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Tapa

Los profesorados están en crisis en Brasil

Las políticas tendientes dotar de atractivos a la labor docente y reformular los currículos de las carreras son algunos de los caminos con miras a revertir el panorama de escasez de maestros y profesores en la educación básica nacional

En Brasil, los docentes calificados escasean en todas las áreas del conocimiento

Léo Ramos Chaves / Revista Pesquisa FAPESP

En las escuelas públicas y privadas de todo Brasil se está volviendo cada vez más frecuente una medida paliativa. Muchos estudiantes están completando el año lectivo 2023 sin haber tenido clases de física o sociología con profesores calificados para enseñar estas materias. Ante la ausencia de postulantes para cubrir los cargos docentes, las escuelas improvisan y designan a profesionales graduados en otras disciplinas para subsanar esta escasez en el segundo ciclo de la enseñanza fundamental y en la enseñanza media. Esta medida se ha replicado en distintos estados y municipios brasileños, tal como lo muestran los datos de un estudio inédito realizado por investigadores del Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educativas (Inep): en Pernambuco, por ejemplo, tan solo el 32,4 % de los docentes de física en la enseñanza media corresponde profesionales de esta disciplina, mientras que, en Tocantins, la cifra equivalente para el área de sociología es de un 5,4 %. La cantidad de graduados en áreas específicas, indicadora del desinterés de los jóvenes por la carrera docente, cayó de 123.000 en 2010 a 111.000 en 2021. Este conjunto de datos indica que el país se encuentra ante una coyuntura de apagón de profesores. Para revertir este panorama, los investigadores abogan por la urgente implementación de políticas de revalúo de la carrera docente y la adopción de una reforma curricular.

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“El llamado apagón de los profesorados es una realidad que nos preocupa”, dice Marcia Serra Ferreira, de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y directora de Formación de Docentes de la Educación Básica de la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes). En Brasil, las denominadas localmente licenciaturas corresponden a profesorados o formación docente en áreas específicas: son carreras de educación superior que habilitan a los graduados a dar clases en los años finales de la enseñanza fundamental y en la enseñanza media en el área del conocimiento en la cual se titularon. Los datos del último Censo de la Educación Superior del Inep − un − organismo autárquico vinculado al Ministerio de Educación (MEC) nacional divulgados el año pasado han revelado que, desde 2014, la cantidad de ingresantes en las carreras habilitantes para la docencia presenciales está disminuyendo y lo mismo ocurre con las carreras a distancia desde 2021. “Las áreas en donde el panorama es más preocupante son ciencias sociales, música, filosofía y artes, en las que se ha registrado el menor número de inscripciones en 2021, y las de física, matemática y química, que tuvieron las mayores tasas de deserción acumulada en la última década”, señala Ferreira.

Alexandre Affonso / Revista Pesquisa FAPESP

Los datos del Inep disponibles en el Panel de Seguimiento del Plan Nacional de Educación (PNE) apuntan que en 2022, alrededor de un 59,9 % de los puestos docentes de 6º a 9º año de la enseñanza fundamental y un 67,6 % de los de enseñanza media estaban a cargo de profesores calificados en el área del conocimiento. Al repasar estos números, el pedagogo y profesor de educación física Marcos Neira, prorrector de Grado adjunto de la Universidad de São Paulo (USP), comenta que la situación es diferente en cada disciplina. “Por un lado, la media nacional muestra que el 85 % de los docentes de educación física corresponde a profesionales titulados en la materia, mientras que los porcentajes equivalentes en las áreas de sociología y lenguas extranjeras son de un 40 % y un 46 %, respectivamente. Es decir, los problemas pueden ser mayores o menores según el campo del conocimiento y también son diferentes en cada estado”, resalta Neira, quien actualmente lleva a cabo una investigación financiada por la FAPESP referida a las reorientaciones curriculares en el área de la educación física.

