Los contaminantes orgánicos de la industria de cueros pueden removerse con el uso de procesos fotoelectroquímicos, tal como muestra una investigación realizada por la química Carla Regina Costa, de la Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras de Ribeirão Preto de la Universidad de São Paulo. Como las curtiembres utilizan cloruro de sodio en sus procesos, los efluentes tiene una elevada salinidad y una alta conductividad, condiciones ideales para la utilización de procesos electroquímicos. El sistema esta compuesto por dos electrodos –el ánodo, responsable de las reacciones de oxidación, y el cátodo, de las de reducción. Estas dos reacciones son fundamentales para la reducción de la materia orgánica en dióxido de carbono y agua. En el proceso fotoelectroquímico, el ánodo es sometido a la incidencia de la luz, lo que resulta en la degradación de los compuestos organoclorados, que son potencialmente tóxicos.
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