Un análisis de las últimas estadísticas disponibles de la Fundación Nacional de Ciencia (NSF) de Estados Unidos reveló dos datos importantes: uno alentador y otro preocupante. La mejor información es la que indica que el número de estudiantes de posgrado en las áreas de ciencia e ingeniería aumentó un 2% en 1999, tras cinco años de declinación, según la revista Business Week (edición del 5 de marzo). La carrera con mejor desempeño fue la de computación, con un 12% de aumento. La demanda por las carreras de ingeniería subió un 1%; no se registraba un crecimiento desde 1983. El número de extranjeros en el posgrado se elevó en alrededor de 8 mil y se ubico en 110 mil, en tanto el de americanos cayó 1.000 y se estacionó en 300 mil. Lo que no les agradó a los norteamericanos fue el hecho de que los estudiantes extranjeros con visa de permanencia temporaria sean los responsables por la ocupación del mayor número de vacantes en el sector. El problema es que los estudiantes extranjeros normalmente regresan a sus países de origen y dejan de contribuir a la economía del país. En la última investigación realizada por la NSF sobre el tema en 1994, se descubrió que apenas un 48% de los alumnos extranjeros que culminan su doctorado en ciencia e ingeniería permanecía en el país por un año o más.
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