Imprimir Republish

INFRAESTRUCTURA

Nuevos espacios para la investigación en ciencia

El gobierno federal de Brasil incluye seis proyectos de interés de la comunidad científica en el Plan de Aceleración del Crecimiento

Representación gráfica de los laboratorios de bioseguridad vinculados al acelerador Sirius, en Campinas

CNPEM

El Nuevo PAC (Programa de Aceleración del Crecimiento), anunciado por el gobierno federal de Brasil en agosto, incluye seis iniciativas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI). Las inversiones previstas ascienden a 7.900 millones de reales hasta finales de 2026. La mayor parte de los fondos, por un total de 4.400 millones de reales, están vinculados al Pró-infra, un programa que existe desde hace dos décadas y que apunta a actualizar y ampliar la infraestructura de investigación en las universidades e institutos de ciencia y tecnología: la expectativa está puesta en el lanzamiento de llamados a concurso a lo largo de los próximos dos años para la modernización de laboratorios y en fomentar la construcción de instalaciones donde estas escasean, como ocurre en el norte, el nordeste y el centro-oeste del país.

También se están evaluando proyectos a gran escala. Está previsto un aporte de 1.000 millones de reales para Orion, un conjunto de laboratorios de bioseguridad en Campinas, en el interior paulista, que incluye la primera instalación de contención máxima en Brasil, apta para manipular microorganismos altamente patogénicos y letales. Una peculiaridad de este proyecto es que está pensado para conectarse a Sirius, el laboratorio de luz sincrotrón de cuarta generación que comenzó a funcionar en 2020 y que constituye la mayor y más compleja infraestructura científica que se haya construido en el país. Ambas instalaciones pertenecen al Centro Nacional de Investigaciones en Energía y Materiales (CNPEM), una organización social financiada por el MCTI que también cuenta con unidades de investigación en nanotecnología, biología y combustibles renovables. Con dicha integración, Orion utilizará tres líneas de luz sincrotrón y será capaz de analizar la estructura de las muestras manipuladas en el laboratorio. Otras de las inversiones proyectadas es la segunda etapa del Sirius. La idea es destinar 800 millones de reales para la construcción de otras 10 líneas de luz sincrotrón; actualmente hay 14 fuentes en funcionamiento o en fase de implementación.

Se ha prometido una subvención de 1.000 millones de reales para el Reactor Multipropósito Brasileño (RMB), que tiene por objetivo la producción de radioisótopos de uso medicinal e industrial. El proyecto, concebido en 2008, no ha podido avanzar por falta de fondos. En tanto, Infovias RNP (Red Nacional de Enseñanza e Investigación) recibirá 640 millones de reales. Este proyecto prevé la ampliación de las redes de fibra óptica de larga distancia para proveer internet de alta velocidad a universidades e institutos de investigación en áreas del interior de Brasil. Para completar el paquete, el Centro Nacional de Monitoreo y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden), responsable de la prevención y alertas de riesgo de catástrofes naturales, recibirá una asignación de 50 millones de reales. Los fondos se destinarán a la instalación de equipamientos y pretenden ampliar la cantidad de municipios vigilados por el Centro de 1.038 a alrededor de 1.800 durante los próximos cuatro años.

IpenReactor Multipropósito Brasileño, en Iperó: inversiones para poder lidiar con microorganismos letales y producir radiofármacosIpen

“La inclusión de estos proyectos en el PAC pone de relieve la importancia del área de la ciencia, tecnología e innovación para la promoción de un nuevo ciclo de desarrollo del país y facilita el seguimiento de las iniciativas por la sociedad”, apunta el secretario ejecutivo del MCTI, Luis Fernandes. Las inversiones se basan en la intención del gobierno federal de ejecutar los recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FNDCT), la principal fuente de financiación federal para la investigación científica, que desde 2016 venía padeciendo sucesivas y abultadas retenciones de fondos. Una ley aprobada en abril liberó 4.180 millones de reales del FNDCT que habían sido bloqueados cuando se votó el presupuesto de 2023. Así, el monto disponible en 2023 ascendió a 9.960 millones de reales. Pero la capacidad de mantener un flujo estable de recursos en los próximos años ha cobrado cierto grado de incertidumbre tras la aprobación en el Congreso del Régimen Fiscal Sostenible, más conocido como andamiaje fiscal, que prevé la posibilidad de bloquear los fondos del FNDCT si el gobierno no consigue controlar su endeudamiento.

