Basta con ver la imagen de una barra de chocolate o de una pizza para imaginar su sabor y despertar el apetito. El gusto y el olfato, sentidos prácticamente indisociables, ocupan una posición preponderante en la vida de la mayor parte de las personas. Científicamente, sin embargo, costó más conocerlos que otros sentidos como el de la visión. En la búsqueda de subsanar deficiencias respecto de este conocimiento, Cincinato Rodrigues Silva Netto, de la Facultad de Odontología de la USP de Ribeirão Preto, escribió el libro “Paladar: gosto, olfato, tato e temperatura – fisiologia e fisiopatologia” (Editora Funpec). Partiendo de consideraciones generales sobre el gusto y el olfato, el autor investiga en informaciones detalladas sobre la fisiología, anatomía y neurología de cómo funcionan esos sentidos, examina patologías relacionadas con ellos y sugiere tratamientos. Una buena comida con aromas embriagadores representa una fuente inagotable de placer y, muestra él, ese placer estimula el sistema digestivo y por ello es responsable del buen funcionamiento del organismo. Para el autor, son necesarios buenos fundamentos en investigación básica que informan sobre los mecanismos bioquímicos y celulares, para diagnosticar y tratar con éxito las alteraciones del gusto y del olfato.
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