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Especial

Para abandonar el pizarrón

La eficacia de las formas lúdicas de aprendizaje

Una experiencia realizada en la Escuela Pública Landia Santos, del municipio de Ferraz de Vasconcelos, en la región metropolitana de São Paulo, mostró que ciertas formas lúdicas de aprendizaje de la matemática son más eficaces que la enseñanza restringida al pizarrón. Con financiamiento de la FAPESP, investigadores del Instituto de Matemática y Estadística de la USP estructuraron un laboratorio, capacitaron a seis profesores y aplicaron esta propuesta de enseñanza en dos cursos, siguiendo su evolución desde el 5º al 8º año, durante los cuatro años que duró el proyecto.

Y notaron avances en su desempeño y en su propia personalidad. “Se mostraron más motivados para aprender música y dibujo, y se comprometieron más con la escuela”, dice Elza Furtado Gomide, coordinadora de la investigación. Cuando estaban en el 6º año, fueron sometidos a la misma prueba de matemática aplicada a alumnos del primer año de la secundaria – “y les fue mejor”.

El proyecto concluyó en abril pasado, pero el laboratorio continúa siendo usado por los alumnos de la escuela. Los investigadores se concentraron en la tarea de hacer que el estudio se torne atrayente. “Los niños armaban polígonos con cartulina colorida; de esa manera aprendían cómo varían los lados y los ángulos y cómo el polígono de cuatro lados se relaciona con el de ocho”, explica Elza. Los alumnos que preferían juegos probaban sus conocimientos de distancia y probabilidad combatiendo con los adversarios. Entre incursiones a supermercados para comparar precios de productos y exámenes de la cuenta hogareña de luz para verificar el consumo de los electrodomésticos, resolvían problemas del cotidiano.

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