En octubre pasado, Estados Unidos autorizó la venta de medicamentos a Cuba, poniendo fin a 40 años de sanciones económicas. En La Habana, la medida fue recibida con desdén por el gobierno de Fidel Castro, segundo informa la revista Economist. Durante todos estos años, el embargo norteamericano no impidió que Cuba construyera un sistema de salud modelo y pasara a exportar médicos hacia otros países pobres. Se estima que médicos cubanos trabajan actualmente en más de 50 países. Cuba también se enorgullece en recibir a alumnos de 19 países latinoamericanos, que estudian medicina gratuitamente en la nueva escuela instalada en los alrededores de La Habana, teniendo incluso su alimentación pagada por el gobierno. Ahora Fidel ha decidido ofrecer 500 becas para estudiantes de medicina de las regiones más pobres de Estados Unidos. Bennie Thompson, parlamentario negro del estado de Mississippi, aceptó la oferta: 250 norteamericanos negros y 250 latinos e indianos irán a Cuba. La oferta de Fidel parece algo extraordinario para un país con tantos problemas. Pero es una manera espectacular de hacer una buena propaganda de la isla, recuerda Economist.
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