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Genómica

Para realzar el sabor

El programa Genoma Café abre su banco de datos a los científicos

EDUARDO CESARLa conclusión del secuenciamiento del genoma del café arábiga, anunciado oficialmente por el ministro de Agricultura, Roberto Rodrigues, el pasado día 10 de agosto, abre nuevas perspectivas para mejorar la calidad del grano, aumentar la productividad de los cultivos e incrementar las exportaciones del país. Brasil ha sido históricamente líder en investigaciones cafeteras, pero, por tratarse de un cultivo perenne, el proceso de introducción de nuevas variedades demora entre 25 y 30 años. “Conociendo los genes implicados en la resistencia de la planta al agua, las enfermedades o la calidad de la bebida, por ejemplo, será posible realizar mejoramientos en un lapso de tiempo más corto”, prevé Carlos Colombo, investigador del Instituto Agronómico de Campinas (IAC) y coordinador del Programa Genoma Café en São Paulo.

El programa, presupuestado en 1,9 millones de reales, fue financiado por el Consorcio Brasileño de Investigación y Desarrollo del Café, integrado por la FAPESP, la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) y otras 20 instituciones de investigación. Los investigadores optaron por emplear la técnica de etiquetas de secuencias expresadas (ESTs) -trozos de genes que la planta efectivamente emplea durante el metabolismo para producir proteínas- y no por secuenciar el genoma entero. Las investigaciones resultaron en el secuenciamiento de 32 mil genes, sobre un total de 40 mil o 50 mil, y 155 mil secuencias de ADN.

Estas informaciones están reunidas en un banco de datos administrado por la FAPESP y Embrapa, al cual tendrán acceso 23 institutos nacionales de investigación. “Como resultado del acuerdo, los investigadores brasileños tendrán prioridad para ingresar y analizar esos datos. Debido a que se trata de información pública, a partir de 2006 el banco de datos estará abierto a los investigadores extranjeros y a las entidades privadas para consulta”, comenta Colombo. En ese caso, habrá cobro de royalties. “Debemos acelerar las investigaciones”, recomienda el coordinador del programa en São Paulo.

El consorcio está analizando proyectos de análisis funcionales del café presentados por los diversos institutos de investigaciones acreditados. La idea es invertir alrededor de 3 millones de reales en el financiamiento de entre 10 y 15 proyectos de investigación que, según se prevé, permitirán producir café más tolerante a la sequía, resistente al ataque de plagas, con más sabor y aroma o con tenores controlados de cafeína, vitaminas y sales minerales, por ejemplo. La FAPESP y Embrapa dividirán la titularidad de las patentes que se generen en el marco de los proyectos. Ambas entidades compartirán los royalties con el Centro Nacional de Recursos Genéticos (Cenargen) y la institución a la cual pertenezca el investigador responsable del proyecto.

“El café ya fue el buque insignia de nuestra economía. Y ahora estamos demostrando que el café brasileño continúa a la vanguardia”, dijo el ministro Roberto Rodrigues, quien participó de la ceremonia en que se anunció la conclusión del Programa Genoma Café y se firmó el convenio que permite el acceso de las instituciones de investigación al banco de datos. “Esperamos que se abran nuevos mercados para los cafés brasileños. Esta investigación beneficiará a toda la cadena productiva, especialmente a los productores.”

Brasil produce anualmente alrededor de 31 millones de sacas de café beneficiado, responde por el 30% de la producción mundial y es el mayor exportador del grano. El café fue responsable por el 2% de las exportaciones brasileñas en 2003. La producción nacional pierde en calidad frente a la de Colombia, que cosecha granos de mejor calidad y mayor precio. Se espera que las investigaciones resulten en el desarrollo de variedades productivas superiores, que permitan disputarle mercado al café colombiano.

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