Catarina BesselPara la biblioteca virtual SciELO (la sigla en inglés por Scientific Eletronic Library Online), una colección de 280 revistas científicas brasileñas disponibles en modo abierto y gratuito en internet, 2015 promete ser un año de cambios. La adopción de nuevos criterios para la admisión y permanencia de publicaciones en la biblioteca exigirá que las revistas impulsen medidas concretas para elevar la presencia y el impacto internacional de sus artículos. Entre las modificaciones, cuyas metas deberán cumplirse para el final de 2016, se destaca el crecimiento de la cantidad de artículos escritos en inglés. Dentro de dos años, esa cuota deberá llegar al 75% de los papers. Actualmente ronda el 60%. “Notamos que la cantidad de citas de artículos no crece porque se alcanzó el límite entre el público lusófono. Se debe ir más allá de ese universo doméstico”, dice Abel Packer, director de la biblioteca, quien debatió las nuevas reglas en el marco de la reunión anual de la SciELO realizada en la FAPESP, el pasado 2 de diciembre.
Los nuevos criterios también proyectan un aumento del contingente proveniente del exterior, tanto de autores de papers como de miembros del consejo editorial de las revistas y de científicos que dictaminan acerca de los artículos (vea el recuadro), y se recomienda que haya un 35% de autores, editores y críticos con filiación extranjera. Para Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la FAPESP, la internacionalización de los periódicos se verá reflejada en el impacto de las publicaciones. “Se trata de un esfuerzo que, sumado a otros, contribuirá para la inserción de nuestros científicos en el contexto internacional de la ciencia, aumentando su competitividad. Nuestra producción científica está creciendo considerablemente y el desafío actual radica en elevar su impacto”, dijo Brito Cruz, durante la reunión.
Hay metas específicas para cada campo del conocimiento. En las áreas en las cuales el intercambio con colaboradores internacionales ya está consagrado, tales como la biología, ingenierías y ciencias exactas y de la Tierra, se recomienda que el 85% de los artículos originales y de revisión se redacte en inglés. En tanto, en las áreas en que la producción científica mantiene un impacto con carácter más regional y aún se divulgan predominantemente en portugués, como por ejemplo en lingüística, letras, artes, humanidades y ciencias sociales aplicadas, la recomendación está en un plano inferior, alrededor del 30%. Las metas valen para el conjunto de revistas de una determinada área, por lo tanto, esos promedios podrán alcanzarse mediante la sumatoria de las revistas que superen la recomendación y otras que figuren debajo de ella. La idea es que entre el 20% y el 25% de las publicaciones periódicas de la colección corresponda predominantemente a ediciones internacionales, un porcentaje que hoy se encuentra en el 14%. Y hay una novedad técnica. Se trata de la exigencia para que los textos se estructuren según el lenguaje XML (acrónimo de eXtensible Markup Language), que facilita el procesamiento de los artículos mediante programas de computadora.
La biblioteca SciELO es un programa especial de la FAPESP que se lanzó en 1997, al que se le atribuye un incremento de la calidad de las publicaciones científicas en el país. Las publicaciones periódicas sólo son admitidas en la colección luego de sortear evaluaciones que garantizan su seriedad, tales como la existencia de un cuerpo editorial calificado, la frecuencia de publicación y el cumplimiento de normas técnicas que rigen la comunicación científica internacional. Al promover que las publicaciones se ajusten a ciertas normas de calidad, el programa SciELO ayudó a que muchas de ellas califiquen para integrar bases de datos internacionales. La cantidad de periódicos brasileños en la base Web of Science (WoS) se incrementó de 30 títulos en 2007 a 134 en 2011.