En el pasado, la inconstancia en la financiación federal de la ciencia interpuso obstáculos para la realización o la conclusión de grandes proyectos de infraestructura. El RMB es un ejemplo reciente. Su propósito es asegurar la autonomía en la producción de radioisótopos, que se utilizan principalmente en la fabricación de fármacos para el diagnóstico y el tratamiento de diversas enfermedades, pero también tienen aplicaciones en energía, industria, materiales y combustibles nucleares, agricultura y medio ambiente. “La meta del RMB es sacar a Brasil de la condición de importador de radioisótopos y convertirlo en exportador”, dice Patrícia Pagetti, investigadora del Instituto de Investigaciones Energéticas y Nucleares (Ipen) y coordinadora técnica del proyecto. El cronograma inicial preveía su conclusión en 2014, pero hasta la fecha es una obra en construcción en un área de 2 millones de metros cuadrados en Iperó (São Paulo). En su desarrollo ya se han invertido 285 millones de reales entre proyectos arquitectónicos, de ingeniería y algunas obras. Todavía será necesario invertir otros 2.500 millones de reales en la construcción: el monto previsto en el PAC, de 1.000 millones de reales, asegura la reanudación de las obras, pero no es suficiente como para completarlas.

En los últimos cinco años, la iniciativa se abandonó. En 2021 no hubo fondos en el presupuesto federal para la importación de radiofármacos, que llegaron a faltar en los hospitales (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 309). De haber dinero suficiente, el RMB debería estar listo para 2029, con una vida útil proyectada de 50 años. Brasil cuenta con cuatro reactores nucleares de investigación dedicados a diversas actividades –dos en São Paulo, uno en Río de Janeiro y uno en Minas Gerais–, pero se trata de estructuras anticuadas y su rendimiento es limitado. El RMB será un reactor de 30 megavatios, seis veces más potente que el mayor reactor existente en la actualidad en Brasil.

El retraso en la conclusión de una gran instalación de investigaciones acarrea un perjuicio que va más allá de su indisponibilidad por un plazo mayor al previsto. Cuando se lo proyectó, hace alrededor de una década, Sirius solamente tenía como competidor una instalación similar en Suecia, lo que garantizaba a la comunidad científica nacional en análisis de materiales la posibilidad de realizar estudios que muy pocos en el mundo eran capaces de hacer. Hoy en día, las instalaciones todavía son bastante competitivas, pero ya compiten con las de otros países con fuentes similares como Francia y, próximamente, China.

CemadenSala de situación del Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (Cemaden): ampliación del número de municipios con coberturaCemaden

La luz sincrotrón es un tipo de radiación electromagnética de amplio espectro – desde la luz infrarroja hasta la radiación ultravioleta y llegando incluso a los rayos X –, que se produce cuando las partículas cargadas, aceleradas a velocidades cercanas a la de la luz en un túnel, se desvían de su trayectoria por la acción de imanes superpotentes. La luz sincrotrón canalizada hacia estaciones de investigación es capaz de penetrar la materia y revelar las características de su estructura molecular y atómica.

Sirius fue diseñado para recibir hasta 38 líneas de luz dedicadas a distintas técnicas y aplicaciones. De momento cuenta con 14 líneas previstas para la fase I, que estarán plenamente operativas en 2025. Los fondos contemplados en el PAC se destinarán a la construcción de otras 10 líneas, además de las tres destinadas a Orion, cuya conclusión está prevista para finales de 2027. “Esta ampliación se traducirá en una mayor capacidad de investigación de los materiales más diversos, a diferentes escalas de espacio y de tiempo”, dice Antônio José Roque da Silva, director general del CNPEM. “Para entender cómo funciona el cerebro, por ejemplo, esta diversidad de escalas es esencial”. Da Silva dará inicio a la planificación más efectiva de la tercera y última fase del proyecto.

La iniciativa científica más ambiciosa prevista en el PAC es justamente Orion, y su concepción no puede disociarse de la experiencia reciente de la pandemia. Se trata de un complejo de laboratorios de bioseguridad que incluye un laboratorio NB4, categoría que permite la manipulación de virus altamente patogénicos y letales, para los que no existen medicamentos ni vacunas.

El único virus dentro de esta categoría identificado hasta ahora en Brasil es el virus Sabiá (SABV), que causa la fiebre hemorrágica brasileña. Esta enfermedad fue diagnosticada por primera vez en humanos en la década de 1990 y, tras casi dos décadas sin registros, se identificaron dos casos en 2019. Las investigaciones que requieren la manipulación de este patógeno no pueden hacerse en territorio brasileño debido a la falta de infraestructura adecuada. Hay 60 laboratorios de este tipo en el mundo, pero hasta ahora ninguno en América del Sur. La existencia de una instalación de máxima bioseguridad proporcionará las condiciones para aislar y monitorear agentes biológicos y ayudar al desarrollo de métodos de diagnóstico, vacunas y terapias. En tanto, la conexión con las tres líneas de luz sincrotrón permitirá analizar la estructura de células y tejidos, y realizar tomografías de pequeños animales contaminados por patógenos.

