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AGRICULTURA

Para vigilar la pudrición de las frutas

Elaboran un sistema que permite controlar una enfermedad de los cítricos con menos pulverizaciones de fungicidas

FUNDECITRUSLa citricultura cuenta ahora con una nueva herramienta para combatir la pudrición floral de los cítricos, una enfermedad que provoca la caída de los frutos y la pérdida de hasta un 80% de la producción cuando afecta a los naranjales. Los agricultores pueden usar un sistema de control que calcula las condiciones propicias para la aparición de la enfermedad, como lo son la lluvia y el estadio de desarrollo de la florada, e indica la época justa para la pulverización de fungicidas. El software fue desarrollado en la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad Estadual Paulista (Unesp) de Botucatú por la ingeniera agrónoma Natália Aparecida Rodrigues Peres, autora de una tesis doctoral sobre el nuevo sistema bajo la coordinación del profesor Nilton Luiz de Souza.

El proyecto contó con financiamiento de la FAPESP y también con la colaboración de la Universidad de Florida, Estados Unidos, y de Citrovita, una empresa del grupo Votorantim que posee 3 millones de naranjos en la región de Itapetininga (São Paulo). Los resultados muestran que al implementar el nuevo sistema los agricultores economizan alrededor de 200 reales por hectárea en aplicación de fungicidas. Los productores brasileños pueden utilizar gratuitamente el sistema en Internet, en la siguiente dirección.

“Este trabajo empezó en 1997”, dice el profesor Souza, que hace 30 años estudia los hongos causantes de enfermedades de plantas. “Fue cuando representantes de la empresa consultaron a nuestro Departamento de Defensa Fitosanitaria, solicitando la colaboración para acabar con esta enfermedad que amenazaba la producción de naranjas en Itapetininga”. La pudrición floral es un problema que afecta a varias regiones en Brasil, el mayor productor mundial de naranjas, con más de un millón de hectáreas de árboles plantados y que ha llegado a los 371,3 millones de cajas de naranjas en la cosecha 2002/2003. El hongo (Colletotrichum acutatum) actúa en todas las regiones productoras de naranjas, incluidas Santa Catarina, Río Grande do Sul, Goiás, Río de Janeiro, Bahía y São Paulo, estado este último que responde por el 70% de la producción brasileña de cítricos.

Al comenzar los estudios, Natália estaba terminando su maestría en horticultura sobre enfermedades de la postcosecha, también causadas por hongos del género Colletotrichum, en frutos tales como el aguacate, la banana, la guayaba, el mango, la papaya, el maracuyá y la fresa. Con la conclusión de la maestría, la investigadora se dedicó a la pudrición floral de los cítricos causada por el mismo hongo. De esta manera, entre 1997 y 1998, Souza y Natália empezaron a probar fungicidas y estudiar el ciclo de la enfermedad para hallar la mejor estrategia de control.

Para realizar la investigación, se instalada una estación meteorológica para recabar datos climáticos de lluvia, temperatura y mojadura foliar, que envía las señales vía radio a una central computarizada. Durante el período entre junio de 1999 y julio de 2002, Peres se abocó a la investigación que resultó en el Sistema de Diagnóstico y Control de la Pudrición Floral de los Cítricos. En 1999, Natália viajó rumbo a Estados Unidos, donde realizó una pasantía de un mes en la Universidad de Florida, en la ciudad de Lake Alfred, con el profesor Lavern Wayne “Pete” Timmer, uno de los mayores expertos en pudrición floral de los cítricos a nivel mundial.

Ya de regreso a Brasil, Natália realizó los experimentos de campo en las plantaciones de Itapetininga, simultáneamente a los de los naranjales de Florida. En el trabajo, ella descubrió que para combatir la enfermedad era fundamental hacer las pulverizaciones en el momento preciso. La presencia de la pudrición varía año a año, acorde con la aparición o no de las lluvias durante el período de florada de las plantas. El hongo requiere de humedad y de los nutrientes de las flores para reproducirse.

