La debacle económica y las remotas posibilidades de volver a tener la hegemonía en el sector espacial están levando a los rusos a ganar más enemigos que los necesarios. Después de polemizar con los norteamericanos al llevar al californiano Denis Tito al espacio a cambio de 20 millones de dólares, los especialistas vinculados a la Agencia Espacial Rusa acaban de abrir un frente de batalla contra las mujeres. Anatoly Grigoryev, director del Instituto de Problemas Médicos y Biológicos, dijo que una misión a Marte llevaría dos años y tendría entre cuatro y cinco tripulantes: un comandante, un piloto, un médico y uno o dos científicos. Con un detalle: no deberá haber mujeres entre ellos. Para Grigoryev, una tripulación masculina sería “más serena, con baja probabilidad de conflictos”. El científico recuerda que serán necesarios algunos años para hallarles soluciones a cuestiones difíciles. Una de ellas es la alimentación. “Deberíamos encontrar una manera de que los cosmonautas produjeran su propia comida”. Durante dos años en el espacio pueden ocurrir numerosos problemas y, para Grigoryev, las mujeres en la tripulación serían un tratadas como un hombre más. Aún no se conoce la opinión de las cosmonautas y astronautas sobre el asunto.
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