Reacciones
¿Qué sucederá si no se alcanzan las metas establecidas? “Existen dos formas de lograr un equilibrio: admitiendo más revistas de carácter internacional en la colección y reduciendo el número de revistas predominantemente nacionales”, explica Packer. La posibilidad de que la biblioteca SciELO desafilie a algunas de sus revistas despertó reacciones. El 18 de noviembre de 2014, editores de publicaciones periódicas de salud comunitaria emitieron una declaración criticando lo que consideran una interferencia en su autonomía editorial. “El portal se creó a partir de la generosa idea de fortalecer las publicaciones nacionales y contribuir al diálogo sur-sur, y, a lo largo del tiempo, contribuyó y propició una mayor visibilidad para las publicaciones periódicas nacionales”, dice el texto, firmado por editores de nueve revistas. Packer no coincide con que haya una intervención en las políticas editoriales de las publicaciones. “Se trata del uso de indicadores de control máximo y mínimo de análisis de la evolución de la colección, variable entre las áreas temáticas, basándose en una expectativa de desempeño. Uno de los objetivos de SciELO es el de contribuir al aumento del impacto de la ciencia brasileña, y ése es uno de los motivos por los cuales la FAPESP financia el programa”, sostiene.
Uno de los firmantes de la carta, el editor de la Revista Brasileira de Epidemiologia, Moisés Goldbaum, subraya que las revistas de salud comunitaria están a favor de las medidas tendientes a la internacionalización. Pero critica lo que considera una camisa de fuerza impuesta por las directrices. “Varias de nuestras revistas ya publican su contenido en inglés y en portugués simultáneamente, así como también aceptamos artículos en español, porque lo consideramos importante para el intercambio sur-sur. Del mismo modo, notamos que muchos países de habla portuguesa en África se benefician con nuestros artículos en portugués, así como los administradores de salud pública en Brasil, que no siempre dominan el inglés y son destinatarios de nuestra producción”, dice Goldbaum, quien es profesor de la Facultad de Medicina de la USP. El editor afirma que no sería difícil cumplir con otras directrices. “Podría publicar más artículos de autores extranjeros en la Revista Brasileira de Epidemiologia, pero contemplando una demanda no calificada. Rechazamos muchos artículos de mala calidad provenientes del exterior. También podría conseguir más editores extranjeros, pero estoy casi seguro de que sólo sería una representación honoraria. Como buena parte de los artículos versa sobre temas regionales, tal vez esos editores no puedan aportar nada”, sostiene. Para Goldbaum, la instauración de estrategias de internacionalización debería considerarse a partir de una definición de políticas científicas y tecnológicas del país, donde se pudiera obtener mayor financiación para nuestras revistas y profesionalizar los cuerpos editoriales. “Simultáneamente, si nuestros alumnos fueran a realizar doctorados sándwich o posdoctorados en el exterior con mayor frecuencia y el resultado fuesen investigaciones conjuntas con colegas del exterior, la producción científica resultante de ello lograría mayor calificación internacional”.
Bajo nivel
El profesor Carlos Menck, del Instituto de Ciencias Biomédicas de la USP y editor de la revista Genetics and Molecular Biology, coincide con los nuevos criterios de SciELO, pero propone otro enfoque para el debate. Considera poco satisfactorio que el factor de impacto de la revista que dirige, editada por la Sociedad Brasileña de Genética, venga creciendo a un ritmo lento a pesar de los esfuerzos realizados para internacionalizarla: está disponible en lenguaje XML desde 2012, cuando fue admitida en la base de datos PubMed, sus textos son en inglés; la mitad de sus artículos están firmados por autores del exterior; la exigencia para la aceptación de manuscritos es creciente (un 60% de los artículos brasileños se rechaza por baja calidad, así como un 80% de los artículos extranjeros). Menck admite que la revista puede mejorar. En 2014, el índice de artículos que no fueron citados fue de alrededor del 40%. “Es una cifra elevada, pero estamos logrando mejorar eso. No concuerdo con la idea, que esgrimen algunos editores, de que es admisible publicar revistas sin preocuparse de que sean citadas. Eso no tiene sentido”, afirma. “Saltaré de alegría si el factor de impacto fuera mayor que 1 en los próximos meses, pero ese nivel todavía es bajo. Deberíamos contar con varias revistas brasileñas con un factor de impacto de al menos 2, en forma sostenida. Algo está fallando en nuestra estrategia”, dice el profesor, quien considera la posibilidad de firmar un contrato con una gran editorial internacional para la publicación de la revista. “La ventaja radica en que el publisher asume el trabajo pesado de los editores, como es ocuparse de la edición, ayudar a divulgar los artículos y mejorar el sitio web de la publicación, dentro de un competitivo ámbito internacional, en el que se busca la calidad editorial y también ganar dinero. Y el editor queda libre para ocuparse de la calidad de los artículos”, dice Menck.
