En el extremo sur de la costa brasileña ya funciona un radar de última generación capaz de detectar e identificar embarcaciones en alta mar más allá de la curvatura de la tierra. El radar OTH (Over the Horizon) una creación de la empresa paulista Iacit Soluções Tecnológicas está instalado en el faro de Albardão, un emplazamiento remoto de la Marina Brasileña ubicado a unos 100 kilómetros (km) de la frontera con Uruguay. Ese aparato, el primero de su género en América del Sur, fue concebido para brindarle al país una mayor autonomía en el control y el patrullaje de fronteras y del espacio marítimo. Una de sus aplicaciones es el monitoreo de la Amazonia Azul, un área marítima de 4,5 millones de kilómetros cuadrados (km2), que comprende la zona económica exclusiva y la extensión de la plataforma continental brasileña, que contiene múltiples riquezas naturales y minerales, como son los campos de petróleo del presal.
“Pocas naciones del mundo, posiblemente Estados Unidos, China, Rusia, el Reino Unido, Australia y Canadá, poseen el know how para proyectar y fabricar estos radares”, dice el ingeniero electrónico Gustavo de Castro Hissi, director de proyectos de Iacit, cuya casa matriz se encuentra en São José dos Campos. El radar OTH, un desarrollo que contó con el apoyo de la Marina, puede monitorear el tráfico de embarcaciones (militares, de carga, de pasajeros, pesqueras, etc.) a más de 200 millas náuticas de la costa (alrededor de 370 km), resultando ideal para la detección de buques no cooperativos, o sea, aquellos que no transmiten la señal AIS (las siglas en inglés para Sistema de Identificación Automática), que permiten su identificación. Su monitoreo se extiende más allá de la línea del horizonte. El radar instalado en el litoral gaúcho es propiedad de Iacit, que piensa vendérselo a la Marina brasileña.
Los radares convencionales poseen un alcance mucho menor, con un límite de registro de aproximadamente 70 km. En esos dispositivos, las ondas electromagnéticas se desplazan en una trayectoria lineal y sólo consiguen identificar objetivos dentro de su campo de visualización, y por eso, resultan ineficaces más allá de la curvatura terrestre. En el caso del OTH, la señal se desplaza sobre la superficie del océano, atraída por la salinidad marina, y se propaga a distancias mayores. Cada radar es capaz de monitorear un área de 144 mil km2 del litoral brasileño.
Interés de la Marina
El almirante Paulo José Rodrigues de Carvalho, exjefe de Estado Mayor del Comando de Operaciones Navales de la Marina, afirma que el radar de la empresa Iacit puede ser de utilidad para el patrullaje de la costa brasileña. “El OTH constituye una contribución directa para el ambicioso proyecto de vigilancia marítima de la Marina, el Sistema de Gestión de la Amazonia Azul [SisGAAz]. Con cuatro de esos dispositivos se podrían monitorear los yacimientos de petróleo y gas de las cuencas de Campos y Santos, en los litorales fluminense y paulista”, dice. Hacia el final del mes de marzo, Iacit le presentó el dispositivo al alto almirantazgo de la Marina. “Estamos en tratativas con la Marina y esperamos que ellos sean los primeros en operar el radar”, comenta Hissi, al tiempo que informa que se necesitarían alrededor de 14 unidades similares del dispositivo para vigilar toda la costa brasileña. La empresa no divulgó el precio de ese radar.
El desarrollo del OTH comenzó en 2011 y su índice de nacionalización es superior al 80%. “El último subsistema producido por nuestro equipo fue el de rastreo, que permite visualizar el desplazamiento de los buques. Se logró tenerlo listo este año”, comenta. El rastreador, desarrollado a partir de recursos concedidos por el programa Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (Pipe), de la FAPESP, asocia detecciones consecutivas de un mismo objetivo, brindando informaciones tales como dirección y velocidad de desplazamiento. Sin esos datos, el radar tan sólo podría identificar puntos en el mapa, pero no mostraría de dónde provienen ni hacia dónde se dirigen.
Con base en los datos de rastreo, el operador puede analizar, por ejemplo, si dos embarcaciones siguen una ruta de colisión, así como el comportamiento de blancos sospechosos. El análisis de la trayectoria descrita por los objetivos puede ayudar a identificar navíos que transportan mercaderías de contrabando o que están pescando en áreas prohibidas, las mencionadas embarcaciones no cooperativas.