La falta de una formación docente apropiada puede tener impacto en el proceso de aprendizaje de los alumnos, como lo ha constatado Matheus Monteiro Nascimento, físico graduado en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), en una investigación realizada en 2018. Según el investigador, ante el faltante de docentes graduados en física, los que acaban impartiendo esta disciplina en las escuelas, por lo general, son profesores del área de la matemática. “Así, hemos observado que el abordaje de la disciplina tiende a decantarse por el formalismo matemático”, comenta. En otras palabras, en lugar de abordar conocimientos en materia de mecánica, electricidad y magnetismo a través de enfoques fenomenológicos, conceptuales y experimentales, los docentes centran su labor áulica en operatorias matemáticas y ecuaciones sin conexión directa con la realidad del alumno. “El formalismo matemático es precisamente el elemento de la física va más en desmedro del interés de los estudiantes por esta área del conocimiento”, apunta Monteiro Nascimento.

Léo Ramos Chaves / Revista Pesquisa FAPESP Alumnos del profesorado de química de la USPLéo Ramos Chaves / Revista Pesquisa FAPESP 

A los efectos de evaluar si los desfasajes podrían remediarse mediante la contratación de profesores graduados en Brasil en los últimos años, los investigadores del Inep realizaron en septiembre un estudio en el que analizaron la escasez de docentes en las escuelas públicas y privadas en los últimos años de la enseñanza fundamental y en la enseñanza media. “Si bien todos los profesionales graduados entre 2010 y 2021 estuvieran enseñando las asignaturas en las cuales se formaron en los años finales de la enseñanza fundamental y en la enseñanza media en 2022, así y todo, el país tendría dificultades para cubrir la demanda de docentes de arte en 15 estados, de física en 5, de sociología en 3 y de matemática, lengua portuguesa, lenguas extranjeras y geografía en 1”, detalla Alvana Bof, una de las autoras de la investigación. Asimismo, en el estudio se evaluó si la cantidad de profesores graduados entre 2019 y 2021 sería suficiente como para cubrir todos los cargos docentes que, en 2022, estaban siendo ocupados por profesores sin una formación idónea. Se constató que faltarían docentes de arte en 18 estados, de física en 16, de lengua extranjera en 15, de filosofía y sociología en 11, de matemática en 10, de biología, ciencias y geografía en 8, de lengua portuguesa en 5, de historia y química en 2 y de educación física en un estado. “Los resultados indican que hay un apagón de profesores en diferentes estados y asignaturas”, reitera Bof, profesora graduada en Letras y doctora en Educación.

Alexandre Affonso / Revista Pesquisa FAPESP

Otro de los autores del trabajo, el sociólogo del Inep Luiz Carlos Zalaf Caseiro, explica que el escenario de escasez de profesores no está relacionado con una falta de vacantes en las carreras de grado docentes. “En 2021, Brasil contaba con 2,8 millones de plazas disponibles, de las cuales solamente se cubrieron 300.000. Esto significa que quedó sin cubrirse un cupo de 2,5 millones de plazas, la mayoría en el sector privado y en la modalidad de educación a distancia”, informa. Los profesorados ofertados en la educación pública, en la modalidad presencial, también tuvieron un importante número de vacantes. “De 2014 a 2019, la tasa de ociosidad en las titulaciones docentes de las instituciones públicas rondaba el 20 %, mientras que, en 2021, este porcentaje ascendió a un 33 %”, apunta. La situación fue más alarmante aún en carreras como la de matemática. “Los profesorados de matemática en las instituciones públicas con formato presencial registraron un 38 % de vacantes sin cubrir en 2021”, puntualiza Zalaf Caseiro, quien comenta que muchas de esas plazas, incluso cuando se cubren, pronto se abandonan. Además, según el sociólogo, tan solo un tercio de los estudiantes titulados seguirán la carrera docente; los restantes optan por otras trayectorias profesionales. El estudio se llevó a cabo a partir del cruzamiento de datos sobre los docentes presentes en el Censo de la Educación Básica y los que se refieren a los ingresantes y egresados de los profesorados captados por el Censo de la Educación Superior. Los dos sondeos son realizados anualmente por el Inep para evaluar la situación de las instituciones, los alumnos y los docentes en la educación básica y en la enseñanza superior.

