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Inclusión

Multiplicación de ideas

Crean una red destinada a difundir tecnologías útiles para las comunidades de escasos recursos

Una solución sencilla e innovadora brinda el sustento a centenares de familias en el semiárido brasileño. Alrededor de un estanque de agua con forma circular, plantan verduras, legumbres y frutas, irrigadas con mangueras o con botellas PET. En estos estanques crían peces y aves que se alimentan de insectos nocturnos – estratégicamente atraídos por una lámpara – y enriquecen el agua con los nutrientes necesarios para el desarrollo de esos cultivos.

Denominado Mandalla, este sistema de irrigación – concebido por Willy Pessoa Rodrigues, un administrador de empresas ligado a una organización no gubernamental de la región – está ampliando la oferta de alimentos y los ingresos de las comunidades de escasos recursos.

Ejemplos como éste estimularon a 13 entidades del sector público, organizaciones no gubernamentales y universidades – representadas por el Foro Nacional de Prorrectores de Extensión – a crear la Red de Tecnología Social, para difundir el uso de soluciones innovadoras como la de Mandalla en otras regiones.

El proyecto empezó a estructurarse en 2004, con el apoyo entusiasta de la Secretaría de Comunicación de Gobierno y Gestión Estratégica de la Presidencia de la República (Secom). “Las tecnologías sociales precisan romper el aislamiento y viabilizarse como proyectos nacionales de gran escala. Este cuadro sólo de revierte con la articulación y la cohesión entre todos los agentes organizados”, argumentaba a la época el ministro de la Secom, Luiz Gushiken. Luego de un largo período de gestación, la red entró en actividad el día 14 de abril, con el objetivo de difundir experiencias exitosas, estimular el desarrollo de nuevas tecnologías sociales y dotar de escala a las diversas aplicaciones, debidamente adaptada a la realidad regional.

Las tecnologías sociales, de acuerdo con la concepción del gobierno, son técnicas o metodologías reaplicables, desarrolladas en interacción con la comunidad. Adquirieron proyección a partir de 2001, cuando la Fundación Banco do Brasil creó un premio para distinguir a las experiencias exitosas y patrocinar su implementación en otras zonas del país. El sistema Mandalla, por ejemplo, uno de los premiados en 2003, se reaplicará 1.100 veces en este año, en el marco de una asociación entre la fundación y el Ministerio de Integración Nacional y el Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (Sebrae).

Banco de datos
Puede ingresarse en la red por medio del portal www.redetecnologiasocial.net, desarrollado por la Asociación Brasileña de Instituciones de Investigación Tecnológica (Abipti), que también brinda acceso a un banco de datos con experiencias en las áreas de empleo y renta, acceso al agua, saneamiento, energías alternativas, salud, educación y habitación, entre otros. El día del lanzamiento, 130 entidades públicas, privadas y organizaciones no gubernamentales habían adherido al proyecto.

La red se sostiene con aportes de los ministerios de Ciencia y Tecnología y de Desarrollo Social y Combate contra el Hambre, la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep), la Fundación Banco do Brasil, Petrobras, Caixa Econômica Federal y el Sebrae. “Las tecnologías sociales generan empleo y renta en las regiones más pobres del país”, justifica el ministro de Ciencia y Tecnología, Eduardo Campos.

Cada uno de los seis patrocinadores contribuirá con al menos 2 millones de reales anuales para la reaplicación de tecnologías previamente seleccionadas. Asimismo, existe disposición entre los socios para articular los objetivos de la red con otros programas sociales en andadura. Petrobras, por ejemplo, al margen de los 5 millones de reales que destinará a la red, abrirá a la comunidad los pozos donde no tuvo éxito la prospección de petróleo, pero que dieron acceso a napas de agua que, a partir de ahora, podrán utilizarse para proyectos de irrigación, o incluso para la reaplicación de Mandallas. “Muchos de estos pozos, que estaban cerrados, serán reabiertos”, dice Luiz Fernando Nery, gerente de comunicación de la empresa.

Hay que aprender con el pueblo
La idea del gobierno es incorporar las tecnologías sociales a las políticas públicas. La Secretaría de Inclusión Social del Ministerio de Ciencia y Tecnología, por ejemplo, ha emitido pliegos para el financiamiento de proyectos de tecnología social por valor de 34,5 millones de reales, con el objetivo de estimular el desarrollo de nuevas tecnologías para las regiones norte y del semiárido. Al margen de las instituciones de investigación, entidades del tercer sector también podrán presentar propuestas. “Queremos apoyar a los científicos que trabajan con tecnología de punta y, al mismo tiempo, acordarnos del Brasil olvidado”, afirma Eduardo Campos. “Los científicos e investigadores aprenderán con el pueblo.”

La Finep también cuenta con un área específica para el apoyo a tecnologías sociales, de acuerdo con Eliane Bahruth, directora de Innovación para el Desarrollo Económico y Social de la Finep. En sociedad con el banco Caixa Econômica Federal y el Ministerio de Desarrollo Social y Combate contra el Hambre, anunció un llamado público para el financiamiento de incubación de emprendimientos solidarios.

La red cuenta con una secretaría ejecutiva y sus actividades serán seguidas de cerca por un comité gestor, integrado por representantes de las 13 entidades, que se reunirá cada 15 días. Anualmente un foro nacional evaluará las metas fijadas.

Premio para buenos proyectos

La Fundación Banco do Brasil ha abierto la inscripción para la tercera edición del Premio Fundación Banco do Brasil de Tecnología Social. Las ocho mejores experiencias de tecnologías implementadas con éxito en comunidades de escasos recursos recibirán un premio por valor total de 400 mil reales. Están en condiciones de participar del concurso entidades sin fines de lucro, tales como universidades, organizaciones no gubernamentales, municipalidades y empresas, entre otras. Los interesados podrán inscribir sus proyectos hasta el día 30 de junio en el siguiente sitio: www.fundacaobancodobrasil.org.br.

Todos los proyectos inscritos que se encuadren en el concepto de tecnología social recibirán una certificación y pasarán a integrar el Banco de Tecnologías Sociales, accesible para gestores públicos, emprendedores sociales y líderes comunitarios. “Actualmente hemos reaplicado una serie de tecnologías sociales finalistas y vencedoras”, dice Jacques Pena, presidente de la Fundación Banco do Brasil.

Entre dichas tecnologías, Pena hace referencia a las 14 minifábricas para el beneficiado de la castaña de cajú, en funcionamiento desde 2003 con el apoyo de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), el Sebrae y Telemar. Se espera que el proyecto genere 5,8 mil empleos en los estados de Ceará, Piauí, Río Grande do Norte, Bahía y Maranhão hasta 2006.

Este año el premio cuenta con dos categorías especiales – tecnología social orientada a la Gestión de Recursos Hídricos y a los Derechos del Niño y del Adolescente – en función de una alianza firmada con Petrobras.

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