Late fuerte el resistente corazón de los recolectores de basura. Correr para reunir, cargar y tirar sacos de basura en un camión en movimiento durante cinco a ocho horas por día, en medio del tránsito y de la poca consideración de otros peatones, hace el corazón de esos hombres trabajar a un ritmo promedio de 104 latidos por minuto, casi un 60% de la frecuencia cardíaca máxima. El gasto energético durante la recogida de basura es alto: 1.608 kilocalorías en 300 minutos de trabajo diario. Es una actividad excesivamente pesada, que debería exigir clasificación más esmerada de trabajadores y más cuidados con la salud, recomienda Luiz Anjos, de la Fundación Oswaldo Cruz, en un estudio publicado en los Cuadernos de Salud Pública. Anjos e investigadores de la Universidad Federal Fluminense y de la Universidad del Estado de Río de Janeiro evaluaron a 83 recolectores de basura domiciliaria en la ciudad de Río de Janeiro con edad entre 19 y 63 años y peso promedio de 68 kilos. En Brasil cerca de 90 mil hombres trabajan como recolectores de basura bajo el riesgo de contaminación, agotamiento o atropellamientos.
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