daniel bueno Falta de aire al hablar, ronquera en los últimos seis meses y voz más gruesa que lo normal. En ese orden, estos fueron los cuatro problemas vocales más habituales en una muestra de 102 docentes de 11 escuelas públicas de la localidad de Piracicaba, en el interior paulista, que participaron en un estudio realizado por la fonoaudióloga Raquel Pizolato. Esos trastornos podrían relacionarse con un excesivo empleo del habla debido a las características de la actividad laboral y a una coordinación inadecuada de la respiración durante la oratoria. Para intentar disminuir los problemas, Pizolato aplicó un programa de salud vocal de tres meses de duración con 36 de los docentes de la muestra. Más allá de charlas sobre cómo se produce el habla, los profesores tuvieron sesiones de ejercicios vocales y recibieron indicaciones sencillas, pero que bien pueden aliviar algunos de los síntomas. “Hablamos de la importancia de beber agua durante la actividad profesional, de descansar la voz en los recesos del trabajo y del efecto benéfico de comer manzanas sobre el aparato fonador”, agrega Pizolato, quien defendió su tesis doctoral sobre la investigación en la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp). Los participantes también contaron con orientación para evitar hábitos dañinos para la voz, tales como gritar, carraspear, usar sprays o pastillas y beber frecuentemente líquidos helados. Al finalizar el programa de reeducación, se constató una reducción en la mayoría de los síntomas.