Red Nacional de Enseñanza e Investigación (RNP)Trazas de proyectos de infovías en Pará, Goiás y Bahía: 640 millones de reales para llevar internet de alta velocidad a las instituciones de investigación del interior del paísRed Nacional de Enseñanza e Investigación (RNP)

Los 4.400 millones de reales destinados al Pró-infra, un programa operado por la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep), tiene por objeto ampliar y hacer competitiva a la red de miles de laboratorios de universidades e institutos de investigación. Fernandes, del MCTI, dice que aún se están definiendo los criterios para la distribución de los fondos y el lanzamiento de los llamados a concurso. Y anticipa que las inversiones tendrán en cuenta, además de la necesidad de modernizar la infraestructura, criterios tales como la descentralización de la actividad científica en el territorio nacional. Las colaboraciones con las fundaciones de apoyo a la investigación científica de los estados tendrán contrapartidas federales de cuatro a uno en la región norte y de tres a uno en el nordeste y centro-oeste de Brasil. En cambio, en el sur y en el sudeste serán más equilibradas. Otra de las metas es afianzar las relaciones con el sector privado, para aumentar la participación de las empresas en las inversiones en ciencia, tecnología e innovación en Brasil. “Los países que han generado avances sustanciales en innovación tienen un 20 % de inversión pública y un 80 % de inversión privada. Aquí en Brasil todavía estamos mitad y mitad”, dice Fernandes.

Los fondos para las iniciativas del MCTI son una pequeña parte –poco más de un 0,5 %– del monto involucrado en el Nuevo PAC, que prevé erogaciones públicas y privadas de alrededor de 1,78 billones de reales. “En el caso de los proyectos de ciencia y tecnología, el PAC debe ser visto como un intento de organizar las inversiones y establecer prioridades”, dice la economista Fernanda De Negri, del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea). Para ella, la combinación de grandes instalaciones multiusuarios e infraestructura básica actualizada pretende responder a las necesidades inmediatas y de mediano plazo de la comunidad científica. De Negri hace hincapié en la importancia de los macroproyectos para escalar y hacer más competitiva la producción científica brasileña, pero también señala la necesidad de actualizar y modernizar una serie de laboratorios e instalaciones de investigación en las que no se ha invertido en los últimos años y que responden por una porción significativa de la producción científica del país. “Los pequeños laboratorios sostienen la producción científica brasileña. Desde luego, esto no quiere decir que de un momento a otro haya que decidir que las inversiones solamente deban destinarse a los grandes proyectos”. No obstante, advierte que, a largo plazo, será necesario aportar los recursos para que el país pueda hacer frente a los retos que plantea la investigación científica en temas como el cambio climático y la transición energética. “Solo así Brasil podrá generar la escala necesaria para potenciar la investigación de alto nivel”, dice.

La estrategia del programa Infovias RNP consiste en ampliar el alcance y la seguridad de la conectividad para la educación y la investigación, expandiéndola en todas las regiones del país. Las inversiones están destinadas a la implementación de 18 nuevas infovías estaduales, 8 regionales y 2 nacionales. La infraestructura óptica será compartida entre las organizaciones educativas y de investigación que utilicen el Sistema RNP y la red del gobierno estadual asociado. Estas iniciativas sumarán más de 40.000 kilómetros de fibra óptica, con la ambición de llegar a 1.328 universidades, institutos y centros educativos, de investigación e innovación, 180.000 investigadores, 3.880 programas de posgrado y 12 ambientes de innovación y parques tecnológicos. “Además de fortalecer la investigación, vamos a avanzar en la inclusión y capacitación digital de la población brasileña, especialmente en las regiones más remotas del país”, dice el director de Relaciones Institucionales de la RNP, Gorgonio Araújo. “El objetivo es avanzar cada vez más hacia el interior, para que las condiciones de investigación, de acceso a internet y el tráfico de datos sean los mismos para quienes se encuentran en los grandes centros o el cualquier otro punto del país”, dice Araújo.

Los 50 millones de reales destinados al Cemaden, unidad de investigación vinculada al MCTI, apuntan a extender el alcance geográfico de los alertas producidos por la institución en referencia al riesgo de deslizamientos de tierra, aluviones, inundaciones y sequías, que sirven para apuntalar el trabajo de Defensa Civil. Aún no se han definido los municipios que estarán incluidos, pero se estima que la población atendida aumentará del 55,7 % a aproximadamente un 70 % del país. “Parte del dinero también se utilizará para modernizar nuestro parque de Tecnología de la Información, que fue diseñado en 2011 y que necesita actualizarse”, concluye la directora del Cemaden, Regina Alvalá.

Republicar