La Coordinadora de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes) manifestó su interés por contratar a una editorial extranjera para la publicación en acceso abierto alrededor de 100 revistas científicas brasileñas, algo que generó una fuerte reacción de los editores brasileños. “La propuesta de la Capes podría replantearse para impulsar el resurgimiento de algunas revistas que realmente tenían nivel internacional”, dice Menck. Según éste, la contratación de publishers internacionales podría ayudar a las revistas brasileñas. “Una alternativa sería contar con un publisher brasileño de nivel internacional. Estamos lejos de eso, y éste es un desafío concreto que debe afrontar Brasil, ya que se trata de una industria económicamente muy fuerte. Un desafío mayor aún, radica en lograr que las editoriales brasileñas alcancen nivel internacional”, sostiene.
Prestigio
Datos presentados por Rogério Meneghini, de SciELO, durante la reunión anual, sugieren que la adopción de publishers comerciales no derivó automáticamente en un aumento en el impacto de los periódicos que pasaron por esa experiencia en varios países. También en el marco del encuentro, Hooman Momen, quien hasta hace poco se desempeñaba como editor del Bulletin of the World Health Organization, presentó las características que identifican a los periódicos científicos con prestigio internacional. Meneghini abogó por la creación de una plataforma avanzada para la edición y publicación de los publicaciones periódicas de Brasil, con la finalidad de fortalecer la competitividad internacional. Y resaltó que SciELO podría ocuparse del manejo de esa plataforma.
La decisión de adoptar un carácter más internacional para una revista científica generalmente causa sorpresa entre algunos editores y autores, y los resultados recién aparecen a mediano plazo. El caso de la Revista Brasileira de Psiquiatria, actualmente el segundo periódico brasileño con mayor repercusión, con un factor de impacto de 1,63, revela las dificultades de ese recorrido. Hace 15 años, cuando el editor en jefe era el profesor Jair de Mari, de la Unifesp, se decidió publicar el contenido de la revista en inglés. Al principio, la revista se transformó en bilingüe. Después, los números regulares comenzaron a aparecer solamente en inglés y los suplementos en ambas lenguas. Y finalmente, todo en inglés. “Hubo críticas por el hecho de que una revista que ostenta ‘brasileña’ en su nombre se publicara en inglés. Tuvimos que realizar un trabajo para que la Asociación Brasileña de Psiquiatría, que edita la revista, entendiera que si deseábamos que la revista cumpliera su finalidad de divulgación científica, no había más opción que adoptar el inglés”, recuerda Flavio Kapczinski, uno de los jefes de edición de la revista. “Algunos decían que el público brasileño que no lee inglés quedaría al margen. Pero el inglés es la lengua usual en nuestra área, y publicaciones periódicas de Japón, China y Europa adoptan el inglés como idioma”, sostiene Kapczinski, quien es docente de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul.
El reconocimiento de la revista también se basó en otros factores. “La psiquiatría brasileña fue acumulando masa crítica, mediante dos programas de posgrado con nota 7 de la Capes, altamente internacionalizados, y otros dos con nota 6. Eso generó un flujo importante de buenos artículos y colaboró para atraer artículos escritos por científicos extranjeros”, dice Kapczinski. Con esa demanda calificada, la revista puede seleccionar un 20% de los artículos remitidos. “Para mantener la competitividad de la revista, es importante evaluar los papers rápidamente, contestando afirmativa o negativamente, y publicándolos online ni bien se acepta un manuscrito. Los autores esperan una respuesta rápida de la revista, para poder ofrecerle el artículo a otra publicación si la respuesta fuera negativa”. Alrededor de la mitad del cuerpo de editores y analistas es del exterior. Para Kapczinski, las modificaciones propuestas por la SciELO son bienvenidas. “Es más, son indispensables. No existe la posibilidad de internacionalizar una revista sin internacionalizar sus procedimientos. La función del periódico es servir a la ciencia, y no a un determinado mercado”, sostiene.
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