Rubens Cavallari / FolhapressEstudiantes en una escuela de São Paulo en una clase de arte: estas asignaturas registran altos índices de escasez de profesoresRubens Cavallari / Folhapress

Las carreras que habilitan al magisterio aún tienen por delante el reto de actualizar sus programas de estudio. Tomando como ejemplo el área de la física, Marcelo Alves Barros, físico de la USP de São Carlos, explica que los licenciados docentes en esta disciplina, tradicionalmente reciben una formación basada en un enfoque escasamente conectado con otras áreas y con la realidad de los estudiantes de la educación básica. Según Alves Barros, esta forma tradicional de abordar los contenidos de la física y de enseñarlos en el aula, difiere de las directrices establecidas por los programas oficiales, entre ellos la Base Nacional Curricular Común (BNCC) de la enseñanza media, homologada en 2018. La BNCC de esta etapa educativa estipula que los planes de estudio deben dejar de organizarse en torno a asignaturas para pasar a funcionar como áreas del conocimiento. De este modo, las clases de física, por ejemplo, podrían integrarse a una gran área de ciencias de la naturaleza y sus tecnologías, que también abarca contenidos de asignaturas tales como química y biología. “Pese a que la propuesta interdisciplinaria es un aspecto positivo de la BNCC, la mayoría de los profesores de física del país no están capacitados para desempeñarse en las escuelas conforme a este enfoque”, analiza Alves Barros.

Desde el punto de vista del investigador, la nueva enseñanza media – creada por la Ley nº 13.415, en 2017, que prevé una flexibilización de la estructura curricular mediante la oferta de las llamadas trayectorias educativas (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 316) – impone nuevos retos a la formación tradicional de los graduados en el campo de la física. Esto se debe a que los profesores titulados en esta disciplina no están preparados para dar clases acordes con las propuestas de la nueva enseñanza media. “El desfasaje entre el programa curricular actual de la enseñanza media y los conocimientos del docente pone en riesgo el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Después, las deficiencias en la enseñanza de la física en la educación básica contribuyen a que los jóvenes no quieran cursar una un profesorado en esta área del conocimiento”, relaciona. Según Alves Barros, el caso del Instituto de Física de la USP de São Carlos constituye una excepción, dado que, a partir de la década de 1990, los estudiantes de profesorado reciben una formación interdisciplinaria, y al graduarse están capacitados para dar clases de ciencias, física, química y matemática, tanto en las divisiones de 6º a 9º año de la enseñanza fundamental como en la enseñanza media. Atento a este modelo, el investigador sostiene que los planes de estudio de los profesorados de física deberían reformularse para adecuar la disciplina a los avances de la ciencia moderna, abordando temas de actualidad de la mecánica cuántica, la relatividad y la astrofísica, y apuntando al desarrollo de metodologías innovadoras de enseñanza. “Para que dicho abordaje pueda aplicarse en el aula, un punto fundamental reside en que las escuelas cuenten con laboratorios de actividades experimentales, que pueden colaborar para conquistar el interés de los alumnos”, señala Alves Barros, quien forma parte de un proyecto financiado por la FAPESP centrado en la búsqueda de estrategias tendientes a renovar la enseñanza de la ciencia.

