Todos los institutos de investigación de Australia deberán bregar por la sosteniblidad del medio ambiente, el mantenimiento y la mejora de la salud en el país, el desarrollo de nuevas tecnologías y la protección de la nación, de acuerdo con la largamente esperada lista de prioridades que el gobierno australiano publicó el año pasado (Nature, 12 de diciembre).
La comunidad científica aplaudió las prescripciones, principalmente la libertad que el gobierno promete que será dada a las instituciones en el cumplimiento de las metas. Existía el temor de que el gabinete conservador del primer ministro John Howard pretendiese observar mucho más de cerca qué están haciendo los investigadores. “Estoy contento con el resultado”, dice Kenneth Bladwin, físico de la Universidad Nacional de Australia, con sede en Canberra, y director del comité de políticas de la Federación de Sociedades Científicas y Tecnológicas de Australia. “El programa ayuda a focalizar los objetivos, pero mantiene la flexibilidad.”
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