Estados Unidos está invirtiendo en una nueva estrategia para descontaminar suelos degradados. La Thlaspi caerulescens, de la familia Brassicaceae, una pequeña planta rastrera de delicadas flores blancas o rosadas, constituye uno de los principales focos de las actuales investigaciones sobre fitorecuperación o uso de plantas para degradar, remover o estabilizar componentes tóxicos de suelos o aguas contaminados. Siete universidades estadounidenses están recibiendo un total de 2,22 millones de dólares por parte de la Fundación Nacional de Ciencia (NSF) y de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para estudiar plantas que puedan limpiar el suelo de metales pesados y productos químicos. Tres proyectos investigarán componentes genéticos de las plantas, uno de éstos con el objetivo de determinar los genes responsables por la hiperacumulación de metales pesados en la Thlaspi caerulescens. Una vez identificados, esos genes podrían utilizarse para desarrollar transgénicos con la misma capacidad de recuperación del suelo. Serán estudiadas otras herbáceas de la familia Brassicaceae, que concentra más del 25% de todas las especies conocidas con esa capacidad de recuperación del suelo. El retorno de la inversión es prometedor: se estima que el costo con la limpieza del suelo contaminado sumaría miles de millones.
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