La BNCC y la reforma de la enseñanza media también han impuesto desafíos a los profesorados en historia, afirma Marieta de Moraes Ferreira, historiadora de la UFRJ. “Las nuevas directrices han resignado contenidos específicos de asignaturas tales como sociología, historia y filosofía que deben enseñarse en la educación básica, en pos de un enfoque interdisciplinario. Sin embargo, los docentes no estaban preparados para lidiar con estos cambios”, subraya De Moraes Ferreira, quien recuerda que las primeras titulaciones en esta área del conocimiento se crearon en Brasil en la década de 1930, centradas en la formación de profesores. Más tarde, en la década de 1970, con la expansión de los programas de posgrado, las instituciones educativas comenzaron a valorar las actividades de investigación en esta disciplina, con lo que la preocupación por la formación de alumnos para el magisterio pasó a un segundo plano. El debate sobre la enseñanza de la historia volvió a escena en la década de 2000, cuando las instituciones empezaron a diferenciar entre los que querían desempeñarse en la docencia y los que aspiraban a una licenciatura para trabajar como investigadores. “No estoy de acuerdo con esta división y creo que no se puede ser profesor sin saber investigar. Para una mejor formación docente, los programas de la carrera de grado deberían combinar actividades de enseñanza con investigaciones centradas en las temáticas que plantea el ambiente escolar”, propone.

Ez Photos / Alamy / FotoarenaEstudiantes de la enseñanza media en una escuela de Fortaleza, en Ceará, estado que implementó una estrategia tendiente a mejorar la formación docente en matemáticaEz Photos / Alamy / Fotoarena

A propósito de la BNCC, el matemático Jorge Herbert Soares de Lira, de la Universidad Federal de Ceará (UFC), concuerda en que la nueva base curricular puede aportar mejoras en los procesos de enseñanza y aprendizaje, pero las modificaciones deben trabajarse con los estudiantes que se gradúan en los profesorados. Soares de Lira, quien también es científico en jefe de la Secretaría de Educación (Seduc) de ese estado brasileño, considera que, en el caso de la matemática, se necesita promover la integración entre la profundización de contenidos y las estrategias de enseñanza. En la última edición del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (Pisa), un estudio implementado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para evaluar el rendimiento de los estudiantes en las áreas de matemática, ciencias y lectura, Brasil quedó ubicado entre los 10 países del mundo con peor desempeño en matemática.

En 2018, para entender las razones por las cuales el rendimiento de los alumnos en matemática no mejoraba o incluso declinaba a partir de su ingreso en la enseñanza fundamental II, un grupo de investigadores de la UFC dirigidos por Soares de Lira llevó a cabo una investigación conjuntamente con la Seduc. “Los directores y coordinadores se preguntaban por qué al pasar del primero al segundo período de la enseñanza fundamental el desempeño de los alumnos en matemática no progresaba tanto como en otras áreas”, relata. “Por eso decidimos investigar a fondo el origen de este problema”. Se realizó un análisis de los datos históricos de los estudiantes de la red de educación pública del estado de Ceará desde la enseñanza fundamental hasta el final de la enseñanza media, mapeando las curvas de aprendizaje y detectando los obstáculos que se presentaban en forma masiva durante la transición de la enseñanza fundamental I a la II. Simultáneamente, desarrollaron un análisis para evaluar el conocimiento pedagógico de los docentes, detectando carencias en lo concerniente a los conceptos básicos que se enseñan desde los primeros años de la enseñanza fundamental, entre ellos las fracciones, la lectura de gráficos y tablas, el sistema de numeración decimal y las operaciones aritméticas. “Los maestros presentan deficiencias en la comprensión profunda de esta matemática básica y en las competencias complejas propias de la enseñanza de los conceptos fundamentales que se imparten en los primeros años de la educación básica, que se retoman a lo largo de toda la trayectoria curricular. Por ende, no estaban capacitados para enseñarles a los alumnos a utilizarlos en el marco de los planteos más complejos que aparecen a partir del 6º año”, comenta Soares de Lira.