El ciclo de la enfermedad es rápido. Los primeros síntomas se observan entre cuatro y cinco días después de la infección. “Las fuentes de inoculación son las células reproductoras producidas en los pétalos afectados, diseminadas entre las flores sanas por la acción de la lluvia. Durante el período ubicado entre floradas, el hongo sobrevive en las hojas y en los cálices (la parte de la flor que servirá de sostén al fruto), dificultando así su eliminación con pulverizaciones de fungicidas u otros tratamientos”, dice la investigadora. “La pudrición provoca lesiones de una coloración rosácea-anaranjada en los pétalos, y lleva a la caída de los frutos jóvenes, pero dejando los cálices sujetos a las ramas, un síntoma conocido como estrellita, característico de la enfermedad.”

La evolución del análisis
Una de las dificultades en el combate contra la pudrición floral consiste en determinar el momento ideal para aplicar el fungicida, porque para el que control sea eficiente es necesario pulverizar cuando las condiciones climáticas son favorables a la enfermedad. Tradicionalmente los productores hacen las pulverizaciones de acuerdo con el estadio de desarrollo de la florada. Pero no siempre esta condición coincide con el período más húmedo. “Además, durante algunos años, cuando las lluvias no son favorables a la diseminación del hongo, las pulverizaciones pueden evitarse.”

El sistema de control de Natália Peres se basó en un modelo de previsión de la enfermedad desarrollado anteriormente en Florida, que indica la necesidad y el momento ideal de aplicación de fungicidas. Este modelo norteamericano tiene en cuenta el número de flores infectadas en 20 árboles, la cantidad total de lluvia durante los últimos cinco días y el número de horas de mojadura foliar tras las lluvias. “Este modelo es utilizado por muchos productores de Florida que, con base en los datos recabados deciden sobre la necesidad o no de pulverizar”, dice la investigadora.

El nuevo sistema desarrollado por Natália, en conjunto con los investigadores Lavern Timmer, Howard Beck y Soonho Kim, de la Universidad de Florida, es denominadoPostbloom Fruit Drop , o caída de frutos post-florada, yFungicide Application Decision , decisión para la aplicación de fungicidas (PFD-FAD). El mismo tiene en cuenta las mismas variables del modelo norteamericano, pero considera también el estadio y la intensidad de las floradas, la historia de la enfermedad en el naranjal, la variedad de los cítricos y otros factores que promueven la aparición de flores fuera de época y favorecen el aumento de la presencia del hongo. Tras la selección de todos los parámetros, mediante ventanas de multiple choice, el sistema calcula el valor de riesgo de aparición de la enfermedad y emite una recomendación para pulverizar o no.

Humedad bajo controla
El sistema ha sido probado durante los últimos dos años en naranjales de Citrovita, en la región de Itapetininga, comparándolo con el modelo de Florida y con otros más sencillos, utilizados por los productores. Durante este período, de acuerdo con la investigadora, tan solo una pulverización fue apuntada por su método, lo que representa un control significativo de la enfermedad y una economía de recursos para los productores. Para tener un control efectivo de la enfermedad, es necesario monitorear las condiciones climáticas, que son decisivas en la epidemiología de la enfermedad.

“Es necesario recabar los datos de lluvia y de mojadura foliar, lo que puede hacerse a través de las estaciones meteorológicas automatizadas, los recolectores manuales o incluso de las estaciones climáticas de los institutos de investigación, dependiendo de la zona”. Natália Peres dice que un simple pluviómetro le permite al productor recabar los datos de la lluvia, en tanto que la mojadura foliar puede estimarse visualmente.

Peres trabajó hasta diciembre en un proyecto de posdoctorado en el Instituto Biológico de São Paulo, donde estudió enfermedades fúngicas de los cítricos que aún no han aparecido en Estados Unidos, con financiamiento de la Universidad de Florida. Este mes la ingeniera agrónoma ha empezado a trabajar en dicha universidad, donde ganó un concurso a comienzos de 2003, y fue admitida entre 30 candidatos para investigar enfermedades en los cultivos de fresas y dictar clases en la cátedra de Patología de Plantas.

El Proyecto
Epidemiología y Control del Colletotrichum acutatum, el Agente Etiológico de la Caída Prematura de Frutos Jóvenes en los Cítricos
Modalidad
Línea Regular de Auxilio a la Investigación
Coordinador
Nilton Luiz de Souza – Unesp
Inversión
R$ 21.538,25 y US$ 8.710,00

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