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Tecnociencia

Memorias que perduran

La memoria de largo plazo es un misterio para los neurocientíficos: ¿qué lleva a que se grabe en el cerebro? Tal enigma está más cerca de una solución gracias al trabajo de investigadores de Brasil y de Argentina coordinados por Jorge Medina e Iván Izquierdo, de la Pontificia Universidad Católica de Río Grande do Sul. Pruebas con ratones que guardaron malas memorias de una caja en la que recibían descargas en las patas mostraron un nuevo papel para el c-fos, una proteína relacionada con la adquisición de la memoria (PNAS). No basta con entrar en acción inmediatamente después de lo sucedido, como de hecho sucede; para que la memoria se consolide a largo plazo, es necesario un segundo pico de actividad del c-fos en el hipocampo, a área del cerebro más ligada al almacenamiento de la memoria, 12 horas después, seguido de una síntesis proteica 24 horas después. Los investigadores vieron que esa actividad tardía solamente sucede si la descarga ha sido de una intensidad suficiente como para generar una memoria de largo plazo. Este descubrimiento abre caminos para la investigación sobre la persistencia de la memoria.

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