Lalo de Almeida / Folhapress Una clase de historia en una escuela de Rio Branco, en el estado de AcreLalo de Almeida / Folhapress 

Con base en este diagnóstico, la Seduc comenzó a implementar análisis periódicos para identificar los contenidos en los cuales los estudiantes no progresaban. En función de los resultados de los mismos, la secretaría promueve procesos de capacitación para que los docentes mejoren su preparación con miras a abordar los temas más estructurales del plan de estudios. “En estas capacitaciones, les mostramos a los profesores cómo retomar los conocimientos básicos y articularlos con las competencias complejas, mediante estrategias pedagógicas en las que a los alumnos se les plantean problemas en contextos cotidianos, científicos y socioeconómicos”, relata el investigador, cuyo proyecto está financiado por la Fundación Cearense de Apoyo al Desarrollo Científico y Tecnológico (Funcap). Para Soares de Lira, acercar a los estudiantes al conocimiento matemático durante la educación básica es una forma de ampliar su interés por enseñar esta materia en el futuro.

Para evitar los problemas que Soares de Lira identificó en Ceará y resolver otros que se detectaron en São Paulo, Neira propone actualizar los 28 programas de profesorados de la USP. El prorrector informa que la institución está desarrollando acciones tendientes a respaldar a los coordinadores de las carreras en la reformulación de los programas curriculares. “Pretendemos ofrecer titulaciones de carácter integrador, dejando de lado la idea de que la formación de los licenciados deba desarrollarse por separado de la que se ofrece en los profesorados”, resume. La USP estudia un convenio con la Secretaría de Educación del Estado de São Paulo para ofrecer pasantías remuneradas en escuelas públicas para los estudiantes de los profesorados.

Los investigadores sostienen que las carreras universitarias docentes deben renovarse para ofrecer una formación más sólida, tanto en los contenidos del área del conocimiento como en cuestiones de carácter práctico y didáctico, que capaciten a los estudiantes para saber cómo enseñar. “En todas las áreas del conocimiento, los estudiantes de los profesorados deben tener formación en las asignaturas específicas de la educación, tales como políticas educativas, teorías curriculares, planificación y evaluación, gestión educativa y organización del trabajo pedagógico”, sintetiza la pedagoga Márcia Aparecida Jacomini, de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp). Según ella, muchos profesorados hoy en día siguen haciendo hincapié en la enseñanza de la asignatura en sí misma, dejando de lado los aspectos prácticos y metodológicos fundamentales para el éxito del proceso de aprendizaje.

Proyectos
1.
 La educación física en el marco de la nueva enseñanza media. Traducciones y potencialidades (nº 22/06919-5); Modalidad Programa de Enseñanza Pública; Investigador responsable Marcos Garcia Neira (USP); Inversión R$ 241.790,97.
2. Estudio de implementación de innovaciones curriculares, estrategias pedagógicas y tecnologías emergentes para la calidad y la equidad en la educación básica (nº 22/06977-5); Investigador responsable Mauricio Pietrocola Pinto de Oliveira (USP); Modalidad Proyecto Temático; Inversión R$ 1.111.669,40.
3. Los cambios curriculares y la mejora de la enseñanza pública (nº 21/11390-0); Modalidad Ayuda de Investigación – Regular; Investigadora responsable Márcia Aparecida Jacomini (Unifesp); Inversión R$ 555.785,29.

Artículos científicos
BOF, A. M. et alCarência de professores na educación básica: Risco de apagão? Cadernos de Estudos e Pesquisas em Políticas Educacionais. v. 9. Brasilia: Inep. 2023. En prensa.
NASCIMENTO, M. M. O professor de física na escola pública estadual brasileira: Desigualdades reveladas pelo Censo escolar de 2018. Revista Brasileira de Ensino de Física. 42: SciELO Brasil. 2020.

Libro
FERREIRA, M. M. A história como ofício. Río de Janeiro: FGV Editora, 2013.

Informe
Censo da Educación Superior 2021. Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educativas Anísio Teixeira (Inep). Brasilia: Ministerio de Educación, 2022.

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