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Tecnociencia

Metales pesados en el río Tiete

A comienzos del siglo XX, el nado en las aguas cristalinas del río Tietê atraía a muchos entusiastas. En la actualidad, aquél que se dispusiese a encarar tal reto no correría únicamente el riesgo de chocarse con sofás, botellas de plástico y neumáticos de automóviles. Una investigación realizada en el Centro de Energía Nuclear en Agricultura de la Universidad de São Paulo (Cena/ USP) indica que, con diferentes grados de intensidad y toxicidad, una gran cantidad de metales pesados nocivos para la salud humana –tales como cobre, cobalto, cromo, zinc, níquel y plomo– también está presente en diversos puntos de la cuenca del Tietê. Este estudio, que evaluó sedimentos recolectados en 12 puntos distintos, desde la cabecera hasta la desembocadura, muestra que los puntos críticos, en donde la concentración de metales es más evidente, se encuentran en las proximidades del reservorio de Pirapora, en la región de Anhembí, y en el reservorio de Nova Avanhandava. “La principal causa de la contaminación está en los desagües domésticos; luego se ubican los residuos agrícolas y los desechos industriales”, evalúa Jefferson Mortatti, quien coordinó el estudio. Según Mortatti, toda la cadena alimentaria se ve afectada. En los seres humanos, estos metales pueden provocar dermatitis, alteraciones del sistema nervioso y en los pulmones y disminución de la fertilidad.

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