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Tecnociencia

Los sobrevivientes del Caribe

A simple vista, los solenodones ?mamíferos de aspecto primitivo, parecidos a las zarigüeyas y que pesan a lo sumo un kilo? parecen seres frágiles. Pero una larga historia prueba precisamente lo contrario: al menos dos especies de dicho grupo de animales probablemente sobrevivieron a las profundas transformaciones climáticas por las cuales pasó la Tierra hace 65 millones de años, al final de la era Mesozoica, causadas al menos en parte por el impacto de un asteroide.

Algunos grupos de mamíferos no fueron diezmados por la catástrofe que resultó en la extinción los grandes reptiles, como los dinosaurios. “Los solenodones fueron posiblemente los únicos mamíferos que sobrevivieron en la región del Caribe, donde habría caído el asteroide, causando efectos más violentos que en cualquier otro lugar”, explica Eduardo Eizirik, investigador del Centro de Biología Genómica y Molecular de la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Río Grande do Sul y uno de los autores de un estudio sobre estos animales publicado en la edición del 10 de junio de la revista Nature .

Eizirik, junta con un equipo del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, extrajo muestras de sangre y de tejidos de dos especies actuales de solenodones, una de la isla de Cuba (Solenodon cubanus) y la otra de la Hispaniola (S. paradoxus), para descubrir cómo se originaron y evolucionaron.

Los análisis de ADN indicaron que esos animales emparentados con las musarañas, los topos y los erizos europeos se separaron de sus parientes actuales más cercanos hace alrededor de 76 millones de años, “antes por lo tanto de la extinción masiva que significó el final de la era Mesozoica”, observa el biólogo de la PUC. No se sabe con certeza cómo sobrevivieron.

“Solo se puede especular, con base en algunas características de la historia de vida de esos animales”, dice Eizirik. El hecho de que vivan en bosques montañosos, a altitudes de hasta dos mil metros, les habría permitido a los solenodones escapar de los maremotos y del ahogamiento cuando se elevó el nivel del mar.

Otra ventaja: estos animales cavan fosos y túneles subterráneos, y se alimentan de insectos y otros invertebrados. “Estos factores pueden haber contribuido para que se mantuvieran a resguardo de las inclemencias climáticas y continuasen hallando alimentos”, dice. Con todo, en la actualidad los animales que sobrevivieron al cataclismo, que mantienen hábitos similares a los de los mamíferos primitivos, son cazados y ceden terreno a la actividad humana.

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