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Fisiología

¿La sed es suficiente?

El objetivo de este estudio es el hacer una revisión sobre la hidratación y discutir si durante el ejercicio, la reposición de líquidos de acuerdo con la sed es suficiente para hidratar al individuo. El título del trabajo es “La Hidratación durante el ejercicio: la sed es suficiente?”, de la autoría de Christiano Antonio Machado-Moreira, Ana Carolina Vimieiro-Gomes, Emerson Silami-Garcia y Luiz Oswaldo Carneiro Rodrigues, de la Universidad Federal de Minas Gerais. La pérdida hídrica por la sudoración inducida por el ejercicio, especialmente realizado en ambientes calientes, puede llevar a la deshidratación, alterar el equilibrio hidroelectrolítico, dificultar la termorregulación y, así, representar un riesgo para la salud y provocar una disminución en el desempeño deportivo. Ha sido citado que los atletas no ingieren voluntariamente agua suficiente para prevenir la deshidratación durante una actividad física. En razón de eso son propuestas recomendaciones internacionales sobre la hidratación: según el American College of Sports Medicine (ACSM), se debe ingerir aproximadamente 500 mililitros (ml) de líquido en las dos horas que anteceden al ejercicio. Durante el ejercicio, los atletas deben comenzar a beber desde el inicio y en intervalos regulares, en un volumen suficiente para reponer las pérdidas por la sudoración o lo máximo tolerado. La National Athletic Trainer’s Association (Nata) hace las siguientes recomendaciones: ingerir de 500 a 600 ml de agua u otra bebida deportiva de dos a tres horas antes del ejercicio y 200 a 300 ml de diez a 20 minutos antes del ejercicio; durante el ejercicio, la reposición debe aproximar las pérdidas por el sudor y por la orina y por lo menos mantener la hidratación, con pérdidas máximas correspondientes al 2% de la pérdida de peso corporal; después del ejercicio la hidratación debe tener como objetivo corregir cualesquiera pérdidas líquidas acumuladas. Además de eso, el ACSM y el Nata hacen referencias sobre la temperatura y palatabilidad del líquido, adicción de carbohidratos y electrólitos de acuerdo con la intensidad y duración del ejercicio y estrategias de hidratación para facilitar la accesibilidad del atleta al líquido. No obstante, otros autores cuestionan el uso de la rehidratación en volúmenes predeterminados y sugieren que la ingestión de líquidos de acuerdo con la sed sea capaz de mantener el equilibrio fisiológico.

Revista Brasileira de Medicina no Esporte – Tomo 12 – nº 6 – Niterói – nov./dic. 2006

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