Imprimir Republish

Tecnociencia

Piscina produce energía eléctrica

En tiempos de racionamiento de energía, una disertación de maestría defendida en la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo (Poli-USP) presenta una interesante alternativa para el sector energético brasileño. Se trata de piscinas solares capaces de suministrar energía eléctrica para abastecer casas populares, calefones eléctricos y artefactos de aire acondicionado. La idea, relativamente sencilla, ya es empleada en Israel, Australia, Bélgica, India y Estados Unidos, país este último en cual la Universidad de Texas lleva adelante desde 1986 un amplio experimento llamado de El Paso Solar Pond. Tanques de fondo negro con diferentes niveles de concentración de agua salada retienen el calor e inhiben su pérdida por convección natural, efecto que se produce cuando las capas superiores de agua, más calientes, descienden haciendo que las capas inferiores, más frías, suban hacia la superficie, debido a la diferencia de densidad. A partir de la energía térmica almacenada en las piscinas, se genera energía eléctrica. “Para que eso suceda, la energía térmica calienta, a través de un intercambiador de calor, un reservorio de agua con amoníaco. El amoníaco se transforma en gas y acciona una turbina, produciendo electricidad”, explica José Roberto Abbud, autor de la disertación. Las piscinas térmicas pueden variar de tamaño: del de un tanque de agua al de varias canchas de fútbol. Según el investigador, una piscina de 1.000 m² tiene una potencia útil instalada de 180 kW, energía suficiente para abastecer a más de 100 casas populares. “Además de ser limpia, es una energía barata: un kilowatt sale por cerca de 1,5 mil dólares, mientras que la misma cantidad de energía generada por un sistema hidroeléctrico cuesta de entre 2 mil y 2,5 mil dólares”, afirma.

Republicar