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Gastroenterología

Limpieza en el área

Una pequeña empresa desarrolla una máquina que higieniza endoscopios con más eficacia

La sola mención de hacerse una endoscopía, aquel examen en que un delgado tubo flexible con una microcámara embutida en la punta recorre el sistema digestivo, suele provocar escalofríos. Pese a ser actualmente un examen de rutina para muchos pacientes, pocos saben que el endoscopio, antes de su utilización, debe pasar por una rigurosa limpieza y asepsia, para evitar así el riesgo de transmitir enfermedades tales como la hepatitis, el Sida y la tuberculosis. Un aparato automatizado llamado Endolav, desarrollado por una pequeña empresa paulistana llamada Ibasil Tecnologia, ha llevado la tarea adelante con eficiencia y ya se encuentra instalado en alrededor de 80 hospitales y sanatorios de Brasil. Mediante la acción de productos químicos germicidas, la reprocesadora automática limpia los endoscopios con mayor rapidez que la mayoría de sus similares fabricados en Estados Unidos, Europa y Japón, permitiéndole así al médico realizar una mayor cantidad de exámenes diarios.

“La máquina cumple con las normas del Ministerio de Salud, y el sistema de desinfección utilizado evita la transmisión de enfermedades a través de bacterias y virus”, dice el profesor Shinichi Ishioka, del Departamento de Gastroenterología de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FMUSP) y jefe del Servicio de Endoscopía Gastrointestinal del Hospital de Clínicas, uno de los locales donde se emplea la Endolav . Actualmente la reprocesadora es fabricada por Lifemed, una empresa brasileña que produce equipamientos para el área de la salud. Con fábrica instalada en Río Grande do Sul, la empresa compró hace 18 meses la patente del producto y de la marca por un millón de reales. “Lifemed, que este año espera facturar 45 millones de reales, apostó por un producto desarrollado en Brasil para lanzarse en un nuevo nicho de mercado, el de la endoscopía”, dice Geraldo Stedile, director comercial. “Este mercado, debido a su crecimiento, es bastante atractivo.”

Rapidez en el proceso
Para llegar al producto final, Luís Iba, director de Ibasil Tecnologia, echó mano de su experiencia como gerente en una empresa del área de endoscopía. “La idea surgió de la necesidad de automatizar el sistema utilizado para la desinfección del endoscopio, que era básicamente manual”, comenta Iba, que cursó ingeniería mecánica, pero no se recibió. En la época existían equipamientos importados en el mercado para realizar esta tarea, pero eran caros y no se adecuaban a las necesidades de los médicos brasileños, que necesitan de rapidez en el proceso de desinfección del endoscopio debido al gran número de intervenciones. Alrededor de 33 minutos bastan para que la Endolav cumpla las cuatro etapas programadas, compuestas de limpieza enzimática, desinfección de alto nivel, enjuague y secado de lo endoscopios. Todo el procedimiento se lleva a cabo automáticamente. En todas las etapas del proceso el agua sucia se descarta y da lugar a flujos de agua limpia filtrada. Esta operación es importante para garantizar la correcta limpieza del aparato.

En el Hospital de Clínicas, el primer lugar al que llegó Iba para probar la eficacia de la Endolav hace cinco años, el aparato había sido utilizado específicamente para casos en que ya se sabe que los pacientes son portadores de enfermedades tales como hepatitis, Sida y tuberculosis, pues existe otro sistema instalado para la demanda de rutina. Antes de la desinfección automatizada se hace una detallada limpieza manual con manguera de agua a chorro de presión, detergente y cepillado. “Es una limpieza destinada a remover secreciones y detritos”, dice la enfermera jefa del Servicio de Endoscopía del HC, Maria da Graça Silva, quien ocupa hace diez años ese cargo y tiene tres décadas de trabajo en el hospital. Luego de esta etapa se realiza la desinfección con agentes químicos. El principal desinfectante utilizado es el glutaraldheído, una solución de alto poder bactericida y fungicida. Es una sustancia química poderosa, que requiere cuidados en su manipuleo. Por eso los técnicos de enfermería que hacen la limpieza de los aparatos utilizan máscaras, gafas y guantes apropiados. Y los endoscopios sumergidos en esta solución, luego del tiempo de desinfección, deben enjuagarse muy bien. Al final, se seca el aparato con aire comprimido. Cuando no está en uso, se guarda en armarios con ventilación adecuada. Como la cifra de exámenes realizados en el hospital escuela llega hasta cien por día, un número bastante elevado, la secuencia de procedimientos tiene seguirse con rigor. En tanto, en clínicas y hospitales donde la atención es en menos ajetreada la sola limpieza manual básica del aparato y el posterior tratamiento con la Endolav son suficientes como para lograr los mismos resultados.

Mecanismos modificados
La máquina original pasó por modificaciones de mecanismos internos y materiales hasta llegar al producto final. Con eso el peso del equipamiento se redujo de 50 a 22 kilos y la capacidad de producción aumentó de tres unidades por mes a 15. Estas modificaciones se hicieron mientras  Ibasil permanecía instalada en el Centro Incubador de Empresas de Tecnología (Cietec), emplazado en el edificio del Instituto de Investigaciones Energéticas y Nucleares (Ipen), en la Ciudad Universitaria de São Paulo, que reúne actualmente a 70 empresas de base tecnológica. La proximidad con otras empresas innovadoras fue providencial. “Varias soluciones tecnológicas se descubrieron en medio a charlas informales con colegas de otras empresas, en los pasillos del edificio”, comenta Iba.

En abril de este año, Ibasil completó su ciclo en la incubadora, que se inició en febrero de 2002, y se mudó a sus nuevas instalaciones en el barrio de Butantã, pero se hubo sumo cuidado en mantener la menor distancia posible con las instalaciones  del Ipen. Incluso porque todavía mantiene la alianza con Electrocell, una de las incubadas que ayudaron a reproyectar la Endolav. Ahora ambas trabajan en el desarrollo de un nuevo sistema de desinfección a base de agua y sal, destinado a reemplazar el glutaraldheído en la limpieza química de los endoscopios y también para su empleo  la higienización de frutas e legumbres y en la asepsia de frigoríficos. Lifemed también sigue como socia. Actualmente, además de trabajar en el desarrollo de otros proyectos, ambas empresas se dedican a hacer modificaciones en la Endolav para adaptarla a la normas de la Unión Europea, el próximo mercado que intentarán conquistar. “Este producto será uno de los principales responsables del aumento de las exportaciones de la empresa”, dice Stedile, de la firma.

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