Entre 2008 y 2017, el déficit de estatura en los niños menores de 5 años como consecuencia de la inseguridad alimentaria y la falta de saneamiento o de agua potable disminuyó en el norte de Brasil. A causa de las grandes distancias entre las ciudades, la dificultad de transporte y la escasez de material educativo, la prevalencia de ese problema en dicha región era del 14,8 %, el doble de la media nacional. Con base en información suministrada por el Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (Sisvan) del Ministerio de Salud nacional, investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de São Paulo (FSP-USP) observaron una reducción de la baja estatura infantil crónica en la región del norte, que pasó de un 23,3 % en 2008 a un 18,6 % en 2017, lo que refleja un mayor acceso a los servicios sanitarios y al saneamiento básico. Sin embargo, en cifras absolutas, el total de niños con una estatura inferior a la recomendable se duplicó, debido a una mayor cantidad de registros, pasando de 51.595 a 116.169 en el mismo período. Los estados de Acre, Tocantins y Pará registraron las mayores tendencias decrecientes en la prevalencia de la desnutrición crónica, con un 7,19 %, un 6,22 % y un 4,86 %, respectivamente, mientras que los otros cuatro estados que forman parte de la región norte mostraron estabilidad (Jornal de Pediatria, 31 de agosto).
Republicar