a los profesores vía Internet, para facilitar la comunicación en la segunda etapa de la capacitación, en la que ellos mismos deberán ayudar a los compañeros a introducir a las computadoras en las clases. Simultáneamente, los investigadores pretenden crear unahome page destinada a educadores interesados en implementar el proyecto en otras escuelas.
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