Retirar la vegetación seca y altamente inflamable, depositándola en fajas de tierra de 3 a 15 metros de largo, construyendo los denominados “aceiros” (terreno acotado y talado situado estratégicamente para evitar la comunicación de los incendios en los bosques), es una manera tradicional para prevenir la propagación de incendios en regiones tales como reservas ecológicas o los bordes de las vías del ferrocarril. Otra alternativa es aplicar en la vegetación una sustancia capaz de controlar la propagación del fuego.
Para evaluar el efecto de la utilización de un producto compuesto en base a fosfato de amonio y sulfato de amonio, los ingenieros forestales Guido Assunção Ribeiro, Gumercindo Souza Lima, Ana Luiza Santos de Oliveira, Virgínia Londe de Camargos y Miguel Umbelino Magalhães, del Departamento de Ingeniería Forestal de la Universidad Federal de Viçosa, elaboraron el estudio Eficiencia de un retardador de larga duración en la reducción de la propagación del fuego, a partir de ensayos en laboratorios con la sustancia. Los investigadores evaluaron el espacio alcanzado por el fuego, el tiempo empleado en su propagación y la intensidad de la quema, y concluyeron que el producto aplicado disminuye el índice de inflamabilidad. Ellos constataron que la aplicación de 1200 ml/m2 es capaz de alterar la reacción del combustible e inhibir el incendio. Para mejorar la relación entre costo y beneficio del uso del producto, el estudio apunta para la necesidad de otros ensayos con la aplicación de menores dosajes.
Revista Árvore – Tomo 30 – Nº 6 – Viçosa – Noviembre / Diciembre de 2006
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