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Ambiente

Parachoques

El estudio que propuso una zona de protección para el Parque de la Cantareira inspira un proyecto de ley

El Núcleo Cabuzu del Parque Estadual da Cantareira, un fragmento intacto de 26,7 kilómetros cuadrados de selva en los límites de Guarulhos (São Paulo), va a ganar un cinturón de protección si se aprueba un proyecto de ley elevado por la alcaldía a la Concejo Deliberante de la ciudad. El proyecto disciplina el uso del suelo en el municipio, que pertenece a la Región Metropolitana de São Paulo, y establece directrices para la creación de un área de protección ambiental en una franja de tierra de 32,2 kilómetros cuadrados entre el Núcleo Cabuzu y el área urbana de Guarulhos.

Esta área de transición, que está clasificada como zona rural por la legislación actual, sufre una intensa presión de la urbanización. Contempla ocupaciones irregulares y rellenos sanitarios. Pero un 45% de su territorio aún está compuesto por selva virgen de Bosque Atlántico prácticamente inexplotado. De acuerdo con el proyecto de ley, que ha de votarse aún este año, la ocupación de esa franja pasaría por un proceso de reorganización: viviendas en zonas de deslizamientos serían removidas a sitio más seguros, áreas desforestadas recibirían de regreso la vegetación natural y actividades como el ecoturismo ganarían incentivo. Así, el cinturón se convertiría en una zona de defensa, capaz de impedir que la metrópoli avance sobre el Parque Estadual da Cantareira, región de manantiales protegida desde el siglo XIX.

El advenimiento del área de transición, demarcado por la alcaldía, es el resultado directo de un proyecto financiado por la FAPESP en el ámbito del Programa de Investigaciones en Políticas Públicas, instituido en 1995 con el objetivo de establecer alianzas entre las universidades e institutos de investigación y órganos del sector público y del tercer sector en la busca de soluciones para problemas concretos de la población o trabas a la buena gestión administrativa. “Tenemos una posibilidad histórica de evitar que la urbanización se aproxime al Parque Estadual de la Cantareira, como ya sucedió en municipios vecinos como São Paulo”, dice Antonio Manoel de los Santos Oliveira, coordinador de la investigación, que es el director del Laboratorio de Geoprocesamiento y profesor de la Maestría en Análisis Geoambiental de la Universidad de Guarulhos (UnG).

El proyecto Cabuzu fue realizado entre 2001 y 2005 y promovió un inédito relevamiento cartográfico de la región, con la identificación de cada una de sus microcuencas y la instalación de una estación meteorológica. Se elaboraron mapas de geología, del uso del suelo y de legislación ambiental, entre otros, además de un diagnóstico sobre las posibilidades de exploración sostenible. La búsqueda de soluciones involucró a investigadores de la UnG, de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) y del Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IPT), en sociedad con secretarias de la Alcaldía de Guarulhos, el Instituto Forestal y el Sistema Autónomo de Agua y Alcantarillado  (SAEE) de la ciudad.

Según el secretario de Desarrollo Urbano de Guarulhos, el arquitecto Roberto de los Santos Moreno, la alianza fue importante tanto para los técnicos de la alcaldía y de los órganos públicos, depositarios de nuevos conocimientos sobre la región, como para los investigadores, convidados a evaluar cuestiones prácticas. “El proyecto de investigación se convirtió en un gran aliado nuestro en la definición de la nueva división en zonas de la ciudad y tuvo influencia en la elaboración del nuevo Plan Director de Guarulhos, aprobado en 2004”, afirma Moreno.

La definición del área de protección ambiental no va a evitar que la región contigua al Núcleo Cabuzu sea habitada, pero procura impedir los usos que causen impactos significativos. “La idea del área de protección es conservacionista, no es preservacionista”, explica el profesor de geología de la UnG Márcio Roberto Magalhães de Andrade, que se incorporó al proyecto cuando trabajaba en el área técnica de la alcaldía de Guarulhos. Con base en ese diagnóstico, el grupo propuso un nuevo abordaje para la región.

Las microcuencas constituirían las unidades básicas de diagnóstico ambiental y planificación urbana. Serían desarrollados modelos de ocupación que respeten las condiciones ambientales de cada micro cuenca, eliminando áreas de riesgo y valorizando los servicios de la biosfera. En ese sentido, el proyecto contribuye a la Evaluación Subglobal Ecosistémica del Milenio, que está empezando a realizarse en la Reserva de la Biosfera del Cinturón Verde de la Ciudad de São Paulo.

La participación de la población en la gestión del medio ambiente es otra piedra de toque del proyecto. Uno de los objetivos es articular a los propietarios rurales, habitantes y la policía ambiental del municipio. Otro es crear un parque de educación ambiental, que ayude a propagar entre los estudiantes la importancia de la ocupación sostenible. “La gestión de las selvas urbanas es problemática en todo Brasil. Nuestra experiencia podrán aprovecharla otras ciudades”, dice Antonio Manoel dos Santos Oliveira, coordinador del proyecto.

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