MIGUEL BOYAYANEl gustito agradable de las cremas dentales esconde un peligro para los niños con edades entre los 11 meses y los 7 años de edad. Si se las ingiere en exceso, éstas provocan fluorosis, una enfermedad que deja manchas blanquecinas u opacas en los dientes en formación y, en los casos más graves, provoca una porosidad que facilita las roturas y la absorción de los colorantes de los alimentos. El villano de esta historia es el volumen de flúor que contienen las cremas dentales, aunque dicha sustancia tenga un papel opuesto e importante en la protección de los dientes contra la caries, otro mal que puede traer infecciones y destrucción de los dientes.
La disminución de flúor en los dentífricos para evitar la fluorosis en los niños -ese problema no acomete a los adultos- parece ser una solución obvia, pero no resuelve el problema de la caries. “No existen evidencias de que, al disminuir el flúor, el efecto contra la caries perdure”, dice la odontóloga Marília Afonso Rabelo Buzalaf, docente del Departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Odontología de Baurú de la Universidad de São Paulo (USP). Rabelo coordina una serie de trabajos científicos que resultaron en un dentífrico con menos flúor y una composición modificada. En las primeras pruebas, la crema, que es un gel fluido y aplicado en gotas en el cepillo, se mostró eficaz tanto contra la fluorosis, que tiene una incidencia en Brasil de alrededor del 30%, como también en la prevención de la caries. La profesora Marília recuerda que hasta los dos años de edad, los niños con seguimiento constante de un dentista deben usar únicamente cremas dentales sin flúor.
La propuesta de hacer un dentífrico de bajo tenor de flúor empezó a desarrollarse en 2004. “En su formulación, compensamos la disminución de la concentración de flúor con la disminución del pH, dejando el producto más ácido”, dice Marília. El gel dental ganó el premio principal de la primera Olimpíada de la Agencia USP de Innovación en 2008, cuyos resultados se conocieron en noviembre. “Ganamos el primer lugar en el área de salud y el primero de la olimpíada”, dice Marília. Además de un trofeo, una notebook y cinco mil reales, el grupo de la profesora Marília se llevó también un automóvil Chevrolet Prisma.
La estrategia de disminuir el pH a 4,5 ante 7,0 de las cremas dentales disponibles en el mercado, adoptada en la elaboración del nuevo dentífrico, tiene el objetivo de aumentar el poder de producción de fluoruro de calcio en los dientes, una sustancia que funciona como un reservorio de calcio y flúor en la boca. Al promover una ligera disolución de la capa superficial del diente, formada por hidroxiapatita, el calcio es liberado y se une al flúor de la pasta formando el fluoruro de calcio. Ese fluoruro es adsorbido (un proceso mediante el cual las moléculas de una sustancia se fijan en la superficie de la otra) al esmalte dental, funcionando como un reservorio de iones protectores (calcio y flúor), que serán liberados cuando las bacterias de la placa produzcan ácidos. “El pH menor aumenta la formación de fluoruro de calcio”, explica Marília. Las estrategias de los investigadores de la USP existen en forma separada en otros productos. “Hay cremas dentales con poco flúor, otras con pH bajo (no en Brasil) y otras líquidas. Nosotros combinamos todo en un solo producto y lo probamos en un estudio clínico randomizado (hecho mediante muestreo) de 20 meses.”
Los ensayos clínicos se realizaron a partir de 2006 con financiamiento de la FAPESP en la ciudad paulista de São José dos Campos, donde vive el alumno de doctorado Fabiano Vieira Vilhena, quien escribió su tesis sobre el uso del dentífrico. Con la colaboración de la Secretaría de Educación de la ciudad, logró que el nuevo gel dental se distribuyese entre niños de más de 4 años de edad de las escuelas municipales. Participaron 1.400 familias de dicha distribución, a las cuales se les suministraron durante 20 meses dentífricos y cepillos de dientes. Dichas familias no sabían si el producto era el del estudio u otro similar. Así se formaron cuatro grupos. Tres usaron líquidos, uno con la formulación ideada por los investigadores con 550 partes por millón (ppm) de flúor y pH 4,5, otro con 1.110 ppm de flúor y pH 4,5 y el tercero con 1.100 ppm de flúor y pH 7,0 (neutro). El cuarto grupo recibió un producto comercial en forma de crema, con 1.100 ppm de flúor y pH 7,0.
“Medimos la progresión del índice de superficies dentales cariadas, perdidas por caries u obturadas, llamado Ceos, y verificamos que todos los productos fueron eficaces contra la caries y la fluorosis. “Nuestra formulación protege a los niños en forma eficaz como los de 1.100 ppm de flúor”, dice Marília. En el marco de otro estudio, con una submuestra de 20 niños de cada grupo participante del estudio anterior, se realizaron análisis de la placa bacteriana y de las uñas. La placa fue analizada debido a que constituye un reservorio de iones de flúor que pueden estar a disposición de los dientes y de las uñas, por ser un biomarcador de la ingestión de flúor. El resultado arrojó que, con un pH menor, se duplicó la incorporación de flúor en la placa. Asimismo, las formulaciones líquidas, al aplicarse en el cepillo mediante la técnica de la gota, redundaron en la utilización de una cantidad menor de dentífrico, lo que se reflejó en niveles menores de flúor en las uñas. Por consiguiente, se obtuvo la ventaja de que la sustancia no sea ingerida y no pase al torrente sanguíneo. “El dentífrico líquido tiene una mayor fluidez y logra incorporarse mejor a la placa”, dice Marília. De acuerdo con lo que los investigadores intuyen, esto sucede debido a la consistencia del dentífrico, que facilita la circulación del flúor en los canales del esmalte del diente.
Prueba de dosificación – Tragarse la crema dental es algo común entre los niños menores, habida cuenta de que no logran expeler todo el contenido del dentífrico al enjuagarse la boca. Esto se debe también a que ponen una cantidad excesiva de crema dental. Otro estudio realizado en la ciudad de Barirí, cerca de Baurú, midió la dosificación del dentífrico líquido comparada con la crema dental que los niños ponen en los cepillos. Los investigadores midieron la dosificación del líquido, en gotas, que llegó en promedio a 0,14 gramo, mientras que la crema alcanza en promedio una concentración de 0,50 gramo. “Con una cantidad mayor se hace más fácil tragarse la crema”. El estudio posterior, que se realizará durante los próximos meses, consistirá en comparar el uso del nuevo dentífrico en ciudades con y sin agua fluorada. “En São José dos Campos el agua tiene flúor y la eficacia de nuestro producto puede haber contado con la ayuda de la fluoruración del agua.”
Más allá de las ventajas para la salud de los niños, el nuevo dentífrico también puede aportar beneficios al bolsillo de los padres. “Nuestra formulación abarata el producto, que puede venderse a un real por tubo de 120 gramos”, dice Marília. La Agencia USP de Innovación está preparando un pliego de licencia para las empresas interesadas. En la patente, además de Marília y Fabiano, también figura el profesor Alberto Carlos Delbem, de la Facultad de Odontología de Araçatuba de la Universidad Estadual Paulista (Unesp).
El proyecto
Estudio clínico del efecto de una nueva formulación de dentífrico líquido con pH reducido y baja concentración de flúor en la prevención de la aparición de lesiones por caries (nº 05/03975-6); Modalidad Auxilio Regular a Proyecto de Investigación; Coordinadora Marília Afonso Rabelo Buzalaf – USP; Inversión R$ 96.281,47 (